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El viaje de Telémaco

Los mejores blogs son los que no escribo¡¡¡¡

Hola a todos

 

La madrugada del miércoles al jueves de la semana pasada, allá por las 4 y cuarto (no quería comprobarlo para no despejarme del todo) me desperté y empecé a dar vueltas en la cama, sin poder dejar de pensar. Trataba de dormir pero mi mente estaba especialmente activa. Así que mientras esperaba volver a conciliar el sueño, en un estado intermedio entre el sueño y la conciencia, empecé a pensar, a pensar, a pensar. Y la verdad es que estaba de lo más lúcido. Medio despierto medio soñando, ahí estaba yo escribiendo/pensando/soñando un comentario de blog. Probablemente lo mejor habría sido levantarme y escribirlo, pero no lo hice. Si lo hacía sabía que ya no me dormiría (hubiera sido lo mejor, de todas formas no me dormí hasta una hora después, para despertarme una hora y media después).

Es una sensación familiar que no sé si tenéis vosotros también. Las mejores ideas se me ocurren cuando no estoy delante del ordenador conectado a internet. Bien cuando me desvelo a mitad noche, cuando estoy conduciendo, cuando estoy fregando, cuando estoy caminando, etc.. etc...

Esa noche que comento fue especialmente lúcida pero no escribí nada (probablemente de escribirlo no me hubiera parecido tan lúcido ;-)

Esa mañana había estado Tim Ingarfield trabajando en Documentación, en un taller sobre el concepto de Competencia. Al día siguiente seguimos trabajando en el curso de Experto en Docencia Universitaria, y culminamos la semana con un taller sobre aprendizaje experiencial y liderazgo (o procesos de liderar y seguir) en mi asignatura de Habilidades Sociales.

Espero escribir pronto un comentario sintetizando el contenido y el proceso de estos tres talleres, tan interesantes para mi como para desvelarme el primer día.

En breve...

No sé si os pasan también estas cosas, en todo caso me apetecía compartirlo.

Un saludo a todos

 

Alejandro

16 comentarios

Gloria -

Ajaa!!

Encontraste rápido mi comentario, a pesar de la vaga pista que te he dado (lo de vaga creo que no tenía mucho sentido, ¿verdad? ¿Tenía acaso miedo de que alguien cazara al vuelo mis palabras, de que además supiera de que estaba hablando y de que, por si fuera poco, tuviera la extraña tentación de leer este post atemporal...? desde luego... a veces soy un caso!!).

La verdad es que confiaba en que hubieras recibido el aviso (pero visto lo visto... quizá el correo postal (tú también tienes cada cosa... jaja) habría sido más fiable) porque reajustando (últimamente reajusto mucho) la inicial expectativa de recibir algún tipo de feedback por tu parte (mínimo: “ya lo he leído”, máximo: algo como lo que ahora has escrito)... ya tenía varias hipótesis bastante sólidas acerca de tus razones para no dar réplica a mi comentario.

Muchas gracias por escribir, un placer como siempre. Yo... también quiero esperar a mi “examen” para seguir dialogando personal e intelectualmente. De hecho... y ahora lo he pensado: ¿Por qué no hubo un feedback por mi parte a tus comentarios sobre fondo rosa del año pasado? No fue por falta de ganas, pero pensé que quizá era rizar el rizo (y restarte aún más tiempo en una época en la que supongo estabas atestado de tareas, a pesar de lo placentero de los exámenes de este tipo) o quizá es que casi me daban más ganas de hablar sobre el tema que de escribir.

Bueno, bueno...dices entendiste mi post, y por lo que luego dices de verdad creo que así es. Si te soy sincera... me quedo más tranquila: se que cada uno es libre de hacer interpretaciones, pero en este caso quería asegurarme de que ésta no distaba mucho de la idea que yo tenía en mente... habría sido una pena. Sin embargo, entiendo perfectamente lo que explicabas sobre tu posible profesor “voyeur de procesos de aprendizaje” :P y de alguna manera siento no haber sido “objeto de disfrute”, debido a muchas de las variables que mencionabas y también a otras; espero que, aunque algo tarde, mis “divagaciones” no “decepcionen” y que puedan ser base para trascender! :)

Ah!! Me gusta mucho lo de “no hemos terminado todavía”, también lo de la posibilidad de que existan “flujos indeterminados de acontecimientos y experiencias”. Tienes razón, por de pronto nos veremos las caras en el curso de verano!

