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El viaje de Telémaco

Biedma y otras asociaciones escolares

Biedma y otras asociaciones escolares

Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
desnudo de cintura para abajo,
hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!
              
Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
a ser posiblemente jóvenes:
yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
igual deslumbramiento que a los veinte años !
              
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.
              
Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de yedra coronados.
O aquel portal en Roma -en vía del Balbuino.
Y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casetas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
oh noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una imagen rota,
de la langueur goûtée à ce mal d’être deux.
Sin despreciar
-alegres como fiesta entre semana-
las experiencias de promiscuidad.
              
Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
íntegra      imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo.

Su juventud, la mía,
-música de mi fondo-
sonríe aún en la imprecisa gracia
de cada cuerpo joven,
en cada encuentro anónimo,
iluminándolo. Dándole un alma.
Y no hay muslos hermosos
que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.
              
Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
      Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
-mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua,
fugaz como un reflejo.
              
Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.

 

El anterior poema se titula Pandémica y Celeste, está considerado el mejor poema de Jaime Gil de Biedma.

Estoy nervioso y expectante porque se acaba de estrenar una obra, "El cónsul de Sodoma", que está centrado justamente en la compleja y contradictoria vida del poeta. Esta tarde iré a verla y a ver qué tal.

Además este poema, que me encanta, y ese poeta me conducen a mi año de COU. Recuerdo que finalizaba el curso, y ya en junio, a pocas semanas de la selectividad, decidimos algunos, que queríamos trabajar un poco la generación del 50. Para eso vino nuestro profesor de literatura de 3º de BUP, más especialista en esa generación que nuestro profesor de COU. No hace falta que diga a cuál de los profesores prefería...

Fue una semana que recuerdo con mucho cariño, leyendo a Biedma, a Valente, a Brines y claro, también el don de la ebriedad de Claudio Rodríguez. ¿Cómo no iba a llamarnos la atención una generación de poetas alcohólicos, puteros, homosexuales y completamente bohemios? Poeta vivos, poetas que expresaban su vida de manera más directa en los poemas, poetas con conexiones claras con otros poetas del 27 como Cernuda. 

Fue una semana especial, con nuestro profesor de literatura, uno de nuestros profesores preferidos, leyendo e interpretando estos poemas. Además éramos pocos, porque la clase era opcional, así que sólo estábamos los que queríamos. Siempre prefiero esos espacios de libertad, donde si estás es porque quieres. Y fueron clases difíciles, porque los poemas eran complejos, crípticos, hacían referencias a mundos litararios que desconocíamos, pero creo que a todos nos marcó de alguna manera. Todos los que estuvimos esa semana ahí, seguro que el estreno de esta película no  nos ha dejado indiferentes. 

Y Biedma era mi preferido. Generalmente de los poetas me gustan algunos poemas, pero en general no conecto con toda la obra. Eso no me pasaba con Biedma, creo que me gustan casi todos sus poemas. No sé por qué, conecto con su manera de escribir, su sarcasmo, con su verso aparentemente libre, aparentemente sin corsés... Fue una influencia en esa época en la que yo también trataba de escribir. 

Además conecto a Biedma con mi profesor Ángel Humbert, que tanto me enseñó. Siempre recordaré, en 3º de BUP, cuando leímos el Quijote, la primera parte. Hicimos el examen y yo saqué ¡un 7! Eso para mi era como un suspenso. Le pregunté, ¿por qué un 7, si te he puesto todo? Se me quedó mirando y me dijo: por eso, me has puesto todo, pero no has arriesgado nada. Es un examen perfecto y ahí está su limitación. Qué buen aprendizaje, un punto doloroso, pero qué bueno. Con la lectura de Regenta arriesgué mucho más... ja...

El año pasado vino de visita a Alcalá. Ángel me refiero, no a la Regenta, ni Clarín, ni Biedma, ja ja.. Vino con su mujer, por sorpresa y nos fuimos a dar una vuelta y nos fuimos a tomar unas cañas y después a cenar. Era curioso estar ahí de adulto a adulto hablando. Le preguntaba por el colegio, por cómo iba. Ah... qué compleja la tarea de ser profesor en secundaria, qué complejo, imagino, mantenerse implicado con la tarea de enseñar y fomentar el interés de generaciones diferentes. Y qué interesante, imagino, cuando ves también cómo aportas tu granito de arena en la formación de tanta gente. Hablamos de muchas cosas ese día, entre otras cosas de Pennac, ja.. y discutimos mucho. Ángel es bastante crítico y conviene escucharlo, aunque no siempre estemos de acuerdo. También hablamos de que se estaba rodando esta película, y que Sergi Mollà era el actor que encarnaría a Biedma, tarea complicada. Seguro que va a verla. 

