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El viaje de Telémaco

Conectar o no conectar, that’s the question…

Conectar o no conectar, that’s the question…

Uno de los temas que más me apasiona y también hay que decirlo, que me inquieta, consiste en descubrir de qué depende que los alumnos conecten o no conecten información importante, relevante para su aprendizaje en y durante una asignatura.

 

Hay veces que resulta frustrante observar cómo tras presentar varios elementos llamémosles didácticos, estos quedan desconectados. Es una pena no dirigir más conscientemente este proceso. Imagino que una de las habilidades subyacentes es la de establecer patrones, a partir de la conexión o relación entre diferentes elementos. Para ello claro está, es importante también otro proceso, el que Aure destaca interesantemente en uno de los comentarios de su blog: el ir más allá, algo que también podríamos denominar más técnicamente “allendear”, término que tomo prestado de la traducción de Tim Ingarfield del concepto inglés “beyonding”.

 

Si no vas más allá para qué preocuparse por conectar diferentes elementos, y ¿para qué querer ir más allá? ¿hay necesidad de hacerlo? ¿hay costumbre de hacerlo? ¿se ve siquiera la posibilidad de hacerlo? ¿de qué depende que se haga? ¿de mí y de lo que quiero aprender? ¿de que me lo manden directa o indirectamente? Etc.. etc…

 

Esto guarda relación para mi con el poder de las preguntas, incluso con el hecho de que se planteen o no preguntas. Yo recuerdo una pregunta recurrente cuando estudiaba Psicología, siempre me solía preguntar estas dos cuestiones: y esto que estoy estudiando en este tema o esta asignatura o en esta carrera, ¿para qué sirve?, ¿dónde y cómo puedo aplicarlo?. Esta pregunta me perseguía continuamente. Otra pregunta que me solía formular era: ¿esto con qué está relacionado? ¿con qué tiene que ver? ¿qué añade?

 

Gracias a la formulación de este tipo de preguntas podía ir más allá, no sólo en mi comprensión de ciertas asignaturas, sino incluso en mi rendimiento en las mismas. Es curioso cómo el rendimiento dependía a veces no sólo de factores intrínsecos como la inteligencia o la motivación (tema relacionado para dar de comer aparte) en los que francamente no destacaba, sino en el hecho de hacerme ciertas preguntas y ser mínimamente consciente de ello.

 

A veces me pregunto si los alumnos relacionan las clases entre sí, para ver la posible secuencia que seguimos y el por qué de dicha secuencia. Incluso para predecir lo que vamos a hacer a continuación, lo que implica una manera de relacionarse con la asignatura muy diferente a estar simplemente esperando a recibir nuevo material, o recibir nuevas experiencias.

 

Imagino que la Educación Tradicional no facilita nada de esto, primero al priorizar el contenido, segundo porque si se prioriza la información transmitida, no importan aspectos como la secuencia, el proceso, lo que se podía inferir, las presuposiciones, los acertijos, los mcguffins, etc… etc…

 

En parte por esto desarrollé el tema de los McGuffin educativos, y en parte por eso lo vuelvo a sacar ahora. Ya ha habido McGuffin en clase, sobre todo en DA, pero dudo que se hayan detectado en absoluto, principalmente porque ni siquiera se ha definido. Pero buscar McGuffin era una manera de generar un contexto donde allendear tenga sentido.

 

Sé que hay muchos que sí allendean, como muchos blogs sugieren, incluso como muchas autoevaluaciones sugieren al finalizar la asignatura. El tema que me propongo es facilitar en la medida de lo posible que el proceso de allendear sea más consciente ya mismo.

 

Si miráis las clases de manera aislada, incluso los conceptos, las habilidades, los ejercicios, los textos, las dinámicas de manera aislada, os perderéis el verdadero contenido que se está sugiriendo. Tendréis mucho contenido aprendido, eso sí, y está bien, muy bien, pero ¿qué pasa con el verdadero contenido? ¿cuál es el verdadero contenido a tratar y cómo la forma de tratarlo tiene que ver con la naturaleza de dicho contenido? ¿es esto serio o un ejemplo de McGuffin? ¿qué tiene que ver la seriedad o lo lúdico, lo establecido o el desafío en relación a lo que hacemos? ¿cuánto estáis dispuestos a querer aprender? ¿hasta dónde estáis dispuestos a limitar vuestro aprendizaje?

 

En fin… conectar o no conectar, that’s the question.

12 comentarios

Anónimo -

Hola Alejandro:

Me gusta mucho la idea que has planteado de que es importante disfrutar del viaje, y no estar sólo pensando en el momento de llegar.