Un abrazo y gracias de nuevo por todo.

Alejandro -

Hola

Esto de los comentarios atemporales, aporta una complejidad al blog, que nunca hubiera imaginado inicialmente.
¿Quedamos en 2008? ¿En 2007? ¿En 2011?

El único problema es que no sé por qué, el blog no siempre me avisa de todos los comentarios.

Gracias Gloria.

Me quiero esperar a tu "examen" para hacerte de nuevo más comentarios. No quiero ahorrarme esa experiencia, de diálogo personal e intelectual. Sé que no hace falta en términos de calificación, pero sí en términos de elaboración. Y el placer del examen de Psicología de la Infancia, me gustaría volverlo a repetir. Qué raro, placer y examen en la misma frase ;)

Entendí tu post. También es verdad que estaba sensible notando y dejándome notar mi transición. Luego me sentí un poco mal, porque no sé si me había expresado bien. Entendí lo de trascender la autoexigencia, eso es fundamental, qué gran paso. Sólo quería expresar, que sin ser obligatorio, sin ser necesario, sin ser fundamental, a mí se me importaba leer lo que escribes, porque le daba valor. Y porque como ejemplo del proceso es también importante, claro. Desde el respeto a vuestro ritmo, a vuestros tiempos, a vuestras ganas, a vuestros intereses, a vuestras disponibilidades, a vuestros contextos.

En sí, creo que es un ejemplo de mi impaciente curiosidad por conocer qué ha emergido o puede haber emergido durante este cuatrimestre. Diferente al primer cuatrimestre del año pasado (me parece mucho más lejano, pero no, sólo el año pasado). Y tengo curiosidad por encontrarme con vosotros/as, contigo y escucharos, leer vuestro proceso y esperar que escribir sobre él os ayude también a explicitarlo, a trascendelo, incluso.

En tu caso probablemente no sea necesario. Tal vez no sea más que una especie de necesidad egoísta que tengo de conocerlo en más detalle. El profesor voyeur de procesos de aprendizaje.. ja.. o algo así. En otros es fundamental, bueno, imagino que es importante para todos. Yo nunca tuve esa oportunidad durante mi proceso de formación. Y aquí, surgió casi de casualidad, mientras explorábamos las posibilidades de uso de esta herramienta.

De nuevo gracias por lo que escribes. Pero no hemos terminado, todavía. Y ni siquiera después. Terminar no deja de ser un límite arbitrariamente designado en algo que no es más que un flujo indeterminado de acontecimientos y experiencias.

Esto sigue. Y no tengas vergüenza, ¿por qué? Más tendría que tenerla yo, que estoy más expuesto, que infrinjo más límites tradicionalmente establecidos.
Me encanta que el blog siga vivo más allá del último mes.

Un abrazo

Alejandro

Gloria -

Hola Alejandro,

aquí estoy, desafiando las leyes del tiempo. Siento por ello una sensación curiosa, un íntimo regocijo. Cuando el año pasado terminábamos la asignatura de “Infancia”... sufrí, por un breve periodo de tiempo, un cataclismo interno, no sólo por la tristeza (que no ambivalencia :P ) de acabar, de dejar de tener clases contigo, sino también porque pensaba que la vía de intercambio tan rica que en esos meses me había acostumbrado a utilizar... quedaría muerta. Llegué a preguntarme si mi paso por los blogs habría terminado, si ya no tendría razones para escribir y, lo que es más importante, ocasiones para leer a otros.