Hablando de profesores de secundaria a los que admiro, otro de los mejores con los que me he topado no fue profesor mío, pero lo pude observar de cerca: Rafa Cuesta. Creo que Rafa era aún mejor, algún día me gustaría parecerme a él. Él era profesor de Filosofía. Yo cuando leía a Sócrates, siempre me lo imaginaba como a Rafa. Nunca usaba libro de texto, siempre estaba al tanto de lo que se publicaba en la prensa diaria, y lo usaba en las clases, clases en las que se hablaba mucho y se pensaba. Siempre organizaba excursiones con sus alumnos: al teatro, al cine, al campo. A mi invitó un par de veces a sus clases, puede que de ahí adquiriera yo también la costumbre de llevar invitados a mis clases. Una vez fui a hablar de la carrera de Psicología. Otra vez fui a dar una clase sobre Hipnosis y sus mitos, con demostración final incluida que desbarató todo lo que hablamos durante la hora inicial, ja... eso sí que fui un aprendizaje. Otro día fui a dar una demostración de Karate y trabajar algunos ejercicios con ellos, ja ja... eso fue de lo más divertido. 

Rafa y Ángel tenían muchas cosas en común. Los dos disfrutaban con lo que enseñaban, los dos, también iban más allá de lo que tenían que enseñar, y los dos, de diferente forma, se relacionaban con los alumnos tratándolos como personas, y no sólo como alumnos. También tenían muchas diferencias, la verdad, por ejemplo Rafa era mucho más vital y optimista, o es... y Ángel era un poco más cínico y pesimista. Los dos, tenían un interesante sentido del humor. 

Y a los dos les gustaba Biedma. Como a mi, que aguardo con impaciencia infantil ir esta tarde a ver esta película, y a ver qué me encuentro. 

 

Un saludo

 

Alejandro

18 comentarios

Almudena -

Sin palabras.
Simplemente......maravilloso.
Cada dia me sorprendes más

Teresa -

Me encanta tu comentario Paloma, sobre todo cuando te defines como "Eterna aprendiza, buscadora de otros mundos posibles .....Alumna permanente de Alejandro y de todas las personas que tengan o me inspiren el deseo de lo mucho que me queda por aprender."
Y engancbo con lo que trabajabamos sobre los aprendizajes formales-versus escuela y los no formales.
Parecía que había quedado claro que había multitud de aprendizajes no formales, todos nos apuntábmaos a esa bandera ¡faltaría más!. Pero aparece la incoherencia entre lo que defendemos desde un aprendizaje nuevo y lo que manifestamos desde los aprendizajes tradicionales. Tú te defines como eterna aprendizaje, yo también pero a la mínima se me cuela y digo ex alumna de Alejandro ¡MENTIRA!, Seré ex alumna a nivel formal, pero sigo aprendiendo y no solo de él sino de todo aquel que esté dispuesto a enseñarme, pero ¿por qué sale lo formal? ¿Será por los muchos años de escuela, desde aprendiza a maesstra?. Vivimos con la incoherencia. Es importante la toma de conciencia.
Estoy dispuesta a aprender. Sigamos compartiendo aprendizajes.
Ayer escuchaba en la radio una noticia sobre el bibliobus. Nacieron en plena guerra civil en Cataluña para acercar los libros a los soldados. Y reaparecieron en los años, 50 también en Cataluña.
Y me surgieron recuerdos de mi trabajo en una escuela unitariam hace ya 25 años. Yo era la maestra, la única maestra del pueblo. Y recuerdo con mucho cariño el día que llegaba el bibliobus al pueblo, los martes cada 15 días. Los chavales se subían a él y no paraban de tocar, coger, hojear, mirar los libros. Algunos, los mejores lectores, se los conocían todos, al menos las colecciones y el cómo estaban colocados. Era una fiesta y como tal celebrabamos su llegada. Y es que cuando estás perdida en un pueblo, sin apenas medios ni recursos la llegada de esa biblioteca rodante es un acontecimiento digno de celebrarse. ¡Qué labor tan maravillosa que desempeñan esas bibliotecas viajeras! Ojalá sigan llegando a todos los rincones de España, para que ningún niño o adulto se quede sin poder disfrutar de la lectura de un libro.

Teresa

Carmen -

¡Coge la oportunidad, Paloma! Tu oportunidad también es la mía.

Profesora de música… Ya me has captado entre tus adeptas. ¡Me encanta la música!, las expresiones artísticas, todas, la creatividad en suma, (quiero ser profe de APV).

Gestionar las oportunidades, aprovechar el momento (o boicoteárselo a una amiga, jeje)… ¿es una forma de intento de crecimiento personal, de salir de lo conocido, de lo cómodo y ver cómo nos manejamos en otra situación?

Las fantasías, en ocasiones, se hacen realidad, por eso a veces cuidamos muy mucho lo que soñamos no sea que se materialice y nos peguemos un susto de tres pares de narices.