Me encanta lo que hace tu amigo, cuando se para a comprar queso, o se desvía para ver el árbol.

Y es que creo que la vida es eso, disfrutar de los momentos que se nos van brindando.

Cuando yo era joven siempre estaba pensando en llegar para conseguir tal cosa o tal otra, para hacer ...,pero me he ido dando cuenta de lo que planteas, de que el disfrute está en el propio camino, por eso disfruto tanto con la preparación de un viaje como con el viaje mismo. O con la preparación de una fiesta que con la fiesta misma (que por cierto siempre son efímeras, y te dejan un poso de desazón por lo pasado).

Así que, a aprovechar el momento, que es sin duda lo más seguro y continuo que tenemos.

Besos

asun -

Hola Alejandro:

Madre mía, cuántas cosas planteas en estos escritos, tanto en el tuyo, como en los comentarios a lo que te dicen.

Voy a tratar de comentar yo algo acerca de esto.

Tratas del tema de conectar o no conectar en las clases , con lo trabajado en cada asignatura y entre asignaturas entre sí.

Pues bien, creo que esto es muy costoso en el propio momento, exige bastante esfuerzo, y estar al día en las asignaturas, hacer las lecturas que se van proponiendo, saber relacionar con lo anterior etc.

Para esto yo veo que tiene bastante importancia el tener ciertos conocimientos , si no es así, podremos conectar de modo más pobre, sería algo intuitivo, aspecto que me parece también enriquecedor, pero desde mi punto de vista las verdaderas conexiones se pueden hacer si tú posees ( o vas adquiriendo) una base donde “enganchar” lo nuevo. Digo esto porque a veces me da la sensación de que hoy día se considera que los contenidos no son importantes, y yo creo que sí lo son, y que si tienes una buena base conceptual, puedes crear tú por tu cuenta de modo más rico que si te sitúas sobre arenas movedizas.


Desde luego que en la escuela hemos dado mucha importancia a los contenidos, y desde luego que la mera acumulación no es conocimiento, pero quizás sea un error situarnos en el polo opuesto, y negar la importancia de los contenidos como base sobre la cual podremos construir mejor el conocimiento.


Lo que sí me parece fundamental es lo que comentáis de ir más allá, creo que sin ese requisito todo queda en nada, sólo nos habrá servido para aprobar una asignatura o para entretener nuestro tiempo ( por cierto de un modo bastante aburrido).

Y ahí sí que me parece que es imprescindible que los que enseñamos seamos capaces de propiciar el ir más allá, de pensar sobre lo que se aprende o trabaja, de enseñar a hacerse preguntas y a no aceptar sin más lo que se da, sino por qué y para qué, de plantear dudas que hagan reflexionar e incluso rechazar aquello mismo que estamos enseñando y ahí sí que podemos nosotros dar más importancia al proceso que al resultado. Además porque haciéndolo así es como este conocimiento será válido, útil y significativo.

Dejo para otro momento lo de la motivación, y lo del viaje que me parece también muy importante.

Besos

Asun

David -

Hola.

Alejandro el ejemplo que has puesto de tu viaje a Valencia es de 10 en relación al tema que planteabas en el post, conectar o no conectar, arriesgarse a intentar descubrir el McGuffin o quedarse como si tal.

Como bien dices parece que la característica más buscada y más deseables para realizar "algo", cualquier cosa, suele ser el pragmatismo o lo práctico que sea ésta. Cualquier cosa que sea salirse del camino ya conocido y, por lo tanto, andado y reandado muchas veces, nos suele disgustar, acobardarnos, yo creo que hasta por un momento desearías no saber de la existencia vías alternativas, pero ya lo sabes, es demasiado tarde, y es entonces cuando experimentas el miedo ese.

Quizás el hecho de conectar o no conectar, llevar a cabo el "beyonding", venga determinado por el nivel de pragmatismo de la persona? ufff espero que no, por el bien de la mayoría de la gente.
Quizás si la organización de nuestra vida no dependiera de la hora que marcan las agujas de un reloj, sino de nosotros mismos (es posible!), tendríamos muchas más facilidades a la hora de decidir si nos arriesgamos a explorar o no vías no conocidas, mas facilidades para responder afirmativamente digo. Una de esas vías debe ser la que viene a unir los distintos conceptos y temas que se tratan dentro de una asignatura (sobre todo si se trata de una de las de un profesor que suele escribir por aquí).

Bueno, pues es un placer leer tus reflexiones y los comentarios que suscitan.

