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El viaje de Telémaco

Desarrollo

Tras el curso de verano...

Tras el curso de verano...

Ya finalizó el curso de verano. La incertidumbre de saber si saldría, sumada a la incertidumbre de qué es lo que haríamos de hecho, más allá de las ideas preparatorias, ya ha finalizado. El resultado es diferente a cualquier planificación. De hecho, y sin ninguna duda, el resultado es mucho mejor que cualquier idea previa que pudiera tener. 

Ver por el jardín de la facultad a unas 10 personas en estado meditativo, era una visión muy hermosa, desde luego no es una visión muy habitual en dicho jardín. En todo caso es una visión que recordaré con aprecio. 

Hemos tenido la oportunidad de trabajar intensamente temas muy complejos, y además, me parece que los hemos experimentado y no sólo tratado intelectualmente. Éste era uno de los principales desafíos del curso. De los principales aprendizajes del curso, me temo que no puedo hablar, pero porque las palabras no lograrían expresar dicha experiencia. La experiencia, en este sentido es una estructura no sólo emergente, sino trascendente, y por ello inefable. 

No obstante es un recurso que hemos utilizado para explorar algunos conceptos que espero que ahora no sean meras etiquetas verbales: kenosis, éxtasis (en el sentido de dar un paso fuera), ego, self, ritual, sagrado, profano, contexto, objetivo, subjetivo, conciencia, inmanencia, emergencia, trascendencia, analógico, digital, diferencial, mindfulness, pranayama, totalidad, figura, fondo, presencia, relación.

Espero que estos (ahora) conceptos nos sensibilicen a todos en el discurrir de nuestra vida cotidiana, para poder atender con mayor conciencia sobre lo que hagamos y sobre nosotros haciéndolo. 

Mucho se quedó en el tintero, pero podría aprovechar este instrumento que es el blog para que podamos trabajar otra serie de recursos. 

Una de estas cosas es esta cita del psicólogo americano William James (1902), quien para mi resumió su postura ante la experiencia religiosa en la siguiente cita:

"Dejadme proponer como hipótesis que, sea lo que sea en su vertiente más lejana aquello con lo que nos sentimos conectados en la experiencia religiosa, en su vertiente más cercana es la continuación inconsciente de nuestra vida consciente. 

Al mismo tiempo la afirmación de los teólogos acerca de que el hombre religioso es conducido por un poder externo se reinvindica, ya que una de las peculiaridades de las incursiones desde la región inconsciente es adoptar una forma objetiva que percibe lo que se siente como (algo) superior; pero ya que, según nuestra hipótesis, son principalmente las facultades superiores de nuestra propia mente oculta las que intervienen, el sentimiento de unión con el poder de más allá es un sentimiento que no resulta aparente simplemente, sino literalmente verdadero" p.370.

Creo que durante el curso hemos podido experimentar esto de maneras muy diferentes, además de empezar a diferenciar algunos de los principales procesos implicados. James anticipó en casi un siglo muchas conclusiones que se harían desde la Neuropsicología. 

Espero que los que hayáis pasado por este curso entendáis mejor esta cita, al menos creo que hay experiencia de fondo para ello ;-)

Gracias a todos por participar, por vuestra implicación a lo largo de esta semana. Y desde luego, gracias también a Xavi y Eduardo por compartir con nosotros su experiencia y conocimiento. 

Estoy seguro que continuaremos un poco más sobre este tema. 

Un saludo

Alejandro

 






James, W.(1985) Les varietats de l’experiència religiosa. Edicions 62 [Traducción al catalán de la edición original publicada en 1902]

Antecedentes del Curso de Verano

Antecedentes del Curso de Verano

Hola a todos

 

Estamos en la recta final del próximo curso de verano que comienza el próximo lunes, "El Desarrollo Trascendente: explorando la dimensión espiritual del desarrollo". Hoy finaliza el período de inscripción. 

Un aspecto interesante respecto a los cursos de verano es la incertidumbre de saber si se impartirá o no, dependiendo de si el número de inscripciones y participantes es suficiente. Por suerte somos suficientes para poder llevarlo a cabo, no creo que se produzca una avalancha de última hora ;-), así que ya puedo expresar las ganas que tengo de que llegue el lunes. 

Lo que quería ahora era compartir los antecedentes de un curso como éste, de dónde vino la idea, cuál es mi experiencia previa sobre este tema, o mi interés. Y no es algo que ya tenga pensado de antemano. Justamente quería aprovechar para explorarlo, como un ejercicio personal previo al curso que quiero hacer. 

En Diciembre es cuando tenemos que enviar las propuestas de los cursos. Eso implica pensar con antelación qué crees que te va a apetecer o interesar cursar unos seis meses después. Y este año no se me ocurría nada. No había ningún tema que me interesara especialmente, al menos no los habituales sobre los que investigo: transiciones, cambios de identidad, etc... Recientemente los habíamos trabajado y considero que a un gran nivel, por lo que pensaba que convenía dejarlos reposar un poco. 

