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El viaje de Telémaco

Un darthencuentro inesperado

Un darthencuentro inesperado

Me gusta conducir. Más cuando hace un día tan espléndido como el de hoy. Más cuando conduzco sin prisa, notando la fluidez del tráfico, la fluidez del coche, la fluidez del viento, la fluidez de mi respiración, la fluidez del tiempo, la fluidez de mis pensamientos, la fluidez de lo que voy sintiendo. Momentos así son buenos ejemplos de un breve instante de felicidad.

El caso es que mientras estaba en este momento de fluidez (tiempos fluidos que diría el personaje de Jorge que tan bien está calando Benja) he recordado algo que me pasó esta semana. Es una de esas cosas que aparecen de repente, en la memoria quiero decir. Se olvidan y se recuerdan en momentos de fluidez mental. No aparecen en momentos de concentración, de orientación al logro, de prisas por concluir alguna tarea.

Cerca de la facultad hay unos soportales. Y al final de esos soportales, girando a la izquierda hay un horno. Es un horno de barrio, ahí reside gran parte de su encanto. Otro encanto es que se venden unos vinos excelentes, y no me preguntéis por qué. Es un vino manchego que se llama Silencio. Como el silencio de los momentos en los que se fluye.Otro encanto es que frente al horno hay un parque, que invita al paseo, para distraerse o meditar sobre algo. No sabía yo que cuando me dirigí al horno aquel día para comprarme algo para merendar, iba a terminar comiéndome una palmera de chocolate curiosamente acompañado, en dicho parque.

¿Qué desea? Me preguntó el bonachón que regenta el horno. Es cierto, es muy bonachón. Una palmera de chocolate -contesté. Fue terminar de decir la frase y notar una presencia extraña. Apenas había oído la puerta al abrirse. No me giré. Pensé que sería cualquier persona del barrio. Yo estaba concentrado en mi palmera de chocolate. Una voz metálica se impuso, una respiración entrecortada me alertó. -Póngame otra a mi-. Increíble pero cierto, me giré y ahí estaba, mirándome, después de tanto tiempo, ¡¡ Darth Mcguffin !!, después de tanto tiempo, ahí estaba, comprando una palmera de chocolate en el horno más cercano a la Facultad.

Me clavó su mirada impenetrable. O eso pensé yo, dado que apenas podía entrever qué había tras esas lentes tintadas que escondían sus ojos. ¿Cómo diablos se va a comer la palmera? Eso es lo único que pensaba yo. Me miró y habló: -Vamos al parque, podemos hablar un rato-. Cogí mi palmera, le pegué un bocado y allí salimos Darth y yo, ante la mirada atónita del bonachón dependiente, que no terminaba de creerse  lo que ocurría delante de él.

Total que ahí estábamos Darth Mguffin y yo comiéndonos nuestras palmeras de chocolate en el parque.

Darth M: ¿Qué tal? ¿Hacía tiempo que no nos veíamos?

Yo: mnnnn¡¡... mnn... (ese es el sonido al hablar con la boca llena de palmera).

Darth M: No te entiendo nada.

Yo: Pensaba que ya no te iba a ver. La verdad es que bien. Estoy bastante ocupado, pero al mismo tiempo ilusionado con lo que queda por delante en los siguientes meses. Estoy cansado y al mismo tiempo con curiosidad por saber cómo va a ir terminando el curso. Vamos, lo normal en estas fechas.

Darth M: Menuda respuesta mediocre. Eso se lo puedes decir a cualquiera.

Yo: Joder, bien empezamos. Tienes razón. No es exactamente la respuesta que podría dar si respondo con plena sinceridad. Tengo dudas. Estoy en ese momento del curso en el que dudo de todo. Ese momento del curso en el que estoy un poco impaciente. Ese momento del curso en el que tengo curiosidad por saber qué se les pasará por la mente a mis alumnos, si es que se les pasa algo. Ese momento en el que me pregunto, ¿estaremos yendo hacia algún sitio con estas clases? ¿quedará algo de todo esto? ¿les estará sirviendo de algo? Vamos esas cosas. Y soy un impaciente. Sé que tengo que esperar... y confiar. Esperar y confiar.

