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El viaje de Telémaco

Personal

Anybody wanna take me home?

Ésa podría haber sido una de mis frases al final del viernes por la noche/sábado de madrugada, ja... el tema es que era yo quien me iba a llevar a mi mismo a casa.

Bueno, después de sopesar seriamente la posibilidad de asesinar al Dj de "El casco antiguo" me despedí muy rápidamente (demasiado, lo siento) y salí para mi coche y Madrid. 

Esta canción de Ryan Adams es una de las que estuve escuchando mientras volvía, manteniéndome despierto. Además, la letra resulta más o menos apropiada. 

Gracias a toda la promoción de 5º por el regalo de la graduación, la cena, el vídeo, los regalos, y todo lo que hubo alrededor. Fue muy especial, todo. Así que gracias a todos y todas. Es una de esas noches que siempre vamos a poder recordar, me lo pasé muy muy bien y creo que no fui el único. 

Un beso para todos y todas

 

Alejandro

Never miss a bit

 

What did you learn today? i learned nothin'

What did you do today? i did nothin'

What did you learn at school? i didn't go

Why didn't you go to school? i don't know

 

It's cool to know nothin'

It's cool to know nothin'

 

Television's on the blink there's nothin' on it

I really want to really big coat with words on it

What do you want for tea? i want crisps

Why didn't you join the team? i just didn't

 

It's cool to know nothin'

It's cool to know nothin'

 

Take a look take a look

Take a look at the kids on the street

No they never miss a beat

No they never miss a beat

Never miss a beat never miss a beat beat beat beat

 

Take a look at the kids on the street

No they never miss a beat

No they never miss a beat

Never miss a beat never miss a

Never miss a beat never miss a beat never

 

Here comes the referee the light's flashin'

Best bit of the day now that's livin'

Why don't you run away? are you kiddin'?

What is the golden rule? you say nothin'

 

It's cool to know nothin'

It's cool to know nothin'

 

Take a look take a look

Take a look at the kids on the street

No they never miss a beat

No they never miss a beat

Never miss a beat never miss a beat beat beat beat

 

Take a look at the kids on the street

No they never miss a beat

No they never miss a beat

Never miss a beat never miss a

Never miss a beat never miss a beat never

 

Take a look take a look

Take a look at the kids on the street

No they never miss a beat

No they never miss a beat

Never miss a beat never miss a beat beat beat beat

 

Take a look at the kids on the street

No they never miss a beat

No they never miss a beat

Never miss a beat never miss a

Never miss a beat never miss a beat

 

we share the same skies (the cribs)

Dança do solidao

Momentos musicales para empezar la noche del Sábado

Tras la clase especial de ayer, de la que escribiré mañana, hablando con Esther, me preguntó qué música me gustaba. De todo, pero el rock sobre todo. Esto por ejemplo me gusta, dependiendo del momento, claro. Ahora es un buen momento, antes de salir a dar una vuelta. 

Mañana más, hay mucho que escribir y contar. 

 

 

 

Encuentros "numinosos"

Encuentros "numinosos"

Después de un día de descanso, después de un día en el que necesitaba finalizar otros asuntos (inconclusos) como enviar definitivamente mi curriculum a la ANECA famosa, puedo empezar a escribir otra vez. Y siendo consciente que aún me queda un asunto que finalizar, algo que haré el lunes irremediablemente. Me refiero a publicar las notas de la asignatura de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad (que se merece un post en sí mismo). 

Ya terminó el IV Encuentro de Innovación, ya lo vivimos, y probablemente algunos sigamos conectando con cuestiones suscitadas a lo largo del mismo. 

Hay tantas cosas que podría decir que creo que lo mejor será apuntar ideas, breves y concisas, en la medida de lo posible. 

Primero reconocer la labor de todos los que formaron parte de la organización del encuentro, que van más allá de Leonor, de Benja y desde luego de mi. Fundamentalmente hay que incluir a Cristina Canabal y a Paloma (ya conocida como la mensajera ; ). Pero desde luego también incluir a Roberto López (también conocido desde el encuentro como Roberto Breve, ja..), a Alberto Domingo, a Omar de la Cruz, a Belén Díaz, a Isabel Cano, a Adrián Pérez, a Maribel y desde luego a Lola García y a muchos más. Todos estuvimos preparando las jornadas y coordinándolas de alguna manera. Es un trabajo de mucha gente.

Y lo mejor es que toda esta gente proviene de diferentes facultades y uno de los grandes logros de este tipo de encuentro es la posibilidad de contactar con compañeros que vienen de diferentes facultades: Educación Física, Biología, Derecho, Económicas, Enfermería, Fisioterapia, Psicopedagogía, Magisterio, Medicina, Ciencias Ambientales, el Master de Secundaria, Ingeniería, etc... etc...