Creo en las oportunidades, firmemente, a pesar de que la historieta pueda parecer un ejemplo de lo contrario. Sí me planteé la oportunidad, claro, pero en mi cuenta de pérdidas y ganancias, (y no tanto de riesgos), salía malparada. Porque eso sí lo sabemos: coger la oportunidad que se presenta exige una decisión y, en muchas ocasiones, un camino sin retorno hacia lo que se quedó atrás y que ya no es recuperable. De ahí los miedos de much@s, la incertidumbre, la indecisión,… lógico. Coger las oportunidades cuando se presentan, (porque después ya no están), es una fuente enorme de satisfacciones pero, también puede serlo (y me consta que lo es), de descalabros importantes. ¿Qué hacer entonces?, ¿Se aprende a gestionar esto? Y, suponiendo que se pueda, una vez aprendido ¿mejora el resultado?

Ni idea.

Si se aprende… os garantizo que a mí me queda entonces un larguísimo camino de aprendizaje (¡qué bien!).

PD. Paloma: yo ya me había “fijado” en ti.

Un abrazo a ti, a Teresa y a Alejandro.

Paloma -

Paloma: Profesora de Música en un IES de Vallecas. Madre de familia numerosa. Eterna aprendiza, buscadora de otros mundos posibles a través de slaloms casi imposibles. Alumna permanente de Alejandro y de todas las personas que tengan o me inspiren el deseo de lo mucho que me queda por aprender.

Chicas...soís buenísimas. la elección de ambas es admirable. Pero yo, que soy de las que envidia a Carmen por haber podido incluir esa experiencia (y no tanto por la anecdota, que siempre da mucho juego) sino por la oportunidad.
¿Cómo gestionamos esa posibilidad?. Cuando sucede slgo extraordinario en la vida...¿que actitud estamos adoptando si lo dejamos pasar? Tal vez, nos satisface más la vida de lo que imaginamos. O tal vez no confiamos demasiado en que las fantasías puedan llegar a ser realidad.
Carmen, no te conozco. Perdona, si te suelto así mi reflexión ,como si nada. Repito, es pura envidia.
Me encanta como te expresas, la verdad y animada por este juego,participo.
Podria haberlo dejado pasar...no incluirme, pero...¿y si estoy perdiendo la oportunidad de comunicarme con gente interesante?

Teresa...¡pionera!
Alejandro...ya me conoces y como tu dices :Tu blog, es mi blog, tu blog es nuestro blog.
(Parece un salmo, jajaja)

Saludos y...a seguir.
Paloma

Anónimo -

Yo?
maestra de pedagogía terapéutica en un IES de Guada, "casi" psicopedagoga y ex alumna de Alejandro.
Dices de las vacaciones, mejor en las anatípodas de él. No lo creas. La verdad es que nunca me hubiera imaginado haciendo nada que "oliera" a escuela a partir del 30 de junio, pero ya ves, el río de la vida no para de correr y a veces nos lleva a sitios insospechados. Me encantó la experiencia. sin tiempo estricto de comienzo y final. Además conocí el yuki-katsugen con Carma. Una joya. Entremedias graduación incluida. Como verás una semana de lo más aprovechada. Evidentemente no buscaba relajación sino un encuentro conmigo. Y de verá que lo tuve.

Hablas de la guía de la intuición. Bueno, no es que la practique demasiada. Creo más bien que me asusta y cuando le doy rienda suelta, suelo enseguida dar marcha atrás. Pero el saboreo inicial no me disgusta. Ando probando.
Yo también hubiera elegido la amiga. ¿Cuánto cuesta desengancharse de alguien y "desaprovechar" los últimos minutos "aprovechándolos" de otro modo?. ¿Cuánto cuesta renunciar a los planes iniciales? ¿Cuánto cuesta la felxibilidad de la novedad?. ¿Cuánto de perdidos nos hallamos en esos territorios? Dependerá de lo habituados que estemos a manejarnos en la incertidumbre, la novedad, el cambio.