Darth M: ¿Y qué pasa con los blogs? Acaso no escriben, ¿acaso no estaban pensados para que se pudieran expresar? ¿acaso no te servirían para calibrar lo que piensan, lo que dudan, lo que cuestionan, lo que les gusta?

Yo: Sí, los blogs. Cada año el tema de los blogs es diferente. Recuerdo cuando escribí hace dos años ese artículo titulado pomposamente "El blog ha muerto, viva el blog". Pues a veces tengo la impresión de que pasamos por lo mismo. Sí que hay gente escribiendo, y cuando les apetece o tienen realmente algo que contar, pero no sé si es la tendencia general.

Darth M: ¿Acaso tú escribes todos los días o todas las semanas?

Yo: No. La verdad es que no. Muchas veces, como diría otra bloguera, creo que rumio más que escribo. Al escribir parece que uno está en un constante diálogo con uno mismo. Es como tenerse a uno mismo como interlocutor. Uno puede reflexionar, hacerse preguntas, tratar de responderlas o no.. mantener la duda. La verdad es que no soy muy distinto a ellos.

Darth M: Te exiges demasiado y les exiges demasiado. En el fondo ansías algo que no existe, una perfección dífícil de lograr. Además si todos escribieran mucho, ¿podrías seguirles a todos? ¿es que quieres sentirte tranquilo porque escriben? ¿sería esa la prueba definitiva de que están pensando? Creo que sólo buscas tu propio sentido de seguridad.

Yo: Joder, cómo estás hoy. Por cierto, ¿no te vas a comer ese pedazo de palmera?

Darth M: No, toma.

Yo: Gracias.... pues eso... tienes razón. A veces creo que sólo tienen mis asignaturas, ja... cuando a mi me pasa lo mismo, a veces estoy en tantas cosas que sólo tengo tiempo para rumiar antes de poder sentarme y escribir. Creo que estoy preocupado por ellos pero también estoy preocupado por mi y mi relación con ellos. Quiero decir, es como lo que te decía antes, ¿encontrarán sentido a lo que estamos haciendo? ¿y cuál es el sentido para mi? ¿necesito saber lo que piensan para que tenga sentido para mi? La verdad es que por suerte tengo más información, aparte de los blogs.

Darth M: Te comes demasiado la cabeza. Creo que la Primavera no te sienta bien. ¿Te golpeaste la cabeza el otro día cuando subiste al Ecce Homo?

Yo: Ja... no. Simplemente es mi impaciencia, creo. Además exagero. Últimamente he leído algunos blogs excelentes, de Teresa, de Paloma por supuesto, de Rosa, de Petra, de Jaione, de David, y muchos otros, o sea... que creo que exagero.

Darth M: Eso me parecía a mi. Por cierto, ¿cómo va lo mío?

Yo: Uy lo tuyo... La verdad, para ser sinceros, no lo sé. Yo creo que la mayoría ni se plantea lo que es un McGuffin, o para qué sirven.

Darth M: Qué pena, y yo viniendo desde tan lejos para esto.

Yo: Bueno, creo que es normal. Últimamente hemos estado ocupados con clases muy técnicas como para encima empezar a "allendear", para empezar a ir más allá dinámicamente... Pero hay gente que sí tiene interés. El otro día por ejemplo, me enviaron un correo muy curioso. Me preguntaban si los tests que evaluábamos eran un McGuffin, ¿no te parece genial?

Darth M: Ja ja... muy buena pregunta. Prefiero la pregunta que cualquier respuesta. Imagino que no responderías, imagino que no finalizarías ese proceso de generar hipótesis tan interesante.

Yo: No, aunque tentado estuve. No sé si este año te descubrirán. Has generado muchas líneas en paralelo. Tal vez, si hubiera más alumnos de 4º en 5º....

Darth M: Ya... qué taimado... ya me extrañaba a mi que se te ocurriera la actividad esa de ver  "La Clase".