De repente me vino a la idea que por qué no explorar aspectos relacionados con la espiritualidad y vincularlos con el desarrollo. Al principio lo rechacé, porque pensaba que sería un tema muy raro para trabajarlo en un contexto universitario. También porque pensaba que era un tema que no interesaría a nadie: no son buenos tiempos para la lírica... O tal vez, quién sabe, justamente sean excelentes tiempos para la lírica. 

Recuerdo que por esas fechas, recién estrenada la idea peregrina del curso, quedé con Paloma en el Portón para charlar y ponernos al día, y compartí con ella lo del curso. Quería sondear a ver qué le parecía, atendiendo principalmente a su primera reacción no verbal. Y me parece que se sorprendió por el tema, aunque no le vi especialmente interesada por el mismo. Algo comprensible, que dependería en todo caso de con qué conectamos esto de la espiritualidad. 

Pensándolo ahora, la mayor influencia que tuve para plantearme este curso vino en Noviembre, con el seminario sobre el legado de la obra de Gregory Bateson "Una Ecología de la Mente". La verdad es que dicho seminario tuvo un notable impacto en mí. Disfruté mucho volviendo a revisar muchas ideas de uno de mis autores favoritos, y desde luego, escuchando a otras personas que compartieron qué habían elaborado a partir de la obra de Bateson, especialmente John McWhirter y la propia hija de Bateson, Nora.  

Un tema recurrente y bastante controvertido con la obra de Bateson tiene que ver con la (discutible) traducción de su obra "Mind and Nature", traducida al castellano como "Espíritu y Naturaleza". Cada vez que en la obra aparece la palabra "mind" el autor la traduce por espiritual. Por ejemplo, en vez de hablar de procesos mentales, el autor habla de procesos espirituales, lo que ciertamente chirría un poco, al menos a mí, y creo que no soy el único. 

No obstante Bateson sí estaba desarrollando ideas muy complejas e interesantes acerca de qué podemos considerar como mente, sobre todo generando una sensibilidad especial, muy ecológica, acerca de cómo estamos conectados con todo lo que nos rodea (objetos, animales, personas, el universo, etc....). La idea está bellamente recogida en la cita famosa de:

 “¿Cuál es la pauta que conecta al cangrejo con la langosta, a la orquídea con la rosa, y a los cuatro conmigo? ¿Y a mí y a ustedes con la ameba, en un extremo, y con el esquizofrénico, en el otro?”

En la película que filmó Nora sobre la obra y vida de su padre, creo que se reflejaba bien esta idea sobre la importancia de conectar, de relacionar, de sensibilizarse al menos ante esta posibilidad de cómo nos relacionamos o no estamos relacionando. 

Estos procesos de "relacionar" (por ejemplo diferenciando y diferenciando sobre diferencias) son una de las bases de su trabajo, y de su explicación de esta estructura tan compleja que denominamos "mente", y que en absoluto se limita a estar encapsulada en un cerebro individual. Recuerdo que tras ver la película me encontraba mucho más sensibilizado a interactuar atendiendo mucho más en términos de relaciones y procesos de relacionar. Duró un poco, pero fue una experiencia bastante significativa. Desde ahí vi la posibilidad de conectar esto con la creación de lo que comúnmente forma parte de lo que se denominan experiencias espirituales, que consiguen llevarnos más allá de lo aparente, de lo cotidiano, del hábito, de la falta de conciencia. 

Posteriormente, desde Diciembre he podido ir leyendo muchos libros que han desarrollado este tema, comprobando cómo estas intuiciones ya las habían ido desarrollando otras personas, por ejemplo Kenneth Gergen en su libro "The relational being". 

Pero mis antecedentes van más allá de esto. Vamos a explorar brevemente algunos de ellos. 

En el mundo anglosajón, en EEUU sobre todo, es bastante natural encontrar cursos y estudios sobre la experiencia religiosa. De hecho, la Psicología de la Religión es una disciplina bastante consolidada. Pero que yo sepa, en nuestro contexto académico, no hay muchas asignaturas vinculadas con este tema, desde el punto de vista de la psicología. Siempre que voy a un Congreso Internacional encuentro simposios sobre este tema, por ejemplo, estudiando niveles de madurez a la hora de comprender y vivir el fenómeno religioso, integración de filosofías orientales y occidentales, etc... 