Teresa

Carmen -

Carmen. Arquitecta. Estudiante del Máster en Formación del Profesorado. Alumna de Alejandro en Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad. ¿Y vos? (Jajajajajajajajajaja…)
Después de haber hecho un curso con Alejandro… habrás perdido la identidad, ja ¿Era tu intención salir con alguna idea clara de sus sesiones o te apetecía un verano de agitación mental y alteración emocional? Si quieres relajarte en vacaciones, procura buscarte un destino alternativo en las antípodas de donde él se encuentre ; )
¿Te has planteado qué se desaprovecha en circunstancias como las de la historieta? En un momento tienes que decidir qué hacer, porque es sólo cuestión de un instante lo que tardas en adoptar una actitud u otra. Luego el proceso es + largo, pero todo depende de ese primer momento en el que te posicionas. En esos instantes yo me dejo guiar por la intuición, porque tienes poco tiempo para razonar y, en mi caso además, mi ritmo de razonamiento es lento. La intuición me abrió dos rápidas perspectivas de pérdidas y ganancias. La pérdida: no disfrutar de la compañía, complicidad y amistad “de la argentina”. La ganancia: uhmmmm… ni ahora lo tengo claro, imagínate entonces. Sin entrar en detalles, ya nos podemos imaginar tod@s + ó -, la ganancia estándar de estas situaciones llevadas a su culminación, (por supuesto que hay excepciones, pero en un instante, no las contemplo). Pues bien, intuición pura y dura: mi amiga, sin duda.
El trabajo de la intuición me ayuda a conocerme y me resuelve muchas situaciones. Siendo sincera (que es verdad que lo soy, para mi propia desesperación a veces), también me complica la vida porque para ser coherente conmigo misma, cuando la intuición me dice “sí”, ahí voy de cabeza y creo que podrás imaginarte con qué resultados… Me planteo juegos para desarrollar la intuición y ¡funciona!. También conozco otras técnicas que me ayudan a profundizar en ella, (esas las contamos otro día, cuando hayamos ganado la confianza suficiente para que no me consideréis una lunática).
Pues eso, por la proximidad de l@s que queremos, que probablemente no tenga mucho que ver, con estar “cerca” de un desconocido dentro de un abrigo (esto del abrigo… lo voy a tener que analizar un poco, porque estoy pesadita con la prenda).

Carmen

Teresa -

Carmen, no se quién eres, pero me ha encantado tu sinceridad, tu reconocer las dificultades con la búsqueda de la identidad, con el temor a rematar el proceso. Me resuena muy, pero que muy cercano. (Y eso, que este verano hice un curso con Alejandro sobre identidad y emociones, o quizás por eso)
¡Mira que tenr tan cerca a Jordi Mollá y desaprovecharlo¡¡¡¡. (confieso que muchas otras hubiéramos hecho lo mismo)
Teresa

Carmen -

Perdón, la de antes soy yo, se me olvidó poner el nombre.

Carmen

Anónimo -

Pasé un puntillo de vergüenza escribiendo eso, no creas,... pero ya pasó.

Me preocupa + lo de la incomprensión, no tanto la ajena a la que poco a poco me voy acostumbrando, como la propia. Ahí me duele más. Y aunque ya he pasado por algún otro experimento con mi identidad, no acabo de acostumbrarme a esta sensación solitaria de transponer de lo que me servía y ya no me sirve, a lo que me voy inventando como posible para mi (que en muchos, muchos casos, no tiene nada que ver con lo que es posible para los demás).

A veces ando medio perdida y, esa sensación que no me desagrada, sí lo hace cuando me voy pidiendo cierta coherencia, me apremio en llegar a algo que no tengo muy claro que es y, sobre todo, no tengo muy claro si me gusta.

Entonces... viro y, vuelta a empezar. En mi línea, me gusta el proceso pero no culminarlo, porque entonces se cierra, es un remate (y no quiero rematarme).

Pues a seguir cuestionándose (aunque mi madre, que es una mujer muy sabia y estudiante universitaria también, me dice ¿Hija: no es hora de que pares ya? Y sabe de lo que está hablando).


PD: para los interesado@s, el tlf. de Jordi se lo pedís a la argentina.

Alejandro -

Ja ja ja ja

Has hecho bien contándolo, la realidad supera a la ficción con creces.

Vas a ser la persona más envidiada del blog y de la Latina, ja... y al mismo tiempo la más incomprendida, imagino.

Esto es difícil de superar.. ja ...

Gracias por compartirlo.

Alejandro

Carmen -

Aunque alguien me dijo que lo hiciera, no tenía pensado escribir ésto aquí. Pensaba dejarlo para mis escritos privados de introspección personal. Pero algo pasó anoche que me hizo cambiar de opinión. Luego lo entenderéis.

He visto a Gil de Biedma redivivo.

Paseaba con una amiga argentina la otra noche por la zona de La Latina. Increíblemente no había nadie,... casi. Caminábamos en animada charla (ésto siempre está garantizado con un@ argentin@), cuando, al levantar la vista, vi dos personas paradas hablando. Me llamó la atención él: parecía como fuera de contexto. Su aspecto era como de otro momento y allí, entre la bruma, lo miré. Y... ¡sorpresa!, el personaje metido en aquel larguísimo abrigo era Jordi Mollá. Hablaba con una chica; bueno, + bien, ella hablaba y él escuchaba atento. Según bajábamos la calle, se lo comenté a mi amiga. Ella no sabía quien era el actor y se lo dije someramente, + bien lo intenté porque según nos íbamos acercando a ellos,(porque estaban en nuestra trayectoria), y tuvo cerca al actor, su interés creció de forma exponencial y también sus preguntas. Tan pesada se puso que, a un palmo de distancia, (palmo al que me arrastró ella con su entusiasmo que si no, como dice otra amiga, yo hubiera mantenido la distancia vital ante un desconocido), sus preguntas hicieron sonreir a Jordi Mollá y mirarnos (¡qué vergüenza!, la mía porque mi amiga... encantadita estaba). La liamos. El actor se dirigió a nosotras y le explicó a mi amiga quién era de una forma un tanto curiosa: “Jordi Mollá. Actor. Última película protagonizada El cónsul de Sodoma. ¿Y vos?”. A mi amiga sólo le faltó desmayarse allí mismo y a mi pedir a la tierra un alcorque donde meterme. Afortunadamente (¿?), mantuvimos la compostura.