Yo: Oye, que creo que será genial. Todos juntos, reflexionando sobre algo que nos resultará tan cercano, a veces  incluso tan dolorosamente o inquietantemente cercano. Aún hay escenas que me siguen impactando cuando las recuerdo... pero no quiero anticipar. Te hubiera gustado la clase de DA del miércoles.

Darth M: No estuve muy lejos, je je... creo que se podrán generar buenas conexiones, al menos si las quieren tener en cuenta. Y hablando de conexiones...

Yo: Ya ya... conectar o no conectar... ya ya... queda poco. Dentro de poco empezaremos a explicitar esto de las conexiones, y su relación con el pensamiento abductivo, y su relación con...

Darth M: el McGuffin mismo¡¡¡ Ja ja

Yo: ja ja...

Darth M: Oye en serio, ¿no te golpeaste la cabeza al bajar el Ecce homo? ¿o te dio demasiado el sol?

Yo: No creo que no. Simplemente, creo que las clases lineales están sobredimensionadas. Luego nos quejamos que nuestros alumnos no son creativos, o prácticos (en el sentido de inteligencia práctica, claro), ¿pero cómo lo van a ser si sólo están acostubrados a seguir protocolos lineales?

Darth M: Ya, como una receta de cocina, ¿no? No sé si tendrás tiempo de completar esto, y hablar algo de "la pauta que conecta" o "del beso de la muerte".

Yo: No lo sé, imagino que sí. Al fin y al cabo, creo que ya hemos hablado de todas estas cosas. Es como decía alguien en su blog, o como me decían en HHSS el último viernes, ¿cuándo encajará todo esto? ¿cuándo veremos o entenderemos lo que estamos haciendo?

Darth M: Ya... creo que lo importante es hacerlo, al menos hacerlo. Luego siempre puede haber espacio para reflexionar sobre ello. ¿No?

Yo: Bueno, eso espero. Ya te decía que aún tengo dudas. Siempre tengo dudas en este momento del curso.

Darth M: Bueno, si se duda, ¿no se existe?

Yo: Eso dicen....

 

Y tras estas palabras, Darth McGuffin desapareció más rápido que como corta una barra de acero una espada láser. Ahí estaba yo, en mitad del parque, con restos de dos palmeras de chocolate, sonriendo y disfrutando de un breve momento de descando. Tras respirar profundamente me levanté y me volví hacia la Facultad. Tenía que preparar una clase.

 

 

10 comentarios

Gloria -

Este Darth siempre aparece cuando menos te lo esperas, siempre sigiloso.
Aunque la última vez, la tarde de la palmera de chocolate, pareció más amigable, veo que hay factores comunes, un patrón que se repite... el Sr. McGuffin siempre te cuestiona...
¿Qué te quiere decir el lado oscuro, Alejandro? :)

*Como comentaba el licenciado... "¡Bendita locura"!

Marga -

Hola a tod@s!