Desde luego una clave fue el alto número de participantes que hubo, tanto de profesores como de alumnos. Para mi todas las comunicaciones, posters, así como todas las participaciones y discusiones planteadas a lo largo de las sesiones son relevantes, porque son ejemplo justamente de eso, de participar. Me gusta pensar que independientemente de las diferencias inevitables en cuanto al contenido, todos estamos implicados en un proceso similar, que es dar sentido a una universidad que cuida la calidad de la formación. 

Se mencionó mucho el proceso de Bolonia, y para mi Bolonia es una especie de gran McGuffin. Lo de menos es Bolonia, lo importante es lo que hacemos. No quiero ser ingenuo, por supuesto. Sin el marco de exigencia marcado por el esfuerzo por adaptarse al espacio europeo de educación superior, muchos profesores e incluso alumnos, no se hubieran sensibilizado por estas cuestiones innovadoras sobre la educación. Igualmente, sin agencias estatales como la ANECA, muchos profesores tampoco participarían o  en este tipo de encuentros. También estoy seguro que si no se ganaran créditos, muchos alumnos tampoco asistirían a este tipo de jornadas. La motivación extrínseca es importante pero no es la clave. Si quitamos Bolonia, si eliminamos la ANECA, si desterramos el reconocimiento de créditos, aún quedaríamos muchos interesados por estas cuestiones, y seguiríamos reuniéndonos, aunque fuera de manera más informal. Nada nuevo, al fin y al cabo, más de lo mismo, algo que se ha hecho siempre en muchos campos científicos y artísticos, por supuesto también políticos. 

En relación a esto, una idea clave para mi es que INNOVAR forma parte de nuestro trabajo como profesores, incluso, en nuestro trabajo como profesionales. Para mi la innovación es similar a la evaluación, en cuanto que forman parte de un proceso más amplio, más grande: el desarrollo profesional o el desarrollo educativo, si se quiere. No son procesos supletorios, menos en los tiempos de cambio en los que vivimos. La innovación forma parte intrínseca de los procesos de desarrollo. A veces las innovaciones son fruto del azar, de la casualidad. Muchas otras responden a procesos sistemáticos de investigación, de cuestionamiento activo, de exploración e indagación. Procesos muy cercanos al propio aprendizaje y a cualquier proceso de cambio. Innovar no es un lujo, innovar para mi es necesario para adaptarnos a las situaciones cambiantes del mundo que nos rodea. Y evidentemente es necesaria una evaluación de calidad, una evaluación sensible a los procesos que tienen lugar en dicha innovación, que pueda seguir el proceso y no meramente los productos. Dicha evaluación tiene que ser ante todo coherente. 

Cuando pienso en síndromes que muchas veces se asocian a profesiones de ayuda o profesiones asistenciales como el "Burnout" o la experiencia de estar "quemado", no puedo dejar de conectarlo con todo esto de la innovación. Como muchos sabréis hay tres componentes a la hora de quemarse: el agotamiento emocional, fruto muchas veces, pero no necesariamente de una baja realización personal en el trabajo, que da lugar a una especie de mecanismo de defensa para apañárselas con la situación que es la despersonalización: tratar como meros objetos a las personas con las que se trabaja, como una especie de proyección de tratarse como objeto a uno mismo. De los tres componentes, para mi el más importante es ese sentimiento de baja realización personal, de estancamiento personal y profesional, de falta de desafíos y retos. Es ahí donde creo que conectar con la innovación como proceso personal y profesional es importante.

Y de esto hubo muchos ejemplos en el encuentro. Como dice Paloma en el comentario del post anterior, se pudo apreciar muchos ejemplos de innovación actuando a diferentes niveles, o evidenciando estar en diferentes momentos de un proceso. Y creo que es importante reconocer esto, y desde luego no comparar de manera descontextualizada los ejemplos de innovación que tuvimos la suerte de conocer. Cada ejemplo es un éxito en sí mismo, en el contexto el que fue desarrollado, probado, planteado. Cada uno plantea una dirección en la que seguir explorando. Desde luego hay innovaciones centradas en un nivel de protocolos, otras innovaciones tratan de cambiar las políticas que tienen lugar en las facultades, en las clases, no sólo las técnicas, dinámicas o las herramientas que se emplean. Otras más allá de cuestiones metodológicas, tratan de innovar los principios ideológicos, los paradigmas, las epistemologías, los valores. Todos son ejemplos valiosos de innovación y es interesante notar las distinciones en las que actúan. 