Pronto... me di cuenta de que no. Recuerdo los meses del segundo cuatrimestre del año pasado, aunque ocurrió sobre todo a finales, cuando la primavera hacía su aparición: pasé algunas noches (bastantes) leyendo muchos de tus anteriores posts, que se remontaban al año 2006. No estoy ahora segura de si, jocosamente, te lo llegué a decir (creo que sí) o quedó como “asunto pendiente”, algo así como “me estoy leyendo tus posts pasados y... lo mismo me da por comentar”. ¿Lo decía como “amenaza”? jajaja. Definitivamente... creo que te lo dije, porque creo también recordar que me dijiste algo así como que te parecía muy bien.

La cosa es que disfruté muchísimo, por lo que escribías y por lo que escribían tus lectores, por el intercambio que allí se creaba, porque yo era una especie de “intrusa” en la que nadie reparaba y que no molestaba, pero que podía viajar al pasado, con total libertad, sin necesidad de “máquina del tiempo”, y que podía también establecer decenas de conexiones con lo que había ocurrido a otros en diferentes momentos de su vida, con lo que habían dicho otros en diferentes contextos.

Por supuesto, leí el post de “Los mejores blogs son los que no escribo¡¡¡¡” (que retomo después del “recordatorio” de Carmen, otra viajera a-temporal por el mundo virtual). Ya entonces hizo que pensara sobre el tema, como estos últimos días he hecho y se ha plasmado a través de ese post del que no sé si has captado su esencia...

En realidad, ¿¿qué estoy diciendo?? Tú has interpretado algo de lo que yo decía, y yo he interpretado algo de tu comentario (que, de alguna manera, creo que tiene ciertos retazos de lo que ha debido suponer para ti pasar tantos días con esa “cara de póker”!! me daba la impresión de que no querías decir mucho, o de que estabas cuestionándote algo personal que no tenía cabida allí, o que si tenía pero no querías hacer explícita. Quizá es también que su lectura te ha encontrado en un momento de transición, como bien le contabas a Darth...). A estas alturas el “balón de la interpretación” está en mi campo, y puede que la realidad ya completamente deformada, who knows?

“Who knows”? era precisamente una de las preguntas que me hacías en un comentario sobre fondo rosa al margen de una página, en un “largo largo largo” examen de Infancia que anoche estuve releyendo.

¿Te puedes creer que me daban ganas de llorar? Sin duda, yo también estoy en un momento de transición. Tú terminas algo, yo termino algo, en apariencia, más “grande”: me licencio en unas semanas, termino Psicopedagogía, comienzo algo nuevo que me hace mucha ilusión pero “cierro” (¿de verdad cerramos?) un periodo de dos años que me ha cambiado muchísimo. No sabes, y yo no sé si sé describir, lo que supuso para mí tu asignatura el primer cuatrimestre de mi primer año... creo que ya escribí en mi autoevaluación algo así como que “estaba en una fase de mi vida...”, estaba en una fase de mi vida en la que había roto con cosas y esa rotura me había hecho cuestionarme aspectos de mí misma, de mi manera de enfrentarme a la vida, de mi manera de gestionar mis relaciones con los demás, de mi manera de “exigirme” cosas (y por aquel entonces me refiero más a aspectos personales que académicos) hasta un punto de cuestionable conveniencia.

Estos últimos meses he conocido a alguien que me ha dicho que “desprendo bienestar”, algo que he tomado por un delicioso, también como una subjetiva interpretación, pero que también ha hecho que me cuestione hasta qué punto priorizo esa sensación frente a otras, si la priorizo consciente o inconscientemente... Conecto con mi situación de hace casi dos años, y me cuestiono qué priorizaba yo entonces, y por qué me intenté exigir sentir algo que no sentía, y por qué estaba atada a fidelidades sin fundamento...

En fin... estoy escribiendo sin poder parar, Alejandro, y siendo consciente (ja) de que me estoy desviando completamente del tema sobre el que pensaba hacerlo. O bueno, quizá no me estoy desviando tanto, pero tengo que reconducirlo...

“Los mejores blogs son los que no escribo”... escribías en abril de hace dos años...