Mi nombre es Marga y llevo 4 años estudiando pedagogía en Madrid.
La verdad, estoy muy descontenta con el plan de estudios y fundamentalmente con la metodología. No entiendo que le pasa a la gente de mi generación, pero por lo menos en mi grupo-clase mostramos la misma profundidad reflexiva que un plato de sopa y, quiero concretar que me incluyo en ese grupo. Espero que nadie se sienta ofendid@ pero mostraré un ejemplo que lo ilustra y que ha provocado mi crisis.
He escrito varios artículos acerca del movimiento feminista en Francia sobre figuras como Nelly Roussel (1872-1922) y Madeleine Pelletier (1874-1939) que fueron pioneras en plantear temas como la libertad sexual y el control de la natalidad y de España sobre Concepción Arenal (1820-1893) y Emilia Pardo Bazán (1851-1921). Pertenezco a un Movimiento de Renovación Pedagógica y mantengo contacto con otros en la zona rural del Este de Madrid y podría seguir contándoos mis inquietudes respecto al género, pero no es el cometido de este post…
El motivo es mucho más banal que todo eso. Unas semanas atrás mi madre cocinaba una deliciosa tortilla de patata. Yo venía muerta de hambre de la universidad. Le di un beso como de costumbre y le pregunté ¿te ayudo?, a lo que ella me contestó ¿Qué me ayudas a qué? Y seguidamente entendí lo que podríamos llamar “un acto fallido”.
Hemos trabajado barbaridad de veces en clase la teoría piagetiana del sujeto en conversación con el mundo, el sujeto/objeto, los procesos la asimilación y la acomodación, los feedback y feedfoward; eso junto a las teorías de VygotsKy, que parece que no existe nada más en el panorama pedagógico.
Y después de teorizar, escribir artículos algunos de los cuales me han publicado tengo la pachorra de decirle a mi madre la santísima barbaridad de ¿te ayudo?, ¿es que estoy dando por hecho que son sus obligaciones (domésticas) y que yo puedo darle cierta liviandad ? O mejor dicho, ¿de qué manera lo que asimilo a través las clases, de charlas con los compañeros, de todos los libros que he leído, charlas, conferencias se acomoda?, ¿Cuándo sabré que he aprendido algo?. Creo que aprendemos en términos superficiales, lo cual nos sirve para cambiar únicamente las premisas, las conductas y no los paradigmas, las creencias. ¿No es ésto una evidencia de que en realidad no he entendido nada y que he trabajado durante todo este tiempo sobre este concepto en abstracto?
Os parecerá una tontería pero parte de mi identidad tiene que ver bastante con ésto. Creo que para dedicarte a la docencia hay que estar bastante “limpi@ mentalmente” de este tipo de ideas porque sino acabamos proyectándolas sobre nuestros alumnos y reproduciéndolas. La verdad me da miedo verme el día de mañana dando una clase magistral acerca de normativización del sistema, de la opresión en la conceptualización del género y llegar a mi madre y decirle la estupidez de:”¿te ayudo?
No sé cual será la solución; pero creo que es necesario dar un cambio a las metodologías de manera que permitan realizar aprendizajes profundos y dejemos de aprender para aprobar. En mi caso particular para no creerme las mentiras que me he estado contando hasta ahora… ahora sé que ni soy tan feminista, ni tan liberal, ni tan comprometida y sólo he tenido que prestar atención a lo que hago.
Un saludo y enhorabuena por el blog, cuesta encontrar cosas así. Ánimo!!!!!!!!!

Juanjo. -

Soy primerizo y uníparo , así que disculparme sino me ajusto a los cánones, "es la primera vez que escribo en un blog"
Sin duda un bonito contexto. Espero aportar algo de luz a este enigma y para ello, he recogido algunas voces acerca de quién ese tipo vestido de negro que come palmeras.

Los más racionalistas dicen que no se trata de un personaje como tal, sino de una especie de autor implícito, una autoridad narrativa más “elevada”, un agente que se sitúa entre el autor real y el narrador como el medio mediante el que evaluamos las versiones verdaderas y falsas de la historia. Digamos que el autor implícito sitúa la narración en un contexto que permite al receptor decidir el tema en cuestión.

Otros hablan de él como de una especie de Demiurgo que trata de falsear la realidad y convencerte de aquello que no es y donde realidad y ficción se confunden y a la par se complementan.

Tres asiduos del barrio “el Chusta, el Pela y el Cabra” dicen que es una especie de tribu urbana, creo que los llaman “góticos” y que son personajes muy oscuros y siempre deprimidos. Una especie de Robert Smith pero con la voz metida en una tinaja o en una especie lata de sardinas.

Y mi padre dice que le parece imposible que ese tío coma palmeras... ya ves, pues para él, ese tal Darth no tiene pinta de tener el encéfalo altamente desarrollado y mucho menos tener el opositor del pulgar y, que lo de coger el periódico es un montaje de photoshop.