A partir de ahí, una historia para mí surrealista: acabamos cenando con él la argentina y yo, (la chica con la que él estaba inicialmente, hizo mutis por el foro). Debo decir a su favor que este hombre, de cerca, es muy, muy interesante. Mira mucho, habla poco, escucha mucho y, su mirada es... especial, (de su físico sólo decir que, en la proximidad gana y tiene una presencia de las que yo llamo “de gravedad”. Vamos que si lo veis no se os despinta). A pesar de eso, yo no veía el momento de perderlo de vista: mi amiga se marcha a la Argentina en unos días y me temo que para bastantes años, y aquello era una despedida entre nosotras. Ni siquiera he visto la película, de forma que a mi me sobraba él completamente. Pero... como no hay dos personas que piensen igual, a mi amiga, lejos de sobrarle él, ¿adivináis quién le sobraba? Yo tenía un mosqueo... y, para colmo, él lejos de agradar a mi amiga, me miraba y se dirigía a mi todo el rato. Y yo,... + bien cortante, + bien borde y él.. ¡sonriendo con la mirada! (si cuando digo que vivimos un mundo al revés). Cada diez minutos, mi comentario era que nos teníamos que ir, a lo que mi amiga, mirándome horrorizada, me preguntaba ¿dónde? En un momento dado, él, me miró sin hablar (probad a sostener la mirada con un desconocido que, además sabe mirar, ¡puff!) y, después de unos cuantos segundos me dijo: ¿Te quieres ir, verdad?. Dije: sí (se lo agradecí infinito). Entonces sonrió, se giró hacia mi amiga y le pidió su teléfono. Mi amiga empezó a soltar allí números y yo respiré. Saluditos y ¡hala!, por fin libres.

Lo posterior con mi amiga... no os lo cuento. Sólo deciros que después de la reprimenda que me llevé, las aguas volvieron a su cauce y pasamos una noche estupenda planificando mi próxima visita a su casa en ultramar.

¿Qué me pasó? ¿Por qué me porté así con una persona interesante? Probablemente, si hubiera sido alguien feucho, con veinte años más que yo pero con un poema en el bolsillo que me recordara al personaje y no a la persona, hubiera caído rendida. Pero era una persona a la que no conocía de nada, actor para + delito, interpuesto en lo que yo presumía como estupenda noche de complicidad con mi amiga.

Hasta aquí... supongo que ésto es algo así como un ligoteo nocturno de sábado noche a lo que algun@s quizá estéis acostumbrados pero que no encaja con mi forma de ser (pero que encaja a la perfección, me pareció, con la forma de ser de mi amiga).

Llega la noche del lunes (ayer). Abro el correo. Tengo uno de la argentina:

¡¡¡¡Carmeeeennn!!!! Ha llamado Jordi (ya le llama Jordi, ver para creer) y... prepárate. Hemos estado hablando media hora por teléfono pero no de mi, sino de ti (tierra trágame). Quería saber todo sobre vos, quería que le contara (la mato, la mato), y, sobre todo quería que te dijera que el día que vos querés, le gustaría charlar con vos. Le ofrecí tu teléfono (¿Quéeeeee?), pero me dijo que mejor dejaba el suyo para que le llamés cuando vos querás, que confiaras en él, que le habías parecido...

Ya había leído bastante.

Agarré el teléfono y casi me como a mi amiga: ¿¿¿No-le-habrás-dado-mi-teléfono-a-un desconocido???

No se lo ha dado, pero porque el otro no lo ha querido (me fío menos...).

Ahora yo, que abogo por descubrir a las personas detrás de lo que se ve, por dejar un espacio a la vida para la sorpresa, por las soluciones creativas a las cosas,... voy y borro con saña el correo de mi amiga (en el que está el teléfono del famoso “Jordi”) y lo persigo hasta la papelera para no dejar ni rastro, (enterrando a Gil de Biedma).

¿Quién soy yo? Una persona que anda cuestionándose su propia identidad y me desborda plantearme alguna alteración + a analizar.

(A lo mejor, Carmen, es que te gustó).


