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El viaje de Telémaco

Excítame, excítate, excitémonos

Excítame, excítate, excitémonos

A partir del título, cualquier lector, especialmente aquellos que estén inclinados a favor de las tesis psicoanalíticas, podrían pensar que ya estoy pensando "en lo único" ja... como decía un antiguo profesor mío. Quién sabe, puede que no esté muy desencaminado. 

Estoy excitado. Llevo como tres semanas viviendo un alto nivel de excitación. A veces onanista, a veces en una pareja, a veces en tríos, a veces en una orgía grupal, no del todo desenfrenada (no olvidemos las buenas costumbres...) pero bueno, un poco desenfrenada. 

Me he dado cuenta que lo que realmente me excita es la actividad de lo que podríamos llamar "dar clase". Para mi dar clase tiene lugar cuando estoy dando un clase (nunca he dicho que sea muy original ;) pero también desde luego antes de la clase, mientras estoy dándole vueltas a lo que vamos a hacer, y sobre todo (curiosamente) después de la clase. Para no perder parte de esta excitación posterior a acto de la clase (debe ser que practico algún tipo de tantra docente de tal manera que se mantiene el orgasmo intelectual más allá de las posibles eyaculaciones en forma de ideas, actividades y conversaciones), he llegado a grabar la continuación de esta excitación en mi coche, para luego compartirla, eso sí, por pudor sólo en un formato audible. A ver si así logro mantener o despertar la excitación de otros. De momento esto lo he hecho con alguien, que me excita y me lleva más allá con sus preguntas, pero como soy un poco promiscuo, creo que sería interesante más adelante proporcionar más actividades excitatorias, da igual si son homos o heteros, que para la excitación de la que hablamos, tanto da. 

Realmente contribuye mucho a esta excitación conocer las posibles excitaciones de los demás, cuando visito otros lugares, donde cada cual da forma a sus creaciones excitatorias personales, a veces también en pareja, incluso tríos. Algunos relacionándose con conocidos o con desconocidos. Ya veremos cómo termina esto. 

El caso, es que pensaba en algunos procesos fundamentales en el aprendizaje, como es la creatividad. Como todo proceso necesita practicarse, necesita un contexto que lo facilite (al hablar de contexto, voy más allá de un modelo individual de creatividad, creo que la creatividad se logra al estar incluído en comunidades de las que se aprende y a las que se contribuye de manera recíproca). Las nuevas tecnologías facilitan esto, al permitir comunicaciones más rápidas y extensas. Pero el fenómeno no es en absoluto nuevo. Sólo basta recordar las conversaciones intelectuales que se mantenían entre figuras relevantes de la Ciencia y las Artes, por medio de correspondencia epistolar, el medio de la época. Sin duda, los contenidos exigían ser más precisos, más elaborados, más personales, en el sentido de que eran mucho más costosos (en cuanto a tiempo que había que esperar para recibir respuesta). 

Como estoy excitado, estoy tratando de aprovechar el momento. Dentro de poco trataré de compartir algunas de las ideas que se me van ocurriendo. Muchas las comparto sin decirlas, más bien poniéndolas en práctica, otras de momento tienen sólo la forma de proyecto. Lo que me doy cuenta, es que como toda habilidad, crear implica practicar, implicar hacer. Hacer y al mismo tiempo gestionar ese hacer, supervisando cuál es su dirección claro. No vale crear por crear sin más, aunque tamoco hay que ser muy rígido sobre las direcciones que se establecen. Igualmente es importante dar un poco de tiempo para evaluar (de nuevo no muy rígida o prematuramente) lo que se nos ocurre. A veces, algo que es genial en el contexto de la excitación, no es tan genial ja... cuando no estamos tan excitados. Tampoco podemos estar continuamente excitados, qué agotamiento... pero sí conviene excitarse de vez en cuando (la frecuencia la dejo que la organice cada cual). 

Lo que sé es que cuando estoy excitado me siento mucho más conectado con la actividad que realizo, y claro, disfruto más, me divierto más, me intereso más. Lo que mantiene el proceso excitatorio en sí. 

Espero que dure, al menos, voy apuntando lo que se me ocurre, muchas veces nada más despertarme (la mente inconsciente continúa lo que la mente consciente practica más, como bien nos ha mostrado John McWhirter a partir de su modelado de Milton Erickson). 

Y bueno, me gusta pensar que todo esto no deja de ser un ejemplo de aplicar ese tipo de razonamiento que tanto nos cuesta definir: el razonamiento abductivo. Ya sabéis ese tipo de pensamiento lateral tan propio de la metáfora, la analogía, los sueños y también, las hipótesis, todo ello, actos creativos. 

