Conectando con Ali
Odio Blogia, sobre todo cuando se me borra un artículo, que en principio me parecía bastante interesante. Ahora tengo el dilema. ¿Qué hago? ¿Trato de volverlo a escribir, o escribo otro? ¿Qué hago con la impotencia y la rabia que siento al perder tantas ideas? Lo peor es pensar que no es la primera vez que me pasa y que ya debería haber aprendido. Ja... eso es lo peor.
En fin, se fue. Lo tengo que aceptar. Así que escribiré otro post, porque escribir el anterior ya es imposible, se fue donde se van los posts que se borran, a un lugar recóndito e inaccesible del cyberespacio. Hace un tiempo escribí un post titulado los mejores post son los que no escribo. Ahora esto lo podría adaptar con "los mejores posts son los que pierdo estúpidamente".
El caso es que esta tarde me fui a tomar un café para marcar una transición, antes de empezar a trabajar por la tarde. Es lo bueno de quedarse en casa, el trabajo es más intenso, más concentrado, más sosegado. Me encanta poder disponer del tiempo, sin interrupciones, poder focalizarme en una actividad. Generalmente leer y/o escribir.
Y ahí estaba yo en mi bar elegido. Un bar cercano a mi casa. Un bar que me gusta, sobre todo porque me permite sentarme en un rincón desde el que puedo mirar por la venta, y también disponer de una visión completa del propio bar y su decoración. Hay unas cuantas fotos de actores y actrices de Hollywood, de los 50 y los 60. Hay fotos de lugares emblemáticos de Madrid. Pero sobre todo hay una foto que me encanta. Aunque deje vagar mi mente, al final siempre me quedo mirando esa foto. Es la que aparece en el post.
Reconoceréis, imagino, una de las fotos más conocidas de Muhammad Ali, en su combate contra Sonny Liston. Son muchas cosas las que me llaman la atención. Sobre todo ese cuerpo fibroso y fuerte, ligero y contundente, pletórico. Alí se caracterizó en su estilo boxístico por su gran movilidad (algo más difícil de ver en la categoría de peso pesado) y velocidad, entre otras cosas. Me llama la atención su actitud de victoria, de superioridad en ese momento, como invitando o desafiando al oponente a levantarse. Pienso en por qué ya no hay combates así, ¿qué le ha pasado al boxeo en la actualidad?
Creo que el último combate que vi que fue todo un acontecimiento social (y éste sí lo pude ver en directo) fue el combate que enfrentó a Evander Holyfield contra Mike Tyson. Alguno lo recordará por el pedazo de oreja que Tyson se llevó a la boca, ja... tras un mordisco poco elegante. Alguno lo recordará como el inicio de la decadencia de Tyson. Si veis el combate veréis qué cuerpos más diferentes en comparación a los del combate en Ali VS Liston. 1965 y 1996, treinta y un años, dos momentos históricos y culturales muy diferentes. El cuerpo refleja el momento histórico en el que crece y desarrolla.
Aparte de esto, sobre todo pienso en una tarde que pasé tomando cerveza con Andy Sparkes, en un pub de Exeter. Tras salir de trabajar nos fuimos a un pub que conocía, y ahí me contó cómo uno de sus ídolos principales en su infancia había sido Alí. En ese mismo pub tenían la misma foto expuesta. Recuerdo esa conversación con cariño. Yo le comenté a Andy que Alí también era el boxeador favorito de mi padre. Alí era más que un boxeador, fue un activista social, en el difícil momento histórico en el que le tocó vivir. La foto le muestra en su mejor momento deportivo. Recuerdo a Andy riendo, imitando la voz de Ali y recitando su famosa frase: "float like a butterfly, sting like a bee".
Conexiones, en un lapso de tiempo ya no estoy en Madrid, sino en Exeter. Al poco regreso de nuevo, me veo a mí mismo ahí, mirando esa foto. Es fascinante cómo la mente puede generar tantas conexiones en tan poco y con tan poco. Conectar imágenes, sensaciones, pensamientos, ideas, emociones, conceptos, experiencias, recuerdos.
En ese momento pienso que hace tiempo que no sé nada de Andy y que voy a escribirle para preguntarle cómo le va. En ese momento pienso a cuánta gente conozco que vive tan lejos y con la que coincido tan de tanto en tanto.
Conexiones de nuevo.