Si alguna vez os lo encontráis, dentro de un abrigo, detrás de una sonrisa grave,... dadle una oportunidad. La transmutación de mi identidad no me lo ha permitido.

Perdonad la falta de seriedad de la historieta en un blog a veces tan sesudo, pero quizá no esté de más, de vez en cuando, asomarse a la vida (además, me pidieron que lo contara).

Alejandro -

Hola

Gracias Benja, Carmenchu y Carmen.

Estoy de acuerdo con lo que planteas Carmenchu de lo útil que sería usar los debates, no creas que no lo he pensado, imagino que por cuestiones de tiempo no lo hemos hecho. Una ventaja de internet es que podemos ver enlaces y trabajarlos en paralelo.

La verdad es que estas semanas he seguido con mucho interés los debates que ha suscitado la película, que en general no para de recibir críticas, ejem demoledoras. Y las entiendo, la verdad, porque sigo pensando que se podía haber hecho más. Aconsejo que leáis lo que ha escrito Juan Marsé en el país esta misma semana, el viernes creo recordar, respondiendo al productor. Aunque me quedo con la crítica de Carlos Boyero de ayer en Babelia (http://www.elpais.com/articulo/portada/desdicha/Gil/Biedma/elpepuculbab/20100116elpbabpor_28/Tes) por si queréis leerla.

No obstante, lo importante son los poemas, creo yo. Que me alegro que os gusten. Al hilo de lo que plantea Benja, es curioso que no se estudie esta generación en Literatura, qué lástima, incluso poetas más actuales incluso.

Y ah Carmen, qué interesante lo que cuentas. Estoy de acuerdo contigo, sobre las limitaciones de los prejuicios y el potencial de los desprejuicios, eso daría para escribir mucho. Y del tema que planteas, pues ni te cuento. Tengo una amiga que vivió algo parecido. Al poco tiempo tuve que comentar un artículo sobre Homofobia y estuve dándole vueltas a ese tema de las relaciones homosexuales, y su influencia en la identidad personal. Lo dicho, eso daría para escribir largo y tendido. Para otra ocasión, gracias por compartir la experiencia.

Un saludo

Alejandro

Carmen -

No acabo de bajar la persiana... me asomo un poco, me gusta y me quedo.

Cuando entro aquí, tengo la sensación de llegar a casa: comodidad, confort, pequeños sobresaltos, grandes descubrimientos, tú, vosotr@s... me gusta estar.

El último descubrimiento, Gil de Biedma. Reconozco mi absoluta ignorancia: no sabía nada de él, nada. ¿Por qué nadie me lo dijo?, ¿por qué yo no lo descubrí? No lo sé.

¡Qué placer!, ¡cuánto me gusta!, ¿cómo demonios hay que ser para escribir de esa manera?, ¿cuántas cosas hay que haber vivido para poder expresar así las sensaciones?, ¿cuántos prejuicios hay que quitarse para descubrir debajo cosas tan hermosas?, ¿cuánta valentía hay que tener para contarlas?

¡Pero qué bonito!,... ¡Qué bonito! Y me lo has descubierto tú. La verdad en que aunque hay momentos en que te mataría (créeme), hay otros en que te comería a besos (créeme también). Este es un momento de los segundos, aprovéchalo, porque te prometo que dará un giro hacia los primeros (jajajajajajajajajajajaj).

GRACIAS!!!

Si consiguiéramos desprejuiciarnos aunque sólo fuera un poco (yo la primera), viviríamos momentos de una intensidad que ni imaginamos. ¡Es una pena, nos lo estemos perdiendo! Recuerdo un momento de esos. Tres amigas, AMIGAS, hace diez años. Una ya no está, murió hace cuatro años y su muerte supuso para mi un descalabro emocional de los profundos. Itzi, está, pero entre ella y yo se ha creado un abismo que no consigo salvar, me faltan herramientas y no las encuentro. Y yo. Era una mañana de principios de Junio y habíamos quedado para correr en el monte de El Pardo. Disfrutamos un montón y nos agotamos con esa costumbre de las chicas de correr hablando (que nooooo, que se habla después no durante. Ni caso). Al final, agotadas ya digo, nos tiramos + que sentarnos en una terraza vacía. Ahora en silencio (nuestro mundo al revés, el de las chicas digo).