Recojo a continuación uno de los comentarios que te hacían, curiosamente el de un anónimo (veo que por aquel entonces los “anónimos” también estaban en boga :P ):
“Leo tu artículo y no sé si es una introducción del próximo o una reflexión sobre un proceso creativo. ¿ Quieres decir , que el hecho de no escribir a las 4 de la mañana ha hecho que lo hagas unos días después? Con tus palabras: NO IMPORTA cuando lo importante es conectar.”

No sé si el anónimo captó bien lo que querías decir, al fin y al cabo, de nuevo, aquí estamos, todos, interpretando continuamente, pero inevitablemente me ha llevado a una de las frases que yo he escrito y que tú destacabas: “Todo esto para darme cuenta de que NO IMPORTA que no haya escrito aquí, que nadie me lo exigía”.

Desde luego que no es sencillo lo que he escrito, pero menos sencillo es lo que he estado sintiendo, o lo que quería transmitir sin saber si lo he hecho.

Mi “no importa” quería decir que el no escribir no implicaba que no hubiera aprovechado la asignatura, que no hubiera disfrutado enormemente de los textos que nos has proporcionado, que no hubiera dado vueltas y más vueltas a lo que recibía de tus clases (y, por supuesto, no hablo sólo de los contenidos. De hecho, hablo concretamente de algo más allá de los contenidos).

Mi “no importa” iba más allá del que tú no nos exigieras nada y, por eso, no tuviera sentido escribir (bueno, esto creo que lo sabes perfectamente).

Mi “no importa” iba más a lo que yo había sentido por dentro cuando, de alguna manera, me juzgaba y me echaba la reprimenda por no escribir. Creo haberme dado cuenta de que el no escribir no implica, por obligación, que no haya sacado jugo a lo que nos has ofrecido, que el no escribir no resta valor por completo a estos meses.

Realmente... eso es lo que quería decir.

Y realmente... en el sentido que creo que tú hablabas... claro que importa, que me importa, que te importa.

Y realmente... este post era para mí pero, lo confieso, también era para ti. Ayer escribías: “En fin, estaba triste, y no expresarlo aún me puso más triste”. En fin... yo también estoy triste, bastante, y también tengo miedo, bastante, y también he sentido que podía deberte algo (y/o deberme algo) y no quiero ponerme más triste, ni tener más miedo, así que por eso... voy a intentar expresarlo, a pesar de la posible vergüenza, que ya no sí ni dónde ha quedado: no quiero dejar de darte a entender que, aunque no haya habido hasta ahora un post en la carpeta de “Dificultades de Aprendizaje”, estas sesiones han sido, como siempre, un regalo que me ha hecho seguir creciendo, no quiero dejar contarte que, desde mi posición, estos meses has seguido caminando a mi lado, mientras cruzaba el puente, que no sé si era el mismo que empecé a cruzar, o es otro..., no quiero dejar de decirte que jamás pensé que podría llegar a encontrar algo así en la universidad, que jamás pensé que escribiría algo así (y que me sentiría a gusto haciéndolo), con este nivel de desnudez, a un profesor.

Y lo hago aquí, en un espacio público pero privado, sabiendo que esto lo podrá encontrar alguien, quien sea, en un futuro más o menos lejano, pero esperando que no sea ahora porque quizá la vergüenza que he dejado atrás para escribirlo, para escribirte a tí, me volvería de golpe :P

Gracias, Alejandro.

Anónimo -

A mi me encanta escribir de noche, tal vez, porque es en ese momento donde más ideas se tienen, o porque las cosas que se escriben no parecen tonterias. Laura ponía en su comentario que luego por la mañana la releia y no tenia mucho sentido aquello que escribía. Pero yo creo que es cuando más sentido tiene, porque parece todo un caos, pero es, en realidad cuando escribes más lo que sientes y piensas que lo que es politicamente correcto.