Los otros tipos de excitaciones también son muy importantes, pero eso es otro contexto ;)

Un saludo

 

Alejandro

4 comentarios

Daniela Baridon -

Hola Alejandro y tod@s:
Me gusta como has planteado este tema. A mi, en este tema de la "excitación", y en relación directa a la creatividad e innovación, me preocupa el punto de "excitar" al otr@. Si bien (ya con mi edad es lógico) conozco y ante lo nuevo voy reconociendo los momentos y actividades excitantes para mí, me preocupa cómo llegar al otro. Puramente haciendo referencia al plano educativo. El cómo hacer para que mi excitación permita conectar con el otro, y lograr que la otra persona establezca y reconozca su excitación, y la aproveche. Porque, en relación a lo que dices tu, es en esos momentos cuando los "canales" mentales se abren, todo fluye y te encuentras positivamente activo.
Otra pregunta que a menudo me hago, refiere a cuando un profesor es evidentemente innovador...Ahí me inquieta el cómo lograr conexiones a nivel docentes que nos permitan realmente aprender entre nosotros y que le permitan al "innovador" conectarse con los demás docentes.
En fin, no se si iba por ahí el asunto, pero es lo que me llevó a pensar.
Un saludo.

Elena Hidalgo -

Una vez más me hallo sorprendida con la forma en la que nos explicas las cosas.:-)

Excelente y 'excitante' elección de las metáforas.

Rosa Aliaga -

Decía Churchill, creo, que quién trabaja en lo que que le gusta tiene la oportunidad de vivir dos vidas o a lo mejor me lo he inventado.. Quizá esa "excitación" proviene, sin duda, de la facultad de transmitir. Nunca he conocido a un profesor/a que me gustara que no disfrutara en sus clases. Por ello, cuestiono que la docencia pueda ser funcionarial, pero eso es otra historia. Supongo que en todos los ámbitos de la vida hay que intentar mostrar pasión e interés, de eso se trata, o tal vez no. ¡Cómo nos excites a todos, atente a las consecuencias!

Maryelba Sram -

Vaya... debo decir que nuevamente he vivido una experiencia "religiosa" con tu escrito. Definitivamente, eres el profesor que más me ha sorprendido en mis 27 años de existencia… Entre el título y la imagen... claro, una lleva de serie pensar siempre en lo mismo y luego ¡zas!... que decepción... ja,ja. Pero bueno, el texto ha sido interesante… Has utilizado la miel para atraer al oso… interesante técnica para que tus alumnos caigan como ¡moscas!

He tenido 2 puntos críticos en mi vida: mi profesor de autoescuela que dijo: “Conducir un camión es como un orgasmo… No, es mejor que un orgasmo” y un día surrealista en Bachillerato con una profesora de Lengua Española que dijo: “Los problemas de pareja, se solucionan en la cama”… Pero claro, eso como bien dices, es la excitación en otros contextos ;)

Dejando el tono jocoso a un lado, decir que nuevamente, me has hecho reflexionar desde mi casa sobre algo de clase… Es decir, lo que consideraba implícitamente COMO ES/DEBE SER UN PROFESOR (por mi tradición como estudiante) consideraba que nunca leería algo así de uno de mis profesores y por eso, mi estructura del conocimiento interno ha quedado en stand-by durante unos segundos, pero se me ha pasado pronto. Ha debido de reconectarse nuevos puntos. Es que, he pensado en el gran esquema que nos mostraste en clase y como se conectaba todo… intentado, pensar en lo que me había pasado a mí… Definitivamente, necesito OCIO… ja,ja,ja…

El secreto está en esa excitación cuando enseñas y que puedes producir en tus alumnos y que su excitación intelectual siga en ellos incluso fuera del contexto educativo como tal. Creo que será el secreto del buen profesor y no solo saber qué es serlo o que te digan cómo debes ser un buen profesor y saberte el “Vademécum del buen profesor” al dedillo. La vocación no lo es todo, también reside esa personalidad que hace que tu propia actividad laboral te
resulte excitante. Lamentablemente, yo solo tengo esa sensación cuando estoy encima de un escenario… pero de eso no se vive. No obstante, siempre he dicho que gracias a esa personalidad artística, mi forma de dar clase nunca ha sido “frígida”.

En fin, he disfrutado de la lectura, la reflexión posterior y lamento la versión de bolsillo de la Biblia que te acabo de escribir.

Cheers!