Así que, estos momentos de incomprensión, me generan cierta “incomodidad” y normalmente lo resuelvo visitando a un viejo amigo, una especie de”mentor”. Se trata de Erni Locuasto. Una especie de personaje de suburbio que conocí a través de J. Luis Albite. Erni no es que sea un tipo inteligente. Decía que aquello de la inteligencia le venía de herencia y que lo había heredado de los genes de su padre pero que con el tiempo había conseguido superar sus propias limitaciones biológicas.
Su padre era un tipo rudo que había asesinado a su madre y tuvo la sangre fría de enterrarla en la cocina. No tardaron mucho en cogerle. El padre de Erni no cayó en la cuenta de que vivían en un cuarto. Erni evita pronunciar su nombre y yo por respeto tampoco lo hago.
Sabe en cada momento lo que tiene que hacer porque dice de sí mismo que tiene la actitud de una especie de perro perdiguero.
Así que me planté en mitad del Savoy. Bajé las escaleras y allí sentado al final del local divisé su silueta.
Larry tocaba al piano “Autumn leaves” y al verme pasar levanto ligeramente la cabeza.
Me senté junto a él y me encendí un cigarrillo. El halo de luz del mechero me permitió observar el rostro rígido de Erni.
Sin mediar palabra me soltó un bofetón. El cigarrillo salió despedido de mi boca y fue a parar a los pies de Larry que marcaban el contratiempo del Swing.
ERNI: ¡No te hagas el hombrecito conmigo! Deberías volver sobre tus pasos. ¿Cuando narices te vas a destetar?
YO: No lo sé.
ERNI: Esa no es la mejor respuesta que podrías darme.
YO: Lo sé... pero hay un tipo en la ciudad... un tipo extraño, nuevo, nadie le había visto antes...
ERNI: Estoy al corriente. Ese Darth es un tipo “subversivo” (sonríe)... me cae bien, al igual que su amigo.
YO: Se habla por ahí que se trata de una especie de revolución cultural.
ERNI: ¿y tú que crees?
YO: No lo sé, no encuentro nada en la literatura especializada que hable de los dichosos Mcguffin.
ERNI: ¿No va siendo hora de que emancipes tu pensamiento de las teorías y encuentres relaciones de otro tipo? Me parece que estás altamente contaminado, pero aún puedes rescatarte a ti mismo.
YO: ¡Necesito una respuesta!
ERNI (Golpeándome de nuevo). ¡Olvida las respuestas! Y atiende de una vez a como te sientes en el mundo y qué narices haces en él.
(Noto un cierto pitido en mi oído provocado por el bofetón)
YO: ¿Oye Erni crees que es necesario lo de los bofetones? Quizás muera alguna de mis neuronas... ya sabes lo que se dice.
ERNI: Es simplemente para que despiertes de tu letargo y te lo pienses dos veces antes de venir aquí a por respuestas. Volveré a repetírtelo de nuevo: vuelve sobre tus pasos, deshaz lo hecho, desaprende lo aprendido y quizá encuentres algo entre ese montón de basura que tienes en la cabeza.
¡Por cierto!, ¿este domingo echan otros seis capítulos de “Perdidos”?
YO: (confundido) Si, pero no me gusta. Además Erni... a un tipo duro como tú no le pega ver ese tipo de cosas. ¿Quién puede creerse que un oso polar aparezca en mitad de la selva tropical?
ERNI: (Dándome una bofetada de nuevo)
Eso lo explica todo. Con ese pensamiento lineal y estableciendo relaciones de tipo causal jamás entenderás que es un Mcguffin. Deja de una vez de centrar tu atención sobre los objetos y extiende tu mirada más allá de los limites de tu propio entendimiento.

Y salí del Savoy sonriendo con la cara caliente y los pensamientos fríos. Sabía que algo había cambiado pero aún no era consciente de qué se trataba. Normalmente cuando creo entender algo sonrío, es como una especie de hachazo en la cabeza. He encontrado una explicación lógica y esa sensación de incomodidad desaparece. Me agarro a ello como un naúfrago a una tabla y no existe nada más.
Erni seguro que me diría:
- Muchacho, ¿seguro que has entendido algo?
¿Crees que una simple sonrisa es evidencia de ello?
¿No crees que pueda tratarse de una pseudocomprensión en medio de una experiencia de flujo?