Silvia -

De momento no tengo insomnio, pero si alguna vez en momentos de estar en "duerme-vela" como dice mi madre... se me han ocurrido cosas que hacer, maravillosos proyectos, formas de hacer mas efectivo mi tiempo, jurarme y perjurarme que nunca más perderé el tiempo, fumaré menos, etc.
Son los PROPÓSITOS DEL DORMIDO que parecen de lo más reales, alcanzables y que sin duda evocan una gran autenticidad y máxima elocuencia, pero nada más lejos de lo real, a la mañana siguiente ya no es todo tan fantástico como parecía y queda en vagos pensamientos, hasta quien sabe cuando...

asun -

Perdón por la palabra mal escrita, quise escribir insomnio

asun -

Cuidado con el imsonio, que eres muy joven para eso.

Me gusta lo de utilizarlo como McGuffin para comprometerte a escribir sobre el taller de las competencias, por cierto muy buen artículo. Algún día comentaré algo.

Yo también quiero compartir con vosostros que mis ideas más creativas para trabajar con mis alumnos surgen, inevitablemente, mientras cocino.

¿Por eso me gusta estar sola en la cocina? Quizás.
La verdad es que hasta ahora no había caído.

Saludos y feliz estancia en T.

Mary -

Acabo de leer vuestros comentarios y la verdad es que me voy a decidir por escribir el mío.
Siempre había pensado que alguna de mis reflexiones empezarían diciendo: "Estaba yo bajando al perro..." Pero me daba bastante vergüenza decir que mis mejores reflexiones ocurrían en ese momento.
La verdad es que son ratitos en los que estoy sola... pensando... recordando... porque son momentos que me traen muchos recuerdos... e inexplicablemente comienzo a relacionar temas que hemos estado tratanto en clase. Pueden ser sobre dislexias o sobre habilidades sociales, el caso es que creo que son mis mejores bitácoras...

Gracias por compartir esta experiencia... ya no me parece tan tonta la idea de ir reflexionando mientras paseo al perro.

Un saludo Mary.

Alejandro -

Hola a todos y todas

Muchas gracias por los comentarios. Como bien dice Anónimo, este escrito era una breve introducción al comentario que acabo de publicar sobre el primer taller de Tim Ingarfield hace dos semanas sobre el tema de las competencias. Era un anuncio que iba a facilitar que adoptara un compromiso público, vamos una manera de asegurarme que terminaría escribiéndolo.

De ahí que recurriera al Mcguffin del tema del desvele motivado por un trabajo mental extra. Hay veces que un McGuffin se vuelve más importante que el contenido central.

Y la verdad es que es un tema muy relacionado, ¿cómo creamos condiciones para que emerja una idea, una conexión, un insight, una iluminación, que se nos encienda la bombilla, etc.. etc...?

Hay mucho escrito sobre el tema y como describís Ana y Sara, para que esto emerja (y suele emerger de repente cuando realizamos cualquier otra tarea) es necesario haber trabajado conscientemente sobre ello previamente (aunque nos sintamos lentos, trabados, como que no surge).

Entonces algo pasa para que inconscientemente sigamos elaborando el tema y que emerja el producto cuando menos nos lo esperamos.

Así que Inma y Anónimo estoy de acuerdo con vosotros con que nada se pierde, todo sirve para seguir conectando, puede que en otro momento.

De momento gracias a vuestros comentarios he podido seguir con el tema, y seguir conectándolo con otros temas que me interesan. ¿Cómo facilitamos situaciones o contextos para que sea más probable que emerja algo que queremos que emerja (y que no podemos forzar directamente)?

Es algo que en el mundo del arte es bastante común, y Aure lo describe bien con el tema de la fotografía. Por suerte hay más oportunidades si se buscan, si se está disponible para captarlas. Si se está presente de alguna manera, receptivo.

No siempre aparece la musa, o no siempre aparece aunque pensamos inicialmente que sí apareció (¿no Laura?). En todo caso sigamos tratando de favorecer que nos visiten de alguna manera.

Gracias de nuevo a todas por las nuevas conexiones que me ayudáis a hacer.

Un saludo

Alejandro

Ana -

Pues si, a mi también me pasa y con bastante frecuencia, me alegra comprobar que no soy la única. Creo que pasan estas cosas en los momentos menos esperados porque es cuando podemos "conectar" unas cosas con las otras, nuestra mente no para de trabajar, pero cuando menos estás pensando, cuando menos lo esperas es cuando te asltan las relaciones, las conexiones y las reflexiones de los blogs que nunca escribiremos, es como "la palabra en la punta de la lengua" cuando dejas de buscarla aparece. Quizá sea la musa.

