Blogia
El viaje de Telémaco

"No es para tanto"

"No es para tanto"

No sé si alguna vez le habéis dicho a alguien que os contaba un problema "no es para tanto", o si lo habéis escuchado vosotros alguna vez, cuando contabais a alguien algo importante para vosotros.

Yo sí,  he hecho las dos cosas. Esta noche me desvelé a las 2 de la madrugada, tenía sed. Y al volver a la cama estuve pensando en este tema, probablemente porque hace poco le dije a alguien que aprecio, que me contaba una compleja situación en la que estaba: "no es para tanto". Ja... imagino que le podía haber dicho algo mejor.

Me pareció interesante reflexionar un poco sobre esto. En términos de rapport, expresar "no es para tanto" creo que rompe un poco la sintonía con quien hablamos. En términos de contenido expresa que estás relativizando la vivencia o interpretación que te acaban de contar o expresar. Vamos que no estás de acuerdo. En términos de relación implica que te estás posicionando por encima, dado que te permites "juzgar" la experiencia o interpretación, eso coloca momentáneamente a la persona por debajo. Si eso ocurre (y a mi me ha ocurrido demasiadas veces... ja... y no con las mejores consecuencias..) lo más normal entonces es dejar de lado el contenido y empezar a discutir la relación (sin explicitar que se está discutiendo la relación claro). Es decir, se discute algo así como "pero quién eres tú para juzgarme o juzgar esto" pero discutiendo el contenido: "cómo que no es para tanto... pues si lo es... porque... bla bla bla". El efecto de esto no ayuda mucho. Creo que es peor aún si la persona ni siquiera discute esto y lo toma sin más (el problema es que adopta la postura de estar por debajo en la relación) o no lo toma pero no lo dice (puede que se encuentre mal y ni siquiera sepa por qué, con lo que se encontraba mal antes  y encima con todo esto aún está peor).

Un buen ejemplo de falta de sintonía. No sé si se entenderá lo anterior, espero que sí, todo es cuestión de recordar alguna situación donde lo hayáis escuchado, una situación importante o significativa.

Además hay otro problema, y es el de construir la frase con un negativo. "NO es para tanto". Como bien sabemos desde la pragmática y el lenguaje hipnótico, a la mente le cuesta procesar negativos, sobre todo si no proporcionar una nueva dirección a la que tender. Es el típico ejemplo de "no pienses en un elefante rosa", para no hacerlo tienes que hacerlo. Para dar sentido a la frase tienes que pensarlo y luego no hacerlo. Es como si le dices a un niño: "no rompas eso", es justamente la acción de romper la que estás enfatizando, sobre todo si no le das otra dirección. Por ejemplo "no pienses en un elefante rosa, piensa en un hipopótamo azul" es tal vez más fácil de seguir. Lo mismo con el niño, y lo mismo con nuestro caso de antes.

Cuando se expresa "No es para tanto" el mensaje inconsciente es que "sí, si es para tanto".

Ahora me pregunto por qué no le pregunté simplemente ¿por qué piensas eso? ¿qué otras cosas podrías pensar? ¿a qué le estás dando importancia? ¿por qué es eso importante para ti?

El problema es que al escuchar a alguien solemos dar por hecho que comprendemos lo que dice (en cierta manera es lo hacemos, ¿no? construimos una comprensión y podemos presuponer "arrogantemente" que nuestra comprensión es correcta y no preocuparnos por comprobarlo, para qué...).

En mi caso esto no ha tenido mayores consecuencias, pero me ha recordado las otras veces donde lo he empleado, sin ayudar mucho, la verdad. Creo que es limitativo hacerlo en contextos personales, pero en contextos profesionales creo que es peor, al menos en nuestro trabajo bien como profesores, como orientadores, como terapeutas, consultores, etc... etc...

Así que voy a llamar a esta persona a la que aprecio y le voy a preguntar cómo está, porque sí que era para tanto, porque si no ni siquiera se preocuparía en contármelo, ¿no?

Por supuesto que en ocasiones es útil y apropiado romper la sintonía, el tema es tener más alternativas, no menos, y tratar de comprender mejor este tipo de cosas.

Quien sabe, a lo mejor sólo me pasa a mi. ¿Es así?

Un saludo

 

Alejandro

16 comentarios

Silvia -

La verdad es que me he sentido bastante identificada con este post, aunque Benja piense que no da el tema más de si a mi me ha recordado a una entrada que publiqué en mi blog hace ya algún tiempo y sin duda he visto que hay a gente que también se le pasan por la cabecita este tipo de ralladuras.
http://silviahernandezg.blogspot.com/2007/02/mis-problemas-son-los-ms-importantes.html
Os la dejo por si alguien quiere hecharle un vistacillo.