Imagino que uno de los grandes logros del proceso de escolarización consiste en aprender a gestionar nuestra atención. Es un logro que probablemente no se explicita formalmente. Pero es una de las consecuencias tras atender a tantas clases, donde se exige atender de manera ininterrumpida a una actividad. Poco a poco vamos desarrollando la habilidad de focalizar nuestra atención. Pero no siempre se desarrolla esa habilidad. A veces no todo el mundo lo consigue. A veces de consigue demasiado bien y demasiado rápido, impidiendo que la mente vuelva a vagar con tanta flexibilidad. No creo que se trate de controlar la atención, sino de aprender a conocer nuestra atención y desde ahí, nuestra conciencia.
Conexiones de nuevo.
¿Verán mis alumnos de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad, o mis alumnos del Master de Docencia Universitaria alguna relación entre todo esto y el vídeo que colgué en un foro (gracias a Carmenchu, Míriam y Belén, que me lo pasaron)? ¿Están dos fenómenos conectados antes de que uno los conecte formal y explícitamente o dependen sin más de la actividad conectora de uno? Admito que esto es una pregunta trampa, ja... de nuevo es fácil responderlo desde las concepciones constructivistas desde las que estamos trabajando.
Conexiones. Creo que me interesa Mohammad Ali, además, por el hecho de que cambió su nombre, y quien sabe si con ello también cambió su identidad. Al igual que Malcom X y tantos otros. En ciertas culturas hay momentos precisos a lo largo de la vida donde se van adoptando diferentes nombres de manera ritual. En culturas como la de los indios Navajo, las personas incluso poseen varios nombres, algunos de ellos, privados y secretos.
De nuevo miro ese cuerpo fantástico, en un momento de apogeo y pienso en la enfermedad de Parkinson, pienso en Alí ahora, pienso en el contraste. El más rápido es ahora incapaz de controlar con fluidez sus movimientos, qué paradojas. De nuevo el tiempo, pero visto desde la perspectiva del envejecimiento. ¿Qué habrá ganado Alí en todo este tiempo, desde su perspectiva? Veo ese cuerpo fuerte, disciplinado y no puedo evitar verlo en perspectiva.
De nuevo conexiones transicionales, antes de pasar a otra actividad. Y vosotros, ¿hacéis alguna conexión?
3 comentarios
Paloma -
Por lo demás...el boxeo no...no me dice nada. Bueno, algunas clases de kimboxing o algo así, que había en mi antiguo gimnasio. Exceptuando eso, no tiene mucho sentido para mi...
De los descapotables, cafés y los cambios de nombre ¿Qué os voy a contar?
Besitos
Paloma
Carmen -
Al principio, al ver la foto del post, lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido: puff, boxeo. Al leer el rótulo de la imagen he pensado en la paradoja de la fecha (es casi coincidente con mi fecha de nacimiento) y el malestar que siempre me ha producido el boxeo. Y me he ido hacia atrás en el tiempo recordando las sesiones de boxeo televisivo (cuando era niña lo ponían por la tele; ahora lo desconozco) que teníamos en casa porque mi padre era muy aficionado a ese ¿deporte? Aún sin empezar a leer el post, he sido consciente de que una imagen que me trae recuerdos que no resultan muy de mi agrado, me absorbe una mayor cantidad de tiempo y de pensamientos que otra que sí lo es. Una vez sorprendida por mi pequeño descubrimiento he empezado a leer el post.
Después de descubrir tu "impotencia, rabia y estupidez" (madre mía, eres un cromo), he pensado que tus ideas perdidas te han permitido conectar tu café presente con combates pasados, momentos vividos, y tardes compartidas con amigos en lugares lejanos (no sé si tus ideas perdidas darían tanto de sí pero si sé que las ideas no se pierden ;D).
Vas focalizando la atención en determinados fenómenos, dejando borrosos otros y elaborando conexiones en el espacio y el tiempo de aquello que te interesa.