En España me temo que nuestra experiencia con la Iglesia Católica no ha ayudado mucho a tratar estos temas con la seriedad y complejidad que se merecen. O para qué se va a tratar si ya están ellos para tratarla, o a lo mejor es algo que corresponde a la Teología, o es un tema sobre el que no se puede discutir, una vez te topas con algún dogma de fe incuestionable (que desde luego poco tiene que ver con los procesos de indagación científicos). Y no porque no haya personas interesantes, por ejemplo el teólogo Juan José Tamayo en nuestro país, Enrique Miret o Hans Küng. Siempre he leído con interés los dabates mantenidos contra la cúpula de la institución, así como dicha cúpula los ha maltratado (por ejemplo, siempre me ha llamado la atención que siga existiendo la posibilidad de excomulgar a alguien, por pensar de manera diferente, y no siempre por actuar diferentemente, pero ése es otro tema).

Yo fui a un colegio religioso, bueno, a dos. Pasé dos años en el colegio de los padres Salesianos de Villena, y unos 12 años en el colegio San Pedro Pascual, de Valencia. En ambos recibí lo que podríamos denominar una formación católica (no había mucha opción por aquél entonces, mucho menos habiendo estado matriculado en dichos colegios). Así que hice la comunición, de vez en cuando iba a misa (eso de comulgar y poder hacer algo que antes estaba prohibido y sólo lo podían hacer los mayores, era interesante en mi niñez), participaba en las actividades de mi parroquia, tenía un grupo de amigos en ese círculo, etc... etc... La verdad es que en ese momento el mundo de la religión y la espiritualidad era algo que vivía con cierta inercia (es lo que había que hacer porque todo el mundo lo hacía y ya está). Mi relación con lo religioso se reducía a una conexión con alguien (Dios, Jesús) con quien me relacionaba especialmente cuando quería pedir algo mucho, cuando reflexionaba sobre mí (en un contexto de rezar, que es un componente interesante me parece, no muy bien explotado al limitarlo sólo a seguir rezos concretos, por ejemplo), etc...

La cosa se empezó a problematizar, cómo no, en la adolescencia. Sobre todo por dos cuestiones. La primera tenía que ver con decidir si me confirmaba o no. Durante los  14, 15 y 16 años me separé bastante de todo lo religioso. No tenía tiempo con todas mis otras exploraciones en otras áreas, sobre todo salir con mis amigos y divertirme: la música, las mujeres, los bares, el mundo de la ebriedad, me parecía mucho más interesante. No obstante, en tercero de BUP, por la relación que tenía entonces con uno de los profesores de religión del colegio (y también sacerdote), que me caía muy bien, decidí que sí me iba a confirmar. Lo viví como darle una oportunidad más a este mundo. Y me confirmé. Creo que fue la primera vez que viví un rito de paso, sin ser consciente de lo que estaba haciendo. 

Viéndolo desde fuera, muchos de los sacramentos (bautismo, comunión, confirmación, matrimonio, unción de enfermos, orden sacerdotal) tienen mucha conexión con ritos de paso: están vinculados a sucesos y transiciones vitales por los que todos vamos a pasar (exceptuando la orden sacerdotal, claro). Cada uno además sucede en momento definido del ciclo vital: infancia, niñez, adolescencia, juventud adulta, vejez (previsiblemente). 

La confirmación es un buen sacramento, en sentido de estar diseñado para acompañar o adoctrinar (según se mire o se use) en un momento en el que el adolescente construye un sentido de identidad, y desarrolla la virtud de fidelidad hacia la comunidad en la que es identificado. En este sentido, la confirmación supuso un buen contexto de reflexión acerca de qué quería hacer en relación a mis compromisos con esto que llamos Iglesia. 

Parece que accedí a comprometerme, pero no duró mucho. Una vez inicié la carrera de Psicología, al estudiar más de cerca esto de la mente, la conducta humana, el pensamiento, la estructura neuropsicológica, etc... empecé a entender que la religión no podía ser algo muy diferente de la Psicología. En cierta manera, la Psicología sustituyó mis intereses acerca de este tipo de cuestiones espirituales. Acaso no implica el prefijo Psi ¿algo relacionado con el alma? Desde luego, bien pronto tiré por tierra cualquier idea dualista que tuviera respecto a un componente (alma, espíritu) que se pudiera diferenciar del cuerpo, en en sentido de estar alojado en él. Idea que curiosamente popularizó Descartes. 

Mis intereses, no obstante, seguían ahí, por lo que en segundo de carrera, aprovechando la opción de las asignaturas de Libre Elección, me matriculé en varias asignaturas de Filosofía, entre ellas Antropologia de la Religión, impartida por Joan Bautista Llinares. Disfruté mucho esa asignatura, que hacía un recorrido desde la antigüedad clásica griega, llegando a la obra de Mircea Elíade. Como parte del trabajo final había que seleccionar una obra y desarrollar una opinión crítica al respecto. Yo elegí una obra de William James, "Les varietats de l’experiència religiosa", lo pongo en catalán porque el curso era en catalán y por coherencia me lo leí en esa lengua. Este libro me gustó y me sensibilizó a tener en cuenta por ejemplo fenómenos muy interesantes sobre los que he escrito después, como la conversión (interesante proceso que implica una transformación de identidad). Además era interesante ver cómo la religión había afectado tanto, en Estados Unidos, al surgimiento de tantas escuelas de intervención terapéutico, muy centradas en lo que ahora se conoce tanto como pensamiento positivo. 