Más allá de todo esto que ya he mencionado, el encuentro es ante todo un encuentro de personas. Es una oportunidad de reencontrarse con gente conocida, de integrar a personas provenientes de contextos muy diferentes, de generar sinergias insospechadas. Momentos para charlas, para descansar del ritmo frenético con el que trabajamos, momentos para compartir ideas, confidencias, en definitiva, momentos para conocerse de otra manera. 

A mi, por ejemplo, me gustó mucho constatar la implicación de muchos alumnos. Desde luego los de Educación Física, pero también los de Biología y los de Derecho. Me encantó ver cómo se atrevían a expresarse en público, delante de tanta gente, algo que no es fácil. Me gustó ver a alumnos míos de Psicopedagogía de 4º y de 5º, mezclándose y conociéndose un poco por primera vez, incluso mezclándose con alumnos del Master de secundaria. Siempre es enriquecedor cuando se da la oportunidad de conocer a gente interesante. Desde luego me gustó mucho ver grupos mixtos de profesores y alumnos discutiendo, compartiendo ideas, incluso teniendo conflictos. Me gustó mucho escuchar contradicciones, ver aflorar paradojas. Ir en una dirección y descubrir que en realidad no hemos avanzado tanto como pensamos. Me gusta atender a esto, porque indica que al menos lo podemos notar, darnos cuenta y poder hacer algo al respecto. Me inquietaría más que no surgieran conflictos, contradicciones y paradojas, porque para mi significaría que no las noto. Y desde luego las hay. Creo que ante todo fui sensible a ellas durante la mesa redonda. Qué por cierto, qué desafío, ja... 

Por último quiero destacar lo que más me gustó. 

Desde luego disfruté mucho con el taller de Tim. Me costó un poco presentarle porque al conocerlo de tantos años, siempre termino mezclando un poco lo personal con lo profesional, y al final la presentación no es ni lo uno ni lo otro, ja... pero bueno, por suerte él ya se presenta por sí mismo. Además siempre tengo nervios cuando empiezo a hablar a una audiencia numerosa, algo que puede que guste leer a los alumnos de HHSS, dado que estamos trabajando con esta habilidad, hablar en público. Esos nervios son evidencia de que me importa lo que está pasando, así que lo mejor es gestionarlos y fluir. Mi manera de gestionarlos es tratar de hablar más despacio, respirar, controlar lo que digo, permitir darme tiempo, contactar con la gente, relacionarme poco a poco con personas concretas y con el grupo.

El taller de Tim permitió demostrar que es posible trabajar de manera dinámica con un grupo numeroso y empezar a sensibilizarse ante distinciones muy valiosas como las transiciones a la hora de participar, lo que se hace, la cualidad de lo que se hace, las razones y propósitos de lo que se hace, los procesos de liderar y seguir, el valor de las preguntas, las órdenes, las aseveraciones, los procesos de iniciar, mantener y finalizar un proceso. La importancia de reconocer la importancia de la ignorancia, la sobrecarga y la confusión como elementos intrínsecos a la hora de aprender, sobre todo cuando se va más allá de simplemente verificar lo que sabemos, permitiéndonos falsar, gracias al feedback negativo. Etc... etc... Estuvo bien cambiar la dinámica y hacerla más participativa realmente, sin importar roles ni procedencias. Me gustó la integración de este taller con la conferencia de Juan Bautista, y la importancia de deconstruir  o comprender mejor algunos discursos y retóricas que empleamos todos. Desde luego las relaciones de poder intrínsecas en la educación fue uno de los temas principales. Cualquier cambio a este nivel es para mi un ejemplo de innovación en un nivel de principios, como decía antes, algo bastante complejo de hacer. 

Pero más allá del taller, si tengo que elegir un  momento, escojo la presentación de los alumnos de 4º de Psicopedagogía. No sólo mostraron cómo vivieron la innovación que tratamos de llevar a cabo Leo y yo este cuatrimestre, lo que más me gustó es que arriesgaron mucho en su manera de presentarlo, innovaron en la presentación (al igual que otros, como los alumnos de Derecho de la primera jornada) pero en su caso, la implicación emocional era mayor. 