Me he enamorado- dice Itzi de repente.
¡Ah! ¿siii?- dice la que se fue.
Estas cosas, pasan- digo yo (Itzi estaba casada).
Ya, pero es que trabaja conmigo- Itzi.
¿Y eso te dificulta la vida?- yo.
Algo. Pero es que, además, es mi jefe y...
¡Joder, Itzi, no te líes con tu jefe!- yo.
Bueno, bueno,...- Marisa en plan guasón total (ella era así ¡Cuánto te echo de menos).
¡No he terminado!- Itzi.
Perdona- yo.
¡Ah! ¿pero hay más?- Marisa.
… es una mujer- Itzi, expectante, mirándonos a las dos.
¡Ay va! ¿No sabía que te gustaran las chicas?- yo.
¿Y que tiene esa que no tenga yo?- Marisa.
Jajajajajajajajajajajajaja... las tres. Después de las risas, Itzi se puso muy, muy seria y nos dijo:
¿Sabéis una cosa? A mi no me gustan las chicas, no me han gustado nunca. Ahora me he enamorado, sí, pero no de una mujer, no, de una PERSONA. Y ha resultado que detrás de la persona, había una mujer, pero yo no me fijé en ella, os lo juro, no la vi. Me la encontré de pronto y, cuando ella asomó, yo ya estaba perdida.
Me quedé pensando, mucho, sin hablar. Al final le dije:
Tú, es que eres valiente ¿verdad?
¡Qué va!, no tengo ni idea de qué hacer ahora.

Mi amiga sí es valiente, lo ha sido siempre, pero su jefa tenía pareja y ningún ánimo de desestabilizar su relación. Mi amiga no llegó a cruzar el umbral de su incertidumbre, pero las tres pensamos mucho sobre ello. Sobre los prejuicios, sobre el amor, sobre el deseo,... y nos dio para muchas, muchas charlas de lo + interesantes y de lo + divertidas también.

Es una pena que ésto no os lo cuente Itzi: es lingüista y tiene un manejo del lenguaje impresionante (a mí siempre anda corrigiéndome mi leísmo, entre otras muchas cosas). Bueno, he hecho lo que he podido con mi lenguaje y con mi recuerdo. Por si os sirve para pensar... en las personas, que están siempre detrás de lo que se ve primero (aunque Itzi viera primero a la persona, pero ella es muy, muy lista. Creedlo, que la conozco muy bien).

CARMENCHU -

Hola Alejandro:

El 10 de Enero, a las cuatro de la tarde, en el debate del canal plus, estuvieron hablando de esta peli y su autor.

-La vida de Gil de Biedma
El director de Cine, Sigfrid Monleón, y el actor Jordi Mollá.-

El moderador José María Calleja, le hizo una pregunta al Jordi Mollá, acerca de si se llevaba los personajees que interpretaba a casa.
Contesto:
- que dependía del personaje, pero en este caso, si, se lo llevaba a casa, y le encantaba levantase todos los días de rodaje para representarlo, e incluso le estaba agradecido al poeta porque le habia ayudado autoconocerse, y a partir de ahora había decicido llevarlo consigo.Me pareció muy hermoso el comentario, porque lo decia desde bien adentro.

Tmbién le preguntaron al director, otra pregunta y ante la pólemica de si se lee o no se lee ,actualmente, este género literario. Independientemente del aspecto cuantitativo, es necesario en mi opinión hacerla, leerla, vivirla..

Gracias por descubrime algo de este autor tan intenso y especialmente valiente.

¡hasta ponto¡

Carmenchu

pdta: te recomiendo ver algún debate y llevarlo al áula, creo que pueden ayudar a generar debates actuales y significativos. son creadores de conciencia social y de aprendizajes significativos de plena actualidad.

Benja -

Vaya poema!!

En primer lugar, rectificarte Alejandro, que el protagonista es Jordi Moyá o Mollá. Y he visto algunos trailers y en las noticias sobre la película.

La verdad es que yo también tengo profesores de instituto a admiré y supongo que sigo admirando a día de hoy. Y esas personas son las que nos dejan huella, como ejemplo te tenemos a tí y tus recuerdos.

Los profesore de asignaturas como Literatura o Filosofía yo los veo realmente como gente especial, yo recuerdo que mi admiración hacia Lorca empezó por una profesora de Literatura de 4º de la ESO y como ella me motivó para superar la asignatura y como mostraba su amor por su profesión, al igual que el profesor de Literatura de 2º de Bachillerato que nos dejaba fumar en clase y sobretodo le procupaba que entendieramos y nos gustase la lectura por lectura, porque queríamos, no por obligación (que de esa hubo y por eso odio a Unamuno).

La verdad es que el poema me ha encantado y es una pena que nunca llegara a estudiar a los poetas de la postguerra y el Franquismo con suficiente profundidad... Pero siempre me quedará Lorca y mi obra favorita "La Casa de Bernarda Alba", la cual debo decir que me encantaría representar sobretodo desde que supe que habia actores que interpretaban el papel de Bernarda (como Luis Merlo).

Un abrazo.

Benja

Alejandro -

Hola Gloria y Paloma

Y desde luego también al resto que se haya acercado por aquí.

Interesante cuestión esta de si aprendemos más o menos en contextos de clase o fuera de ellos, y qué tipo de contexto es éste entonces.

No lo sé. No lo sabía cuando empecé con el tema del blog, y no lo sé todavía.