Otra interesante influencia, sin duda, la tuve mucho más cerca. Fue mi relación con mi tía Maribel, que se ordenó como monja en la orden de Religiosas de Pureza de María. Mi tía fue una mujer extraordinaria, y como tal, muy compleja. Además de ordenarse como monja, estudió Química y varios cursos de Física que no llegó a concluir. Tenía una manera de pensar muy científica y rigurosa y al mismo tiempo muy religiosa. Desde luego tenía defectos, uno principal y que nunca entendí: era del Real Madrid. Eso vendría por la parte de la irracionalidad religiosa ;).

Hablábamos mucho, sobre todo a medida que yo me iba haciendo mayor. Era una persona que sabía escuchar. Creo que era la única persona en la familia de mi padre que sabía escuchar. No coincidíamos en casi nada, pero nos llevábamos muy bien. Tuvimos enfrentamientos curiosos. Unas navidades, el día de Navidad, aprovechando que estábamos casi toda la familia reunida, quiso representar escenas del evangelio relacionadas con el nacimiento de Jesús. Desde la Anunciación a María por parte del Arcángel Gabriel, hasta el nacimiento, claro. El caso es que aprovechó que había mucho sobrino por ahí y empezó a asignar papeles. A mí me tocó uno que me gustó especialmente: San José. Iba a participar sobre todo en la escena del nacimiento, en el que aparecíamos ahí un primo recién nacido, una prima que hacía de María, los tres reyes magos, claro, un sobrino que hacía de ángel, etc... etc.... Vamos os lo podéis imaginar. Como público teníamos a todos los mayores. Cuando salimos en esta última escena, mi tía se sorprendió (mientras nos dirigía) de que todos los mayores empezaran a sonreir y reir, llegando a carcajadas. Por un lado era todo un éxito, pero por otro lado, no era una escena cómica. ¿O sí? Yo salí con dos tenedores colocados en mis sienes, uno a cada lado, a modo de dos cuernos. Me los había sujetado con una cuerda y allí que me fui metido en mi papel. Bueno, no le hizo mucha gracia mi interpretación libre de la escena, y me parece que se convirtió en nuestro mayor conflicto. Enseguida nos disculpamos los dos, especialmente yo, y luego, más adelante nos pudimos reír bastante con aquello. Forma parte de nuestras anécdotas familiares. 

Recuerdo una conversación interesante con ella. Me contaba que se iba a un retiro espiritual. Yo le pregunté que para qué. Me imaginaba lo terrible que sería eso si estaban todo el día cantando con la guitarrita (que es lo que entonces imaginaba que es lo que estarían haciendo). Su respuesta me intrigó. Aún lo hace. Su perspectiva era desde luego mucho más compleja que la mía. Yo ni sospechaba lo que quería decirme. Me dijo que iba a reencontrarse con la misa. Que uno de los problemas con estos rituales (y la misa no deja de serlo) es que de tanto repetirlos, dejan de tener significado. Se vacían de sentido. En esos retiros tenía la oportunidad de meditar sobre esto y resignificarlos, volver a conectar con esa práctica. Bueno, me intrigó entonces y creo que la entiendo mejor ahora. 

Con 18 años hice el camino de Santiago. Sin ningún propósito religioso. Ante todo había un propósito deportivo y cultural, también de amistad, al hacerlo en un grupo de 6 personas. Recuerdo al llegar a Burgos, que en la catedral vimos a un grupo de unas 30 personas (mujeres mayormente) rezando el rosario, repitiendo una y otra vez la misma fórmula. Lo que yo pensé entonces fue: "qué absurdo". Evidentemente lo único absurdo era yo ahí, que claramente no iba más allá de lo que miraba sin ver mucho, sin enterarme. Poco después lo conecté con lo que me dijo mi tía y entendí algo más. No dejaba de ser un buen ejemplo de meditación, por medio de un mantra, en este caso el rosario. Podría haber estado en latín, o en sánscrito, hubiera dado igual. ¿Qué efectos producía repetir eso durante tanto tiempo? ¿por qué hacerlo? ¿qué razones, y propósitos? ¿por en grupo y no hacerlo en solitario? ¿qué añadía eso?

Esas empezaron a ser algunas de las preguntas que me plantearía después. Entoces con 18 años, sólo pensaba que era algo absurdo. 