Yo estaba nervioso antes de que salieran, por expectante. No sabía lo que habían preparado y tenía mucha curiosidad, una emoción que me encanta, por cierto. Ahí estaba, expectante y lo que presencié me encantó. Sobre todo al notar lo metidos que estaban todos, sentí sus nervios, sentí su concentración, sentí su compromiso, sentí su compenetración, sentí mucho orgullo, sentí mucha alegría, me sentí muy partícipe con ellos aun cuando estaba sentado fuera. Sentía el silencio de la sala, porque todos estábamos absorbidos. Era como si hubiéramos estado en un estado alterado. Me recordaba los momentos numinosos que se viven en ciertos rituales. Me recordaba momentos similares vividos en circunstancias muy diferentes. Era un momento numinoso, en el sentido de estar presenciando algo muy especial, algo trascendente, al vivir emociones relacionadas con la humildad, con la gratitud, con estar ante algo que es más grande que uno mismo. Es una emoción compleja, difícil de expresar. Si alguien ha vivido esto me entenderá. Si no, pues no lo entenderá y no puedo añadir mucho más. 

Era un ejemplo también de innovación educativa que trasciende lo puramente racional, mental, lógico. Aspectos tan vinculados al mundo educativo, y mucho más en la educación universitaria. Como siempre defiende mi amigo Víctor Pérez, "ante todo somos cuerpo". En su exposición se integraron muchos sentidos, se presentó el cuerpo, se corporeizaron conceptos complejos, conceptos abstractos hechos carne, presentados para que cada cual los interpretara como quisiera, los vivenciara, se dejara (al menos yo) sacudir. 

Bueno, puede que suene exagerado, lo sé, pero yo lo viví así. Por eso no tenía ningunas ganas de salir al "escenario" cuando nos llamaron a Leo y a mi, estaba asimilando muchas cosas y lo que menos me apetecía era exponerme en ese  momento, cuando además ni siquiera sabía cómo se habría recibido todo aquello. Pero allí salí, por supuesto. Y ante todo sentía agradecimiento por lo que para mí era un regalo y una lección. Los alumnos habían hablado y al menos a mí, me habían dejado sin palabras. Si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio, calla, ja.. como decía el tatuaje de Souleimane en la película Entre les Murs. Mi cuerpo habló por mi probablemente, y ni siquiera sé qué expresaría. Pero yo estaba muy contento y muy feliz. Además veía mucha gente que aprecio sentados en las butacas. 

La verdad, lo que no sé es como pudo Leonor subir al final para plantear algunas ideas finales de cierre. Cristina y yo nos miramos con complicidad. Ella es parte fundamental, dado que ha sido profesora de la mayoría de los alumnos que subieron durante sus años de estudio en Magisterio, y seguro que también lo vivió como algo muy especial. 

Un tipo de sutil de innovación tiene que ver también con darnos cuenta que en esto de la Educación, como en cualquier profesión, estamos trabajando con personas, y tener en cuenta el tipo de relaciones que mantenemos es clave. 

Gracias a todos los que participasteis en el encuentro. Y gracias de manera particular a David, Carmen, Miriam, Belén, Elena y Segio. Gracias por atreveros a arriesgar. 

 

 

Momentos musicales... Reptile

Momentos breves de relax...

Biedma y otras asociaciones escolares

Biedma y otras asociaciones escolares

Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
desnudo de cintura para abajo,
hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!
              
Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
a ser posiblemente jóvenes:
yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
igual deslumbramiento que a los veinte años !
              
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.
              
Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de yedra coronados.
O aquel portal en Roma -en vía del Balbuino.
Y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casetas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
oh noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una imagen rota,
de la langueur goûtée à ce mal d’être deux.
Sin despreciar
-alegres como fiesta entre semana-
las experiencias de promiscuidad.
              
Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
íntegra      imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo.

Su juventud, la mía,
-música de mi fondo-
sonríe aún en la imprecisa gracia
de cada cuerpo joven,
en cada encuentro anónimo,
iluminándolo. Dándole un alma.
Y no hay muslos hermosos
que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.
              
Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
      Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
-mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua,
fugaz como un reflejo.
              
Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.

 

El anterior poema se titula Pandémica y Celeste, está considerado el mejor poema de Jaime Gil de Biedma.

Estoy nervioso y expectante porque se acaba de estrenar una obra, "El cónsul de Sodoma", que está centrado justamente en la compleja y contradictoria vida del poeta. Esta tarde iré a verla y a ver qué tal.

Además este poema, que me encanta, y ese poeta me conducen a mi año de COU. Recuerdo que finalizaba el curso, y ya en junio, a pocas semanas de la selectividad, decidimos algunos, que queríamos trabajar un poco la generación del 50. Para eso vino nuestro profesor de literatura de 3º de BUP, más especialista en esa generación que nuestro profesor de COU. No hace falta que diga a cuál de los profesores prefería...

Fue una semana que recuerdo con mucho cariño, leyendo a Biedma, a Valente, a Brines y claro, también el don de la ebriedad de Claudio Rodríguez. ¿Cómo no iba a llamarnos la atención una generación de poetas alcohólicos, puteros, homosexuales y completamente bohemios? Poeta vivos, poetas que expresaban su vida de manera más directa en los poemas, poetas con conexiones claras con otros poetas del 27 como Cernuda. 