Un besazo a todos, os hecho mucho de menos...

Benja -

Ay madre , pero que sabía es mi Loli, estoy contigo guapa.

Loli -

NO ES PARA TANTO, pensabas tú, pero si ha sido para tanto por la cantidad y diversidad de comentarios suscitados.

Yo lo resumiría así:

En este mundo traidor,
nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.

Besos a todos

Mary -

Pues yo ya no sé si es o no para tanto.

A medida que iba leyendo la reflexión he intentado conectarla con mi vida, con mis experiencias. He intentado hacerla más cercana trasladando lo que Alejandro nos contaba.

Cuando yo digo o pienso un “no es para tanto”, normalmente lo que me digo a mi misma es: ¡madre mía! Con la de cosas que pasan en el mundo y éste o ésta contándome estas tonterías (en el caso de que me lo parezcan). El caso es que cuando se me vienen a la mente ese tipo de comentarios, la ayuda que puedo proporcionarle a la otra persona queda reducida a nada, porque lo primero es que no estoy intentando escuchar, es que ya no estoy intentando mirar desde sus ojos sino desde los míos, porque es a mí a la que le parece una tontería pero no a él o a ella.

Lo que pasa es que no estoy segura de que cuando una persona nos cuenta algo que realmente le preocupa, que para ella es importante, que quizá es incluso una reacción exagerada, si nos ponemos en su mismo nivel, no le mostramos quizá otra faceta del mismo problema, una cara que quizá lo suavice y haga que “ya no sea para tanto” para esa persona también.

Cuando alguien confía en nosotros, cuando decide desahogarse con nosotros, ¿Qué nos está pidiendo realmente? ¿Que le comprendamos? ¿Que le ayudemos a buscar una alternativa? ¿Que le tranquilicemos?

Quizá ese “no es para tanto” pueda cumplir diferentes funciones dependiendo de lo que la persona demande de nosotros… quizá lo importante sea descubrir qué es eso que nos pide…quizá ni esa persona sea consciente de qué es lo que necesita…

Igualmente, aunque nunca hubiéramos dicho esa famosa frase… ¿qué podemos hacer desde la sintonía? ¿Desde esa posición de escucha y de comprensión? ¿Es suficiente para ayudar a alguien?

Todo ésto me parece muy difícil… POR FAVOR, ¡QUE ALGUIEN ME DIGA QUE NO ES PARA TANTO!

Un beso!

MARIA MARTINEZ -

Hola a todos:
Me ha parecido muy interesante todo lo que comentais.
Pero creo que esa frase, a parte romper la sintonia con la otra persona, demuestra una falsa empatía, puesto que una persona te está contando, revelando un problema, que para ella, en ese momento es un mundo, quiza otro día tenga otro problema más grave, y ella misma piense no es para tanto,... pero no se si es juzgar o no "como dice Alegrando" pero el relativizar o minimizar el dolor o los problemas de una persona, no la ayudan, (quiza la cabree).
Hablais de los contextos, donde puede decirse o no la dichosa frasecita, sin tener un conocimiento exacto del contexto generador del problema lo que genera en nosotros y en nuestra frase gran parcialidad o cierta falta de sensibilidad (empatia).
Yo creo que siempre es para tanto, o por lo menos, en el momento que te lo cuentan.
Un saludo.

Paloma -

Besos Aure.
Y a todos incluido el Jefe os deseo el mejor de los cursos posibles.
Ciao.
(¡ Menuda tormenta, está cayendo en este momento ! )

Aure -

Gracias Benja y Paloma, mil besos.
Iborra me debes un mail... sino contestas... no te preocupes que no me enfado... que no es para tanto. Juassssssss.

Alejandro -

Vaya, vaya... la verdad es que no pensaba que esto fuera a dar tanto de sí...je je..

Gracias a todos por contestar. La verdad es que lo escribí no porque las consecuencias de decir "no es para tanto" fueran negativas en la situación que mencioné al principio. Realmente no lo fueron, y por lo que estáis planteando: el tono, la relación que mantengo con esa persona, el propósito que tenía al decirlo (que era conocido, compartido), la historia entre esa persona y yo, etc.. etc...

Mi intención no era tanto compartir una experiencia que había ido mal como proponer un ejemplo en el que es fácil apreciar qué compleja puede ser la comunicación interpersonal.
Como muy bien habéis estado ejemplificando todos, el contexto lo es todo. El contexto es fundamental para dar sentido a esa frase de "no es para tanto", sin el contexto, no hay significado.