Tras terminar la carrera de Psicología, empecé la tesis y elegí junto a Emilia Serra, mi directora, estudiar la relación de los rituales y el desarrollo, en concreto los ritos de paso. Ahí pude leer mucho más acerca de lo que había ya iniciado en mi curso de antropología de la religión. Además empecé a viajar más. Hice mi estancia en Estados Unidos y estuve en contacto con la cultura de los Indios Navajos y algunos de sus rituales. Entrar en contacto con otras culturas y cosmovisiones religiosas me encantó, sobre todo al ver lo diferentes que eran. Igualmente eran diferentes las religiones cristianas protestantes de la zona de West Virginia donde estaba alojado. Todo esto, junto al tema de mi tesis, me volvió a sensibilizar sobre este tema, pero abordándolo desde una perspectiva más amplia. 

Otra influencia, más sutil, fue mi contacto con el Karate, arte marcial que he practicado y practico desde los 12 años. Aunque mi Sensei (ahora Sihan) nunca desarrolló ningún aspecto místico, nada más alejado de su manera cercana, sencilla y directa de ser, en la práctica de cualquier arte marcial oriental se percibe la influencia de otros aspectos propios de esta cultura: en este caso el Budismo Zen. Practicar un arte marcial implica entre otras habilidades, desarrollar tu atención y tu concentración, sincronizarte con tu cuerpo pero también con tu compañero o compañeros. Igualmente hay muchos ejercicios (katas) que más allá de la repetición constante de ciertos movimientos, incluyen una filosofía de vida. Es una pena que muchas artes marciales se hayan convertido meramente en prácticas deportivas, competitivas. Muchas veces se deja a un lado ese final que tenía la palabra Karate-D0 (el camino de la mano desnunda). El Do implica un camino, un sentido de dirección, en la que la práctica del arte nunca termina. Como en cualquier disciplina artística. Viéndolo así, el Karate ha sido también una de mis influencias más grandes en esta materia. 

A poco que me pongo a pensar, me empiezan a salir más y más experiencias personales con las que conectar un curso como éste. Voy a detenerme aquí, porque tampoco quiero hacer un post interminable. Ya es demasiado largo. Si has llegado hasta aquí, lector, muchas gracias. 

Durante la próxima semana podremos explorar cuestiones más complejas que las que he mencionado, más sutiles y con más implicaciones prácticas para la vida cotidiana. Ése es el reto, y la magnitud de su incertidumbre me apasiona. 

 

Un saludo

 

Alejandro

Modelando Asunciones

Modelando Asunciones

Desde hace unos años estoy muy interesado con explorar el fenómeno de las asunciones. No resulta muy sencillo definir qué entendemos por asunción o casi mejor, por asumir. Al fin y al cabo el producto de asumir algo sería una asunción. Asumir para mi está relacionado con la idea de aceptar algo como cierto. Esta definición está incompleta si no desarrollamos qué es ese algo: una idea,  un hecho, algo de lo que estamos convencidos o creemos acerca del mundo. La mayoría de las asunciones, por lo tanto, proceden de nuestro conocimiento básico del mundo. Son cuestiones que damos por hecho, son así, algo que conocemos a partir de nuestra experiencia (algo que concluimos o aprendimos en algún momento, no necesariamente de manera consciente). Gran parte de estas asunciones son por lo tanto inconscientes. No se vuelven conscientes hasta que empezamos a encontrar información que las contradiga de alguna manera, lo que suele generar bastante sorpresa, o al menos algo de sorpresa. Esta sorpresa, o feedback negativo si se prefiere, demuestra también algo interesante de la asunción: genera una expectativa de ocurrencia, que generalmente será establecida de manera pasiva (no muy conscientemente). Es decir, no es lo mismo plantear una hipótesis o una predicción de manera activa y tratar de verificarla o falsarla activamente, que disponer de dicha hipótesis o predicción de manera pasiva. La diferencia principal, al ser pasiva es que probablemente no esté uno tan preparado para gestionar la información que apoye o contradiga la expectativa. De ahí que por un lado si la información contradice la expectativa pasiva, el efecto sea potencialmente más llamativo, más "chocante". Otro posible efecto, al no estar buscando activamente verificar o falsar nada, es que simplemente sea más fácil evitar la información que contradiga mi expectativa. Es decir, sólo percibo o veo lo que ya esperaba ver de entrada. 

Este último aspecto plantea otro rasgo interesante de las asunciones: más que ayudar a describir el mundo, prescriben cómo es el mundo, y lo hacen además sin que nos demos mucha cuenta de ello. Esperamos que el mundo funcione o sea de una determinada manera y damos por hecho que esto será así, y generalmente lo es. En cierta manera las asunciones proporcionan mucha seguridad y facilitan nuestra vida, la mayor parte de las veces, dado que no hace falta que estemos revisando continuamente el mundo y nuestra interacción con él. 