PD: Se me olvidaba comentarte lo del McGuffin, jaja, me ha encantado el ejemplo. Solo que en su contexto original, no es necesario descubrirlos ya que se disfruta exactamente igual si lo haces como si no. En el caso en el que lo has utilizado se trata en sí mismo de descubrir el McGuffin. Vamos, que le has dado la vuelta a su verdadero sentido y significado, por eso digo que hace gracia.

Saludos!

Anónimo -

Hace años fui montañera, escaladora más concretamente. Recuerdo con frecuencia esa experiencia porque creo que ha sido una de las más enriquecedoras de mi vida y he vuelto a recordarla en numerosas ocasiones. No conocía el camino, ni las rutas y a veces ni siquiera el nivel de dificultad que iba a encontrarme. Debo decir que podría haber sido más participativa en la planificación, pero siempre me ha resultado mejor serlo en la ejecución. En algunas ocasiones, cuando me encontraba en una vía vertical debía tomar decisiones en función del terreno que iba explorando. Algo facilitaba mi tarea y era que no tenía miedo ni pensaba en las dificultades sencillamente iba resolviendo cada tramo, procurando siempre no ser una carga para el grupo de gente que íbamos en la misma cordada . Había muchos valores en esa actividad, valores que favorecían el crecimiento personal, el afán de superación y de autocontrol. Recuerdo como temblaban mis piernas al encontrarme con una situación difícil de superar al no ver la manera de avanzar y apoyando los pies apenas en las puntas alargar la mano ,estirar el cuerpo y buscar otro apoyo desde donde impulsarme. A veces, si necesito una imagen de autocontrol recuerdo como era capaz de controlar la pierna que temblaba sola al margen de cualquier orden consciente. Me hacia gracia, quizá porque exigía bastante de mi cabeza aquel acto reflejo. Siempre tuvo su recompensa. Era satisfactorio a muchos niveles. Físico, mental, espiritual, social .... Éramos yo y mis posibilidades. Arriesgaba pero de verdad que aprendí mucho sobre mi, sobre como superar las dificultades, sobre el horizonte que parecía que nadie más había visto hasta entonces, sobre el silencio y también sobre encontrarse cuando estas perdido. Ah y sobre Les luthiers Y el Adagio de Albinioni y la Sierra de Bejar y el Peñón de Ifach y sobre cuando uno tiene que despedirse porque ya es muy tarde..Buenas noches. Merece la pena perderse si lo que vas a encontrar( reestructurar) es a ti mism@.

Aure -

Quise decir: "mapas mentales" . perdón.

Aure -

Hace unos años hice el Camino de santiago con una amiga, 10 días, desde León a Santiago. Seguí el camino que marcan las fechas para no perderme, ella iba delante, una "etapa" por delante de mi, por lo que puedo decir que lo hice sola. El camino era el mismo para las 2, pero cada una vivió el suyo propio. Hablé con las abuelas, hice fotos a las gallinas, a las pequeñas ermitas, curé los pies de algunos peregrinos etc. Ella hizo un montón de amigos, recopiló 100 direcciones, 200 teléfonos, etc.
Creo que cada uno descubre su forma de vivir sobre la marcha. Víctor me gusta, llegará al mismo lugar pero habiendo disfrutado de lo que para el (y para mi ) es importante, todo lo gratuito que nos ofrece la vida, el árbol, el arco iris, la imagen de la cigüeña...
Es otra forma de configurar los mapas tales, ¿o serían conceptuales?.

Sara -

¿De verdad se puede planear el cambio?¿Podemos salirnos del camino sin darnos cuenta?
Según mi experiencia hay cosas que no podemos cambiar de la noche a la mañana, puedo decidir ser mejor persona y ayudar a los demas siempre que pueda,pero cuando me lo impongo como si se tratara de un artículo de la constitución no da sus frutos, o quizás si pero solo una temporada, ya que es agotador hacer algo que no emane de tu verdadero ser.
Sin embargo, encuentro mucho mas fácil encontrarme de repente con que me he perdido por un camino secundario(por el que no me he propuesto ir) al principio ansío encontrar mi camino cotidiano, luego asumo que eso no me llevaría a ninguna parte,y ya que estoy alli pues aprovecho el momento con el miedo pertinente a lo desconocido, y finalmente aunque pensaba que pasaría la noche bagando perdida, mi brújula se ajusta y llego a donde queria llegar.

Alejandro -

Hola Aure, Petra, Inma y a la Anónimo Psicopedagógica y también a todos y todas que estéis leyendo esto.