Rosa Mª Martin -

En primer lugar, decirte Alejandro que esperes y que tengas paciencia, ya verás como finalizamos el curso mejor de lo que esperábamos, junto a Mcguffin, que ya es como si fuera de la familia.
Personalmente, tengo que encontrar el momento adecuado para escribir en el blog. Esto es lo que me enriquece del Blog, escribir cuando sientes la necesidad, y no por una obligación. Ahora SI, me siento con la necesidad de dar darte una respuesta, para tranquilizarte y decirte;
Caminante, son tus huellas
El camino y nada más
Caminante no hay camino,
Se hace camino al andar.
Por otro lado, no me parece que falta de interés sea un factor equivalente a no escribir en el Blog. Seguro que mucho de nosotros si tenemos interés y motivación hacia tus dos asignaturas de Dificultades y Habilidades, aunque no escribamos en el Blog con regularidad.
Cuando nos preguntas en habilidades sociales ¿Qué creéis que vamos hacer hoy? Personalmente pienso “Cualquier cosa que se salga de la normalidad”. Y eso es lo que caracteriza a tus clases. Y al jugar con esta Innovación, despierta interés en tus alumnos.
Animo y esperamos palmeritas de chocolate en tus clases!!!!!!!!!!!!!!!!!



Paloma -

Curioso y privilegiado encuentro. ¡ Ten cuidado !.
Te lo digo porqqe el otro día, cerca de la facultad a me encontré con George Clunny y como estoy tan apurada rumiando sobre los McGuffin y no sabía de qué hablar con él pues empecé por ahí a ver si el podía ayudarme.(Creo que se está convirtiendo en algo obsesivo). Pues nada... yo explicándole, diciendole y el mirándome extrañado como si estuviera viendo a Darth comerse una palmera de chocolate. Me invitó a café, gesto que aprecie bastante, y cómo no encontrabamos ningún punto claro me marché y allí le deje disfrutando de su expresso.
Menos mal, que luego encontré a David que me aclaró algunos puntos para seguir con mi exploración ( ¿ Con quién hablará este chico para tener las ideas tan claras?)

En fin, Rosa si vas a por la palmera y el vino, dimelo que voy contigo.

Laura ¿ a ésto se le puede llamar creatividad?.

Entre alma y el blog...
¡¡¡ Vaya tardecita que llevo...!!!

victor -

Lo primero, desearte que la fuerza te acompañe. Lo segundo, ¿existe el verbo macgufinear? Porque me mosquea que se trate solo de un sustantivo. Los sustantivos tienen la peculiar capacidad de ponerme nervioso. Me molesta que estén ahí ellos, tan cadenciosos, tan inmóviles, tan impertérritos, distinguiendo lo que es de lo que no es, definiendo el mundo como si se tratase de algo que les perteneciese, que sin ellos sería como un caparazón vacío o el esquelto de una gallina, que solo sirve, en el mejor de los casos, para hacer caldo. Un verbo, como mucho, admiten plural o singular, femenino o masculino. ¡Fíjate qué nivel! Los verbos tienen algo de grácil, de sutil, de innacabado. La mayoría se mueven, sobre todo los transitivos. Su dinamismo les hace poco fiables, es verdad, pero también les confiere flexibilidad y capacidad de adaptación. Un verbo, independientemente de su conjugación, puede estar en presente, en pasado, en futuro. Puede tener voz pasiva o activa , serimperfecto, perfecto e incluso ¡pluscuamperfecto! (aunque yo no he conocido a ninguno, excepto a mi padre). En fin, para qué seguir. Desde mi punto de vista, un verbo le da mil patadas a un sustantivo. Fíjate si es así que Dios, para venir al mundo dijo "y el verbo se hizo carne". Si hubiera dicho, "y el sustantivo se hizo carne" la gente habría dicho, "pues vale...". Quizá si el macgufin se hiciese verbo...
Greetings from England

Gloria -

“Ay, taimado…” (--la actividad promete!), a muchos nos gusta allendear (incluso, te diría... que rumiar :) ), pero… ¿cuándo nos darás el placer de ofrecer alguna pista, pequeños esbozos, sobre ese Darth devorapalmeras y sus McGuffins del que algunos apenas sabemos…?