Como decía hace tiempo que estoy al tanto de este proceso de asumir, que siempre me ha parecido de lo más interesante. Durante el primer cuatrimestre tuve ocasión de explorarlo en detalle en varias de mis asignaturas, sobre todo al conectarlo con otro concepto con el que guarda bastante relación: el conócimiento tácito o las teorías implícitas que tenemos al abordar un tema cualquiera. Por ejemplo si pido a mis alumnos que dibujen qué entienden por desarrollo, facilitar, aprender, enseñar, profesor, etc... al dibujar tendrán que explicitar ese conocimiento asumido, que es o estaba implícito. Al comparar los dibujos podemos empezar a comprobar la variedad de asunciones que hay sobre estos temas, que generalmente es relativamente agrupar en número limitado de posibilidades. 

Otros términos o conceptos relacionados con esto de las asunciones, para mí, son los principios, los paradigmas y las epistemologías. De nuevo, configuran nuestra comprensión del mundo, de lo que es o tiene que ser, de aquello que damos por cierto o válido, y de lo que no siempre somos muy conscientes. 

A continuación quiero conectar esto de las asunciones con los conceptos de "sujeto" y "objeto" (propios del Constructivismo) por medio de un ejercicio que les puse a mis alumnos de la asignatura de Psicología del Desarrollo, en la prueba final que tuvieron que contestar al final del cuatrimestre. Tenían que mirar la imagen que acompaña a este post y simplemente describir qué es lo que "veían". En sí no deja de ser un pequeño juego perceptivo, que puede actuar como metáfora actuacional de algunos de los temas tratados hasta ahora. 

Cuando se mira la imagen es interesante comprobar cómo la mente fácilmente empieza a organizar la información visual disponible, de manera que pueda "dar sentido" o "construir un significado". En vez de quedarnos viendo manchas sin más, tendemos a organizar dichas manchas en función de aquello con lo que lo podemos relacionar o conectar (lo que no es otra cosa, a mi modo de entender, que patronear o buscar patrones). 

Además de ver el dibujo y explorar su experiencia (comprensión) del mismo, tenían que responder a la pregunta de, en su opinión, qué creían que vería un niño de cuatro o cinco años, si viera dicho dibujo. El lector podría tratar ahora de hacer el ejercicio, o al menos dedicar un tiempo a explorar su experiencia. 

 

A continuación pongo algunas de las típicas contestaciones que me encontré leyendo:

 

La más común es ésta:

"Creo que el niño de cuatro años sólo vería la botella, no se fijaría más allá, sin embargo, un adulto primeramente ve el dibujo, un hombre y una mujer en una postura erótica, pasando  por alto la botella"

La siguiente más común es ésta:

Si un niño de cuatro años viera el dibujo, probablemente vería unos delfines de color negro, en cambio si lo viera un adulto, lo que vería primero probablemente sería un hombre abrazando a una mujer. 

 

Las contestaciones son muy interesantes. La primera, que era la más numerosa, diferenciaban dos imágenes: la botella por un lado, la pareja por otro. Curiosamente, muchos ni siquiera vieron los delfines. Probablemente la construcción perceptiva más sencilla sea ver la botella y dejando la botella como fondo, ver la pareja como imagen central (repito que es una construcción, porque haber haber no hay nada). 

La segunda contestación especifica que el niño ve los delfines y que el adulto lo que ve es la pareja. A veces se incluye también la botella o no, pero en definitiva ésta suele ser la contestación. La hipótesis aquí es que el niño, más familiarizado con los delfines, se fijará más en ellos, prescribirá esas formas al estímulo más o menos ambiguo que tiene delante. En cierta manera impone ese significado. Supuestamente, el adulto hace lo mismo pero con la pareja, si es que están más familiarizados con ello. 

El segundo tipo de respuesta es más compleja que la primera, añade un elemento más que se puede manipular o con el que se puede jugar. No obstante estos dos tipos de respuesta no son acertados para mí. 

La tarea es más compleja que lo que han respondido. La limitación principal está en centrarse principalmente en el contenido, cuando la principal diferencia entre el adulto y el niño no es de contenido sino de proceso. Dicho de otra manera, lo importante no es la percepción o el contenido de la percepción (el significado que obtengan) sino hasta qué punto pueden gestionar dicha percepción, hasta qué punto pueden "objetivar" no sólo lo que perciben sino cómo lo perciben, objetivar no sólo lo observado, sino el proceso en sí de observar. Me explico. 

Un niño, en principio (desde luego habría que comprobarlo) vería de entrada (como cualquier adulto) una imagen: la botella, los delfines en la botella, la pareja, la pareja en la botella, etc... Probablemente se quedaría aquí y empezaría pues a dar por hecho y asumir que eso es lo que la imagen es. 