Me llama la atención y no me extraña que habléis de la sensación de incomodidad, miedo, incertidumbre, agotamiento asociados a este proceso de allendear.

Es normal porque estamos más allá, más allá de lo acostumbrado, por eso aprendemos.

Al leer el comentario de nuestra compañera Anónima, me acordaba de una metáfora sobre esto, que es posible que os haya pasado.

Durante mi vida he tenido la suerte de vivir en ciudades diferentes a aquella en la que estaba acostumbrado a vivir. Y siempre que pasaba una temporada de semanas o meses, incluso años en otro sitio, siempre experimentaba la misma sensación. Al principio todo es nuevo, la orientación es externa por medio de indicaciones, mapas, etc.. Es una orientación necesariamente objetiva. Poco a poco, mientras se recorre la ciudad, por el hecho de usarla, de vivirla, de transitarla, empezamos a conocer ciertos trayectos, ciertas localizaciones, empezamos a construir un mapa mental de dicha ciudad. Al poco tiempo, ya tenemos nuestro mapa, no nos perdemos, sabemos dónde estamos, y eso nos tranquiliza, y claro, nos limita. Durante un tiempo siempre acostumbro a seguir los caminos conocidos, de nuevo, proporciona seguridad. El tema es que una vez creada una zona conocida, era posible ir más allá, teniendo la seguridad de poder volver a la zona conocida, sabiendo que podía aventurarme gracias a que tenía una zona conocida, un mapa mental que era el mejor mapa mental hasta entonces. El tema es que siempre me encanta, siempre me ha encantado, ir más allá, explorar nuevos caminos, nuevas rutas. A veces es por error, me pierdo y no tengo más remedio que explorar para volver al sitio de donde salí. A veces es siguiendo una intuición, ¿y qué pasa si voy por aquí, yo creo que habrá Y, o que se llegará mejor a Z? A veces es por el mero placer de explorar. Porque siempre que me salgo de lo conocido experimento la sensación de estar abierto al cambio, a aprender algo nuevo, de complementar lo que ya sé.
La sensación no es cómoda, es inquietante, sin duda cansa más que hacer lo que ya sé y he probablemente automatizado, y lo haré si necesito ser pragmático, ni hay que ser prácticos, pues iré por dónde sé que es más rápido ir, para qué ponerme a explorar si no es tiempo de explorar.

¿El tema es cuándo es apropiado explorar o ir más allá? ¿No es pragmático desarrollar una idea del lugar lo más completa posible?

Me ha pasado muchas veces, ir a cierto lugar andando o en coche siempre por un sitio, para salirme un día del trayecto conocido y descubrir uno alternativo, más corto, o más práctico, o más bonito, o más interesante, o más aburrido, o más peligroso, en todo caso que me ampliaba mi información sobre las diferentes opciones.

Claro está el tema de las motivaciones es aquí importante. Recuerdo cuando he ido a Valencia con mi amigo Víctor conduciendo él. El tiempo no era importante para él, lo importante era disfrutar del viaje, del paisaje, parar a comprar queso y vino, dejar la autovía para ir por la nacional simplemente para contemplar un árbol solitario y admirarse por ello. Yo me admiraba de que pudiera hacer todo eso y no estar pendiente del reloj como yo. Así aprendí otra manera de viajar, no tan pendiente del destino, sino del propio viaje. Y para eso había que salir de la vía ya conocida, de nuevo si era apropiado.

En fin... que me he ido un poco, pero es lo que me habéis hecho pensar mientras os he ido leyendo estos días.

¿Os ha pasado alguna vez algo de esto que cuento?