En fin… tiempos líquidos, todo líquido...

(Precisamente hoy leyendo me he marcado un libro que me ha llamado la atención!! “Los retos de la educación en la modernidad líquida”, “de un sociólogo, un tal Bauman”…jaja, cosas que le pasan a una).


Rosa -

¡Qué barbaridad, Alejandro, pensé que realmente sí te habías dado un golpe en la cabeza! Pero finalmente encontré la clave de esto que pretende ser un mcguffin pero que no lo consigue...por lo menos yo creo que no me ha despistado y quedan bastante claras tus sugerencias, impaciencias, curiosidades...
¿Te gustaría saber como va acabar el curso? ¿eh? ¿Y saber que es lo que aprendemos y que es lo que perdemos por el camino? ¿Si nos servirá o no para nuestra práctica como Orientadores? ¿Si se han desplegado nuevos procesos de aprendizaje cuando “alledeamos” o solamente cuando se producen instantes de los protocolos lineales a los que dices que estamos acostumbrados y que impiden que nuestra creatividad se despliegue? (Del tema de la creatividad ya hablaremos en otro momento).

Parece como si tu blog quisiera funcionar como un catalizador, como un resorte que pueda desatar algo. Quizá y lo digo por mí, aún tu incertidumbre no tiene respuestas. No se si realmente estoy aprendiendo lo que esperaba, ni de la forma que esperaba, lo que se es que es un proceso distinto, que se donde empezó pero que no se donde acaba y si acaba. Rellenar esos “vacios” que se producen en este tipo de metodologías es algo muy particular, porque al final cada uno/a moldeamos el aprendizaje a nuestro gusto y según nuestras necesidades. Espera y confía...quizá el resto ya es responsabilidad de los participantes en esta aventura. ¿Conexiones? Empiezan a surgir tímidamente, el espacio está, los contenidos están, el clima está, quien nos guíe en este proceso de cerrar círculos está, materia prima hay, así que solo se trata de acorralar la curiosidad sobre el final de esta nueva aventura y esperar a ver que ocurre.

Un día de estos, cuando el tiempo me lo permita intentaré comer una palmera de chocolate de ese horno tan especial, donde venden el vino manchego del silencio...y entonces te contaré...

Rosa

David -

Vayan por delante estas gotas de literatura de la mano del genio Unamuno, que creo vienen a caso:

-¿Dialoga? ¿Con quién?
-Consigo mismo. Nuestra conversación interior es un diálogo y no ya sólo entre dos, sino entre muchos. La sociedad nos impone silencio y una conversación ficticia. Porque la verdadera conversación es la que sostenemos en nuestro interior. Después que usted y yo nos separemos continuaremos conversando uno con otro y yo me diré lo que debía decirle ahora y no se lo digo y me contestaré lo que usted debe contestarme y no me contesta. ¡Si usted supiera cuánto me acuerdo de las cosas que debí decirle a usted en tal o cual ocasión y no se las dije! Ya ve, pues, cómo puede uno acordarse de lo que no fue, sino debió haber sido.
-Pero es que si uno se acuerda de ello es porque de uno o de otr modo fue.
-Es usted un racionalista impetinente y formidable, y a un hombre así no se le debe recitar poesías. (O.C., III, 378-79,) (Del Sentimiento Trágico de la Vida, 1910)


Por cierto, tienes alumnos muy raros, ¿no crees? ¡Vaya cosas te preguntan!

Laura -

Hola Alejandro
Eres genial descolocando y volviendo a colocar las piezas del rompecabezas...
Por cierto, que mi "creatividad" siempre te la deberé a ti y siempre te estaré agradecida.
Saludos