Un adulto, bastante más probablemente (aunque no necesariamente) vería de entrada una imagen (la que fuera) y con un poco más de atención, jugando con procesos de figura y fondo, podría ver otra imagen (los delfines por ejemplo, que suelen costar más de ver). Curiosamente cuanto más te comprometes con una imagen, más difícil resulta ver la otra. Una vez ves la segunda imagen, es fácil entonces cambiar entre las dos. Aquí está el matiz que apenas ningún alumno mencionó. Lo importante no es el contenido X (delfines) o el contenido Y (pareja) o incluso el contenido Z (la botella, o meras manchas), lo importante es la posibilidad de gestionar la atención y la percepción e ir viendo las tres, secuencialmente, objetivar las tres imágenes y no estar sujeto a ninguna de ellas. Es esa mayor flexibilidad lo que en principio podría caracterizar la percepción de una persona mayor, en comparación con la percepción de un niño. Obviamente influiría mucho también la práctica en percibir este tipo de dibujos. Esperar que probablemente la tarea tiene truco y que no todo es lo que parece, etc...

Este matiz de diferenciar entre el contenido y el proceso es lo que no terminó de elaborarse por la gran mayoría de los alumnos. Algo por otro lado bastante normal, dada su complejidad. 

Varias asunciones podrían estar teniendo lugar aquí: asumir que sólo hay un dibujo (no hace falta buscar nada más, para qué...), asumir que hay dos dibujos (y encontrado uno hay que buscar el otro), asumir que hay "gato encerrado" y que la solución debe ir por otro lado y no ser tan aparente (lo que implicaría otra manera de resolver la tarea...), asumir que la clave está en el contenido del dibujo. Desde luego asumimos que las manchas corresponden a formas conocidas por nosotros (delfines, un jarrón, una pareja), etc... etc...

El niño al percibir el dibujo estará con mayor probabilidad sujeto a su percepción y no la podrá organizar, gestionar, secuenciar. El adulto no estará sujeto a su percepción y por ello podrá explorarla, secuenciarla de manera que pueda ver más posibilidades en el dibujo, pero probablemente esté  sujeto a las ideas abstractas de aquello que ve en el dibujo, estará más sujeto a sí mismo como percibidor, como constructor de la percepción, de ahí que podrá objetivar el estímulo, el dibujo, pero no tanto gestionarse a sí mismo y su proceso de percibir. 

Todo esto, en relación al dibujo puede parecer una tontería, o al menos algo que al fin y al cabo tampoco parece tener muchas implicacione. Pero las tiene. 

Curiosamente el trabajo de Kegan de los últimos años, más centrado en el contexto de la consultoría con organizaciones educativas y empresariales, ha operativizado métodos de explorar las asunciones que condicionan situaciones de bloqueo o estancamiento, o lo que es lo mismo, situaciones donde no es posible generar un cambio cualitativo o transformador de una situación, donde no es posible innovar. 

Lo que pretende Kegan no es resolver posibles situaciones problemáticas, sino que la situación problemática nos resuelva a nosotros, gracias a que nos proporciona valiosa información acerca de nuestra manera de construir un sentido de la misma, muy influido por aquello que asumimos como cierto necesariamente (pero generalmente no verificado o falsado). 

En una asignatura de este segundo cuatrimestre, pudimos explorar algunas situaciones de este tipo, identificando las asunciones que las estaban estabilizando. Por ejemplo una persona puede pretender sentirse inspirado en su trabajo, por medio de confiar más en aquello que le apasiona y en aquello que lo diferencia de los demás, arriesgándose si hace falta. Pero finalmente termina eligiendo proyectos y tareas que no le gustan, pero que se siente obligado a realizar. La razón de hacerlo es que así pretende algo importante también, ser bien valorado por los demás al terminar tareas de manera eficaz. El querer ser valorado como alguien eficaz y el elegir tareas que le apasionen, son dos cuestiones que valora pero que se encuentran en conflicto. La asunción de fondo es que si no lo valoran bien en el trabajo por su eficacia, lo despedirán (y es esa asunción la que realmente va en contra de su primer idea de querer implicarse en tareas que le inspiren o motiven). Mediante la exploración en detalle de este tipo de situaciones, lo que se pretende (más allá de este ejemplo caricaturesco y simple) es explicitar las asunciones, de las que generalmente no somos conscientes. Siguiendo con su modelo teórico, se propone objetivar la asunción para no estar sujeto a ella. Se propone atender A la asunción y no atender A TRAVÉS DE la asunción (sin verla). 

John McWhirter tiene un modelo que siempre me ha parecido bastante interesante. Explicita las siguientes distinciones:

AsunciónPresuposiciónProposiciónImplicaciones

Privado.

Convicción y Creencia

Público. ConocimientoPúblico. ConocimientoPrivado. Convicción y Creencia

 

La asunción se caracterizaría por pertenecer al ámbito privado de una persona, organización, grupo, sociedad, etc... y por ello, entiendo que no explícito. Por eso lo conecta con convicciones (conocimiento del mundo sin evidencia empírica) y creencias, (conocimiento del mundo con evidencias y cierta presencia de duda), que guían, como veíamos, lo que esperamos que será (con más o menos flexibilidad, de ahí la diferencia entre la convicción y la creencia). 