Fue una semana especial, con nuestro profesor de literatura, uno de nuestros profesores preferidos, leyendo e interpretando estos poemas. Además éramos pocos, porque la clase era opcional, así que sólo estábamos los que queríamos. Siempre prefiero esos espacios de libertad, donde si estás es porque quieres. Y fueron clases difíciles, porque los poemas eran complejos, crípticos, hacían referencias a mundos litararios que desconocíamos, pero creo que a todos nos marcó de alguna manera. Todos los que estuvimos esa semana ahí, seguro que el estreno de esta película no  nos ha dejado indiferentes. 

Y Biedma era mi preferido. Generalmente de los poetas me gustan algunos poemas, pero en general no conecto con toda la obra. Eso no me pasaba con Biedma, creo que me gustan casi todos sus poemas. No sé por qué, conecto con su manera de escribir, su sarcasmo, con su verso aparentemente libre, aparentemente sin corsés... Fue una influencia en esa época en la que yo también trataba de escribir. 

Además conecto a Biedma con mi profesor Ángel Humbert, que tanto me enseñó. Siempre recordaré, en 3º de BUP, cuando leímos el Quijote, la primera parte. Hicimos el examen y yo saqué ¡un 7! Eso para mi era como un suspenso. Le pregunté, ¿por qué un 7, si te he puesto todo? Se me quedó mirando y me dijo: por eso, me has puesto todo, pero no has arriesgado nada. Es un examen perfecto y ahí está su limitación. Qué buen aprendizaje, un punto doloroso, pero qué bueno. Con la lectura de Regenta arriesgué mucho más... ja...

El año pasado vino de visita a Alcalá. Ángel me refiero, no a la Regenta, ni Clarín, ni Biedma, ja ja.. Vino con su mujer, por sorpresa y nos fuimos a dar una vuelta y nos fuimos a tomar unas cañas y después a cenar. Era curioso estar ahí de adulto a adulto hablando. Le preguntaba por el colegio, por cómo iba. Ah... qué compleja la tarea de ser profesor en secundaria, qué complejo, imagino, mantenerse implicado con la tarea de enseñar y fomentar el interés de generaciones diferentes. Y qué interesante, imagino, cuando ves también cómo aportas tu granito de arena en la formación de tanta gente. Hablamos de muchas cosas ese día, entre otras cosas de Pennac, ja.. y discutimos mucho. Ángel es bastante crítico y conviene escucharlo, aunque no siempre estemos de acuerdo. También hablamos de que se estaba rodando esta película, y que Sergi Mollà era el actor que encarnaría a Biedma, tarea complicada. Seguro que va a verla. 

Hablando de profesores de secundaria a los que admiro, otro de los mejores con los que me he topado no fue profesor mío, pero lo pude observar de cerca: Rafa Cuesta. Creo que Rafa era aún mejor, algún día me gustaría parecerme a él. Él era profesor de Filosofía. Yo cuando leía a Sócrates, siempre me lo imaginaba como a Rafa. Nunca usaba libro de texto, siempre estaba al tanto de lo que se publicaba en la prensa diaria, y lo usaba en las clases, clases en las que se hablaba mucho y se pensaba. Siempre organizaba excursiones con sus alumnos: al teatro, al cine, al campo. A mi invitó un par de veces a sus clases, puede que de ahí adquiriera yo también la costumbre de llevar invitados a mis clases. Una vez fui a hablar de la carrera de Psicología. Otra vez fui a dar una clase sobre Hipnosis y sus mitos, con demostración final incluida que desbarató todo lo que hablamos durante la hora inicial, ja... eso sí que fui un aprendizaje. Otro día fui a dar una demostración de Karate y trabajar algunos ejercicios con ellos, ja ja... eso fue de lo más divertido. 

Rafa y Ángel tenían muchas cosas en común. Los dos disfrutaban con lo que enseñaban, los dos, también iban más allá de lo que tenían que enseñar, y los dos, de diferente forma, se relacionaban con los alumnos tratándolos como personas, y no sólo como alumnos. También tenían muchas diferencias, la verdad, por ejemplo Rafa era mucho más vital y optimista, o es... y Ángel era un poco más cínico y pesimista. Los dos, tenían un interesante sentido del humor. 

Y a los dos les gustaba Biedma. Como a mi, que aguardo con impaciencia infantil ir esta tarde a ver esta película, y a ver qué me encuentro. 

 

Un saludo

 

Alejandro