Un saludo

Alejandro

Anónimo -


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Autor: Anónimo

Hola Alejandro, ¿cómo te va?. No sé si es procedente pero leyendo tus reflexiones me atrevo a hacerte un com,entario acerca de lo que propones. Es complicado conectar cuando no se tiene costumbre. Parece que rebuscar o hacer caso de lo que te sugiere una situación o un aprendizaje puede confundirse facilmente con equivocar el camino. Desde este lado, el lado del aprendiz, cuesta desenvolverse con naturalida y precisión en este contexto de manera más activa. Comprendo lo que dices porque es una lástima perder el tiempo repitiendo patrones que no nos han sido muy válidos hasta el momento pero que si hemos llegado hasta aqui por lo menos han sido pragmáticos. Empiezo a entenderte y a "allendear" timida y voluntariamente ( bueno de esto última no estoy muy segura)."Allendear" implica salir del entorno cálido para aventurarse y si eres muy consciente disfrutar del camino sin perder de vista la meta. Durante ese viaje, como en todos los viajes interesantes es deseable que se abran nuevos horizontes hacia donde allendear y asi sucesivamente.Dicho así parece agotador pero quizá sea más reconfortante e incluso te haga vivir. En fin, ya me estoy poniendo filosófica y yo quería ponerme psicopedagógica. Te mando un saludo, recuerdos y las gracias por todas las correcciones del examen que me han hecho conectar sino con tu asignatura si con otras.Saludos.
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Hola Alejandro, ¿cómo te va?. No sé si es procedente pero leyendo tus reflexiones me atrevo a hacerte un com,entario acerca de lo que propones. Es complicado conectar cuando no se tiene costumbre. Parece que rebuscar o hacer caso de lo que te sugiere una situación o un aprendizaje puede confundirse facilmente con equivocar el camino. Desde este lado, el lado del aprendiz, cuesta desenvolverse con naturalida y precisión en este contexto de manera más activa. Comprendo lo que dices porque es una lástima perder el tiempo repitiendo patrones que no nos han sido muy válidos hasta el momento pero que si hemos llegado hasta aqui por lo menos han sido pragmáticos. Empiezo a entenderte y a "allendear" timida y voluntariamente ( bueno de esto última no estoy muy segura)."Allendear" implica salir del entorno cálido para aventurarse y si eres muy consciente disfrutar del camino sin perder de vista la meta. Durante ese viaje, como en todos los viajes interesantes es deseable que se abran nuevos horizontes hacia donde allendear y asi sucesivamente.Dicho así parece agotador pero quizá sea más reconfortante e incluso te haga vivir. En fin, ya me estoy poniendo filosófica y yo quería ponerme psicopedagógica. Te mando un saludo, recuerdos y las gracias por todas las correcciones del examen que me han hecho conectar sino con tu asignatura si con otras.Saludos.

Petra -

REFLEXIÓN
Me gusta leer tus blog y los comentarios que suscitan; me ha llamado la atención cuando escribes :”siempre me solía preguntar estas dos cuestiones: y esto que estoy estudiando en este tema o esta asignatura o en esta carrera, ¿para qué sirve?, ¿dónde y cómo puedo aplicarlo?. esta pregunta me perseguía continuamente. Otra pregunta que me solía formular era: ¿esto con qué está relacionado? ¿con qué tiene que ver? ¿qué añade?, porque esa misma pregunta me la hacen mis alumnos, la diferencia estriba en que tienen que ser ellos los que se la hagan y los que se contesten, seguramente no le estemos enseñando a ello, a ir más allá. Estoy de acuerdo contigo cuando dices que la enseñanza tradicional que todavía se está llevando a la práctica está cargada de contenido y además ya nos encargamos los profesores de priorizar ese contenido y en su lugar estoy de acuerdo contigo en que debería importarnos aspectos como la secuencia, el proceso, lo que se podía inferir, las presuposiciones, los acertijos, los mcguffins, etc… etc… De todas formas todo esto crea miedo, incertidumbre, pero creo vamos por el buen camino, ya es interesante que por lo menos, nos lo planteemos.

Un saludo Petra

Inmaculada Cabellos -

Hola de nuevo Alejandro, soy Inma. Al leer tu reflexión me ha venido a la cabeza un planteamiento, y es que si realmente queremos APRENDER, con todas las letras y con todo lo que dicha palabra encierra, necesitamos IR MÁS ALLÁ, INTERCONECTAR... porque si no, se queda en una mera acumulación de conocimientos que con el tiempo se desvanecen y no sirven para nada. Creo que por esa razón muchas veces nos planteamos la típica pregunta de ¿para qué sirve tal asignatura? y esto es debido a que no lo interiorizamos, ni lo enlazamos con aspectos de nuestra vida, con otras asignaturas... o por ejemplo, con películas o libros.

Un saludo

Aure -

Alejandro:
Desde mi punto de vista unir, enlazar, relacionar... no siempre es fácil, sobre todo cuando no te encuentras "cómoda" en lo abstracto. Es como cambiar de galaxia en un plazo mínimo de 2 minutos, donde pasas de la realidad más surrealista(léase amenazas situaciones de maltrato etc.) a un mar de informaciones donde debes interiorizar, conectar y relacionar lo aprendido, lo recordado, lo asimilado y lo interiorizado con otros aprendizajes existentes. ¿Complicado o no?.Quizás no lo sea...
Me gusta "allendear" aunque en el trayecto de este espacio,gane de nuevo el corazón a la cabeza.