Sobre la película, decir que podría haber estado mejor. El personaje de Biedma me gustó, muy buena la interpretación. Me gustó y me creí al personaje visto en su contexto familiar y laboral, no tanto, y es una pena, en el contexto de sus amigos. Sí me lo creí más en el contexto de sus aventuras amorosas, pandémicas y celestes.

Y refleja algo de una época que ya no existe y a mi generación le cuesta comprender, los años de la represión política, cultural, social. Se ve un poco todo eso, y mejor que se podría haber visto. Creo que fallan sobre todo los diálogos entre esos integrantes de la "gauche divine" catalana de la época, que sería más complejo e interesante de lo que aparece.

Pero bueno, me gustó ver el trasfondo de algunos poemas.

Lo mejor, sin duda, sigue siendo la obra poética de este personaje tan complejo.

Selecciono cuatro poemas más:

Por lo visto es posible declararse hombre.
Por lo visto es posible decir no.
De una vez y en la calle, de una vez, por todos
y por todas las veces en que no pudimos.

Importa por lo visto el hecho de estar vivo.
Importa por lo visto que hasta la injusta fuerza
necesite, suponga nuestras vidas, estos actos mínimos
a diario cumplidos en la calle por todos.

Y será preciso no olvidar la lección:
saber, a cada instante, que en el gesto que hacemos
hay un arma escondida, saber que estamos vivos
aún. Y que la vida
todavía es posible, por lo visto.


Este poema, je lo recuerdo con cariño. En la facultad se lo escribí en plan admirador a una chica que me gustaba, ja... sin mucho éxito. Lo escribí y se lo di, sin mediar palabra.

¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas!

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después, de lo negro surgía
tu mirada.


Este último, lo dedico a todos los que estamos en esta comunidad de aprendizaje virtual, es el mejor para finalizar ahora, creo:

AMISTAD A LO LARGO

Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.
Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban las noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
--esas que ya no dicen cosas--,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.
Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos a los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que no sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.
Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

Gloria -

Hola Alejandro,

he leído el poema una vez, disfrutándolo pero impaciente por ver qué seguía, y no he querido leerlo una segunda (quizá más adelante) porque me da miedo distorsionar la sensación, primigenia y genuina, con la que me he quedado.

Me ha encantado, como su título. Es increíble la cantidad de cosas que se me han pasado por la mente durante los dos o tres minutos en que lo devoraba: sobre todo imágenes fugaces, combinadas con los ideales que persigo, que se han visto frustrados pero a la vez confirmados, alejados pero también encontrados... curioso... transición en la búsqueda, cambio de patrones... definición de una misma al fin y al cabo.

Espero que disfrutaras de la película que comentabas, que supongo te habrá traído aún más recuerdos de tu juventud, de la semana de inmersión poética, y de esos dos profesores a los que tan bien describes y a los que a mí también (ja) me gustaría parecerme.

Como bien dice Paloma, leer cosas así estimula, y mucho. Creo que estamos empezando creativos este año... jajaja. También creo que en espacios como estos (a los que yo ya no considero “contextos de clase” de ninguna forma) es donde más aprendemos, encontrando vías abiertas...

Ah! en relación al cierre Paloma... Me ha recordado una cita que leí hace poco:

“Uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos el mundo” (Arnold H. Glasow).

Paloma -

Bienvenido.

Me muero de curiosidad por saber qué has hecho durante estas vacaciones para volver tan activo y prolífico.

Es estimulante, en estos momentos de transición mirarse en un espejo como el tuyo, o al menos, así lo vivo.

En otras entradas de tu blog, ya nos regalaste poemas que estimulaban la acción y el pensamiento, recomendaban elegir caminos poco transitados, hacer viajes a lugares del recuerdo donde astutos aventureros se mostraban como tales sin tener en cuenta el destino más que el camino o... nos hablaste del valor del intento en sí mismo como lo único que podemos manejar a conciencia.

¿ Cuando de aprende más en el contexto de clase o fuera de él?Como dirian mis alumnos...A ver ...si tu eres de psicología ¿Por que nos enseñas a los poetas?

Yo, no dejo de aprender contigo y de encontrar vías abiertas para mi curiosidad que provienen de tus viajes a Itaca o de tus intentos, de no querer que vuelvan los principios dormitivos y en esta ocasión de trascender los actos hacia una concepción del amor más sublime.

Como esos profesores a los que aludes, yo también, creo haber encontrado en tí modelo y ejemplo de lo que una vez pensé o intuí que podía ser la enseñanza.A través de las intervenciones en el aúla y fuera de ella.

¡Cuánto aprendo de lo que sé que no sé!y... cuanto de lo que creía que sabía y no era así.

Reitero mi suerte por poder abrir las ventanas y encontrar
luz y color en este frio invierno.

Gracias.