P.D. Ya he encontrado el video. ¡Que bonito verte en otro contexto!

Besos

Sara -

Hola Alejandro!
La verdad es que yo duermo como un lirón, asique esas cosas no me pasan, que lástima igual seria la única forma de dar algo de lucidez a mis pensamientos jeje.
En mi caso escribo cuando a "la musa" le da la gana", puedo pasarme horas y horas intentando hacer una reflexión acerca de una teoría, un autor o relacionándo varias de ellas, puedo intentar crear mis opiniones sobre algún tema o intentar arrojar ideas nuevas. Pero si la musa esta de baja no hay nada que hacer, por lo que se nota mucho la diferencia entre lo que escribo cuando me lo exigen o cuando no es así.Al menos es lo que creo yo.
¿No os ha pasado alguna vez que habeis sentido que vuestro vocabulario os limita a la hora de expresar lo que pensais?Alguna vez he sentido el querer explicarme y notar que mis palabras no llegan, pero no porque no tengan sentido, sino porque realmente limitan lo que quiero expresar o solo tienen sentido para mi en la forma en que las utilizo, no se si me explico jeje. Tendré que hacer un vititilla a la página de la RAE.

Inma -

¡Hola de nuevo!

En mi opinión, nuestras reflexiones siempre se plasman en nuestros escritos. Aunque no sean tal cual ni en un momento concreto, forman parte de nuestro pensamiento, de nuestra forma de actuar y aunque esos blogs que no escribes pienses que se pierden en una noche de insonnio, nunca se pierden. Forman parte de tu próxima reflexión, de tu próxima actuación, de tu próximo escrito...

Escribir nos ayuda a IR MÁS ALLÁ de ese pensamiento de insonnio, de esa emoción, de ese sentimiento, vivencia...

Por eso podríamos aplicarnos la frase del poeta Juan Gelman, "Vivir para escribir, no escribir para vivir". La escuché esta semana a raíz del Premio Cervantes y me hizo pensar, espero que a vosotros también.

Vives y luego escribes...

Gracias por hacerme pensar... ¿influirá esto en mi próxima reflexión...?

Inma

Anónimo -

Hola Alejandro:

Leo tu artículo y no sé si es una introducción del próximo o una reflexión sobre un proceso creativo. ¿ Quieres decir , que el hecho de no escribir a las 4 de la mañana ha hecho que lo hagas unos dias después?Con tus palabras: no importa cuando lo importante es conectar.

Aure -

En fotografía la imagen que no captas, (la foto que no haces) es la que más se recuerda: una sonrisa, una mirada, un guiño de complicidad... aquel gesto que no se volverá a repetir, etc.
Escribiendo se tiene una segunda oportunidad, si no tan lúcida... al menos sí puedes "recuperar" la idea y desarrollarla.
Supongo que nos ha pasado a todos.
Gracias por compartirlo. Aure

cristina -

si, a mi me pasa igual, mis mejores comentarios suelen ser los que no te escribo. XD

٭laura٭ -

Hola Alejandro
Me pasó algo parecido una noche tras la cual escribí uno de mis artículos..."Puentes entre el consciente y el inconsciente".
En mitad de la noche me desvelé y me levanté para escribir lo que se me estaba ocurriendo…, momento en el cual todo lo que escribía tenía mucho sentido.
A la mañana siguiente, ya despierta del todo, leí lo que había escrito y ya no me parecía tan lúcido, pero supongo que en cierto modo, sí que me ayudó para escribir el artículo.
Cierto es que en esos momentos de transición nocturna, todo parece que tiene más sentido, pero después esas ideas se transforman en un artículo, como mi cuento: “¿Coloreas tu mundo?”. Otras muchas, por no levantarme y escribirlas, los pensamientos se pierden como estrellas en la luz del día.
Saludos