¿Tus conexiones son mis conexiones? No, pero la apertura de tu proceso de conexión me invita a hacer el mío propio. Incluso, aunque no lo abra el otro, una imagen y una fecha inician una traslación en el tiempo asociada a unos recuerdos. He conectado con mi padre y sus aficiones y he pensado si ahora que ya no está, seguiría disfrutando de los combates o ya no le gustarían. He hecho una proyección imaginándome ahora, en el sofá de casa, invitando a mi padre a compartir un combate a mi lado. Ahora no me importaría porque estaría curiosa observando cómo disfruta alguien de algo que a mí me disgusta profundamente, comparando qué mal me sentía de niña cuando veía a mi padre (todo un señor intelectual), ensimismado ante lo que para mí eran dos salvajes pegándose puñetazos hasta que uno caía al suelo medio noqueado o noqueado del todo. Entonces no entendía a mi padre en eso ni en muchas otras cosas; ahora lo entiendo mucho mejor y puedo imaginarme ese rato compartido en el sofá.
Otra conexión mía en base a la tuya: Muhammad Ali cambió su nombre. Inmediatamente me ha venido a la cabeza el primer chico que fue importante para mí. Tenía un apellido que se ponía a los niños que habían pasado por la Inclusa: Expósito. En cuanto se enteró mi padre (papá hoy es tu día. Será mi particular homenaje a los difuntos), preparó unos papeles para que el chaval se cambiara el apellido. Me quedé atónita. Todavía ahora, al establecer la conexión, se me reproduce esa sensación de asombro ante algo que mi padre consideraba lo + normal del mundo y que para mí era un odioso intento de incursión en la intimidad del otro.
Lo de cómo establecemos cada uno de nosotros las conexiones cuando no hay elementos a conectar prefijados me interesa mucho. De hecho, observo que hay personas profundamente conectoras de fenómenos habitualmente y otras que sólo lo hacen esporádicamente y bajo prescripción. Me refiero a las conexiones conscientes; las inconscientes no sé cómo funcionan ni por qué.
Seguramente te quedarías asombrado de las conexiones que establecen tus alumnos de los másteres aunque sigan eludiendo (de momento) tu persistente invitación a pasarse por aquí o a dejar rastro de su paso.
Voy a apagar el ordenador para empezar a transitar hacia un lugar para comer con un amigo. Tendré cuidado por la calle porque cualquier día me agrede un enorme meteorito formado por la fusión de los mejores post de Paloma y tuyos :D
Un abrazo,
Carmen
Carmenchu -
No me atrae nada el boxeo ni esos cuerpos... (Prefiero la fibra sin volumen) sirva este ejemplo:
http://www.youtube.com/watch?v=UnSh-KPV7QQ&feature=related
Pero si opino que es un post interesante...ya que las conexiones transicionales ofrecen a mi jornada diaria mucha calidad a la misma...
Cuando no las hago pierdo consciencia de lo que me rodea y de mi misma también...y a veces me deja un sabor agridulce, el saber que podría haberlo hecho...es cuestión de darte un minuto a veces, para situarte como más despierta .
De la atención en el aula:
Pienso que depende de múltiples factores. En mí caso si no se enfatiza en cambios de tonos de voz (voy y vengo...hasta que al final desconecto...si el docente se identifica demasiado con el personaje del maestro > le resta mucho poder de atracción, me siento más atraído por alguien con sensibilidad y mucha dosis de humanidad y afecto, que tenga una mente flexible y que no me dé clases tipo chapado que me den-la chapa -vamos ( prefiero ser un descapotable, sin techo aunque a veces me fustigue el sol, el viento y el agua así me curto )
Si el docente es entusiasta y sin exceso de dramatismo,... como que engancho fácilmente. Cuando esto ocurre, me observo desde fuera, en este estado y lo agradezco enormemente...
¿Quién no desearía conectar con alguien o algo 100% en una aula ?...más cada uno es/somos diferente/s y con inquietudes distintas ( desde luego a sumar )
No soporto a la gente que le encanta escucharse a sí misma, más que a los demás así de categórica. Detesto los excesos de protagonismo y a mí misma , cuando caigo ahí, en esa trampa de vanidad es lo mismo que me ocurre cuando escucho demasiado a mi mente, obviando mi cuerpo, mis emociones, mis etc.
¡¡ Bueno perdonen/ na mi chapa de hoy, y disfruten con el descapotable ;-)
¡Ah ¡ y para tu economía y que vayas mejorando el catering ; )
http://www.laescueladeinversion.com/
PD: Para Ali, mucha salud
y siempre puedes invitarle, o a su hijo, su nieto...A mi me interesaría más su esposa-pareja - ¿ la tuvo ? ¿ cómo viviría ese oficio ?...uffff