No obstante la frase de por sí tiene para mi ese matiz anti-rapport que hace que sea interesante prestarle atención. Al día siguiente de escribir esto, con otra persona, en mitad de la conversación me vino a la mente ("joder, no es para tanto"), antes de expresarlo lo reconocí y me reí. Eso sí, en ese momento estaba tenso, esa frase implicaba una oposición frontal a la experiencia que estaba escuchando. Es parecido a lo que comenta Ángel, aproveché para ver qué me tensaba de eso que escuchaba, lo que fue más interesante que meramente reaccionar. Para mi esto de "no es para tanto" era una especie de hábito mental, ja... esto de escribirlo aquí es una manera de ser más consciente de ello. De externalizarlo. Como diría nuestro amigo Kegan: "de hacer objeto algo a lo que antes estábamos sujetos".

Pero sin duda, todo esto que escribo es menos interesante y divertido que el reciente giro de la conversación, introducido por Aure y Benja.... que podéis seguir desarrollándolo eh...

Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios.


Alejandro

Benja -

Hombre, la verdad es que ¡¡no es para tanto!!, yo creo que estáis dando demasiada importancia a una reflexión que ¡¡no es oara tanto!! (¿A que jode? y perdón por la expersión?)
Quizás la cosa no depende solo de como se diga sino como bien demuestra Aure (gran sabia) que también de la situación tanto personal como del momento, porque si ese susurro te lo hacen o lo haces después de un momento maravilloso, con un susurro al oido (me entendéis no??) pues efectivamente te puedes morir... y entonces, sí que empueza a ser para tanto...

Paloma -

Aure, tú si que sabes.

Aure -

¡Ah! y si el "no es para tanto" es un susurro en el oído...ya te mueres...

Aure -

La verdad es que creo que efectivamente "no es para tanto", pero resaltando solamente un matiz: "El tono". No es lo mismo decir...¡va! ¡no es para tanto...! con ese aire marcado de superioridad, que decir... anda hombre... que no es para tanto... con otro tono de cariño y complicidad. Igual que no es lo mismo decir: jooo no me contestar a los correos...(a punto de hacer un puchero) a decir ¡tio no me contestas a los correos!, ¿distinto no?. Además del tono tenemos el lenguaje no verbal, a veces una mirada sustituye a un mimo físico...con ternura mirando..."no es para tanto" o mientras lo dices haciéndole una caricia en la mano o en el rostro... cariño... "no es para tanto", dicho y sentido así jamás podría molestar. Al menos... eso creo yo...
Besos.

ANGEL -

UNA VEZ MAS, GRACIAS ALEJANDRO. tU REFLESIÓN ME HACE PENSAR EN LA INFINIDAD DE VECES QUELES DECIMOS ESO A LOS CAVALES, Y SOBRE TODO A NUESTROS HIJOS. CON ELLOS, LA INTENCIÓN AL QUITAR IMPORTANCIA A LOS HECHOS O SENTIMIENTOS QUIZÁ TENGA QUE VER CON LA DIFICULTAD QUE TENEMOS LOS PADRES EN ASUMIR LA AUTONOMIA DE LOS HIJO Y EN LA INCAPACIDAD DE "SUFRIR" SU DOLOR POR EXCESIVO PARA NOSOTROS.
UN ABRAZO. SUPONGO QUE NOS VEREMOS ESTE CURSO.

César -

Bueno, Alejandro, parece que realmente este asunto te desveló un poquito…

Supongo que todo tiene su porqué.
¿Quién nunca ha tenido la sensación de haber metido la pata con un comentario poco certero a pesar de hacerlo con buena intención? Sin duda eso es muy humano…

Al margen del comentario, de la situación y de la relación que tengas con esa persona, que no podemos juzgar, primero porque no lo conocemos como tú de primera mano, y segundo porque ¿quiénes somos nosotros para hacer ese juicio? se me ocurre comentarte, si me permites lo siguiente:

- Que en la vida hay múltiples formas de enfocar las situaciones
- Que varias pueden ser verdaderas y complementarias
- Que cuando estamos emocionalmente afectados nos cuesta tomar perspectiva crítica sobre el asunto
- Que si la intención de tu comentario fue buena, si esa persona te conocía y entiende tu forma de ser, muy probablemente además de oír tu mensaje verbal también haya captado tu mensaje contextual y corporal empático… Seguro que dentro de la significación global de una situación y de la multiplicidad de micro-mensajes que van implícitos en la misma el receptor también ha podido leer la parte buena, la parte de la intención comprensiva y reconfortante de quien intenta escuchar empáticamente, consolar, apoyar…, quitar importancia a un asunto.
- ¿Romper la sintonía, no romperla? La verdad es que eso depende de tantos condicionantes (internos, externos, situacionales, accidentales, interpretativos, …) que ni la persona más hábil del mundo tiene garantizado el no romperla nunca. No es ni bueno ni sano cargar con toda la culpa de una situación, y menos cuando no se tiene.
- Unido a la anterior como ya sabes no suele ser recomendable que un psicólogo trate problemas de un ser demasiado cercano, por las implicaciones emocionales… Pero de nuevo, ¿quién no lo ha hecho nunca???
- Si te sirve de consuelo, yo con frecuencia intento escuchar, ayudar o consolar a la gente y en muchas ocasiones también he metido la pata por decir algo poco apropiado. No recuerdo quién dijo eso de que “si lo que tienes que decir no es mejor que el silencio, mantén tu boca cerrada”. La simple escucha empática puede resultar el elixir más apropiado para aquellas situaciones en las que la persona simplemente busca desahogarse, ser escuchada, y además nosotros no sabemos que decir… Claro que para esto también hay que tener madurez y, como dicen en mi tierra, mucho “cuajo” para soportar el silencio. (Yo me lo suelo repetir).

“Rectificar es de sabios”. Haces bien en retomar el tema con esa persona si crees que no está zanjado, que para alguna de las dos partes (tú o él/ella, o ambos) es importante hacerlo. Ese ejercicio de humildad humana interior es precisamente una de las más grandes lecciones reparadoras de relaciones y sentimientos de la historia de la humanidad. Ese recoloque o re-posicionamiento constructivo positivo sin duda suele ser un buen camino. Quizás incluso tengas la oportunidad de comprobar el alcance real de la situación, de tu comentario, de la situación actual de la persona… Y quizás estos no sean exactamente tal como a día de hoy tú te los imaginas… Al menos eso el lo que suelen conllevar los vacíos informativos entre dos personas (emisor – receptor) según las teorías de la comunicación.

Muchas veces la vida nos da segunda oportunidades… Somos los necios de los hombres los que nos negamos a verlas.

Saber y querer compartir abiertamente una situación personal como esta… sin duda es una habilidad social, un gesto valiente y maduro que no deja de enseñarnos un poco más a tus lectores.

Perdona si me he extendido demasiado.

Suerte con este tema y con todo que te traigas entre manos.

cristina -

Hola! Me gusta mucho la imagen que has utilizado, muy apropiada. Con respecto a tu comentario... ufff, me parece un "juego" interesante ese de la sintonía, es difícil encontrar el equilibrio. A veces se rompe la sintonía, cuando hace falta, pero otras veces es mejor dejarle ver que "si puede ser para tanto" si a la otra persona de verdad parece importante, pero, ¿hasta qué punto podemos llegar con esa permeabilidad? ¿no acabas asumiendo el problema de la otra persona? No sé si me explico. Por otro lado, creo que podría llegar a afectarnos el problema cuando te involucras de esa forma, tanto si dices que no es es para tanto, como si admites que lo es. Me parece que acabas juzgando el problema en lugar de escuchar y/o ayudar.

Un saludo y ánimo para el próximo curso.

Paloma -

Hola

Lo que escribes me hace pensar hasta que punto la comunicación verbal es insuficiente y necesita del contexto para ser entendida. Uno mismo puede decirse ” no es para tanto “para minimizar algo que por varias razones le está sobrepasando y le impide ver con claridad el hecho en si. Es una manera de establecer distancia, me parece a mi.. Esa expresión también puede ser un modo de reconocer la dimensión del problema para esa persona, aunque es menos agresivo, desde luego hacerlo a través de las preguntas. Profundizar utilizando las preguntas es posible que facilite la empatía . Tal vez la sintonía entre las personas abarque mas campos que los meramente verbales ( Muchas veces me han perdonado ser inapropiada en mis comentarios a favor de otros aciertos, incluso alguno de mis alumnos/as , porque al final lo que cuenta en la relación, es el conjunto. Será eso lo que habrá que cuidar y para ello es muy conveniente, como tú haces, reflexionar sobre cual puede ser la mejor manera de cuidarla, sobretodo si es una relación significativa.

En fin, el curso comienza, los problemas se incrementan y seguro que podemos una vez más servirnos de tus desvelos nocturnos para plantearnos nuestro quehacer diario.

Un abrazo