La presuposición, se diferencia de la asunción en que es público. Al ser público, entiendo que es más explícito que la asunción, y que incluso a nivel individual, uno tiene el conocimiento formulado más explícitamente (por eso está más relacionado con lo que se sabe, conectado con evidencia empírica). Por ejemplo se pueden formular cuáles son nuestros principios, nuestros objetivos, lo que damos por hecho, etc...

La proposición para mí sería el acto de compartir las presuposiciones, no sólo explicitarlas sino compartirlas formalmente con otros. 

Las implicaciones, serían el resultado de lo anterior. Para mí es la parte de modelo que tengo menos clara. Al igual que la asunción está en el ámbito de la experiencia privada (no es por lo tanto accesible ni a los demás ni probablemente a uno mismo, y de nuevo están ligadas a nuestras convicciones y a nuestras creencias). Al implicar van más allá de la asunción, para inferir algo que ocurrirá, algo que esperamos, hipotetizamos, algo que se sigue de lo que asumimos, presuponemos y hemos propuesto. Es la implicación. Esa inferencia, ligada a la asunción pero complementaria a la misma, no forma parte de ella, en mi opinión la extiende, y dicha extensión de nuevo al ser privada probablemente es implícita, no es tan fácil de manipular o gestionar. 

Si aplicamos esto al ejemplo planteado por Kegan antes (aunque por brevedad lo esquematicé demasiado), más que una asunción me parece ahora una implicación. La asunción es más compleja aún y estaría ligada a la idea de que a uno lo tienen que valorar o que lo están valorando continuamente, y dicha valoración es externa no tanto interna. Y que dicha valoración, además parece tener en cuenta sólo cuestiones de eficacia (algo que habría que concretar, qué se entiende por eficacia). Lo que implica la asunción es que si no eres valorado como eficaz, te despiden. Algo que parece que es más o menos del conocimiento público, que es compartido, y que más o menos aparece con proposiciones claras. Estas distinciones, las presuposiciones y la proposición, apenas aparecen en el ejemplo, ni siquiera son diferenciadas en el modelo de Kegan. Se centra sobre todo en las implicaciones de una asunción no del todo explicitada, con lo que se pierde para mi potencial a la hora de intervenir. 

Bueno, estaría bien inaugurar una sección específica donde explorar asunciones, no vendría mal. 

Un saludo

 

 


Mapas Conceptuales y niveles de complejidad estructural

Mapas Conceptuales y niveles de complejidad estructural

La semana pasada (previa al puente) estuvimos trabajando en clase de Psicología del Desarrollo un caso. Nos centramos en Javi, el protagonista de la película "Secretos del Corazón". 

Me gusta esa película porque describe muy bien el paso de la infancia a la niñez. El paso de una construcción del sentido mágica que es sustituída por una construcción lógica. Es un tema sobre el que ya escribí hace un tiempo, centrándome en el episodio por el que la mayoría hemos pasado, de descubrir quiénes son los Reyes Magos. 

La película lo trata de manera afable, aunque los temas principales que salen son serios (relacionados entre otros con la muerte, la violencia, la sexualidad, la intimidad y el amor). Otra película mucho más cruda es Pa Negre, que recomiendo mucho, y que toca básicamente el mismo tema que Secretos del Corazón. 

Era la primera vez que analizábamos un caso. Dicho análisis tiene tres partes. En la primera suelo dejar un tiempo para que en grupos elegidos libremente de unas 5-6 personas se discutan las ideas principales, siguiendo una guía con preguntas (lo que tiene la contrapartida de que se puede correr el riesgo de querer contestar demasiado rápido, sin reflexionar lo suficiente). En la segunda fase, para que se compartan las ideas, se forman grupos nuevos con representantes de los grupos anteriores. En la tercera fase, se vuelve a los grupos originales, para volver a poner en común las ideas. Al final, como producto de todo este proceso de discusión, me tienen que presentar un mapa conceptual. 

La ventaja de tener un mapa conceptual es que me puedo hacer una idea de qué se está incluyendo en el análisis y qué no. Lo más importante, me da una idea también de la complejidad de las relaciones entre los elementos, si se elaboran dichas relaciones, si se respetan diferentes niveles en función de la importancia de las ideas o de su nivel de abstracción. En poco tiempo se obtiene mucha información. Una desventaja es que presenta la información estáticamente, algo que para el tipo de análisis secuencial que proponía con el post Do the opposite, no funciona tan bien. 

Aquí podéis ver una selección de los mapas de este curso (he elegido los que se veían mejor y aportaban algo diferencial al análisis). 

Hay siete mapas, el último es mío (lo hice hace unos tres años). Ya que estamos en una clase de Psicología del Desarrollo, podemos comparar estos mapas entre ellos y ver cuáles son sus diferencias en términos de complejidad estructural. Me interesa porque el mapa representa en parte el tipo de comprensión que se llevó a cabo con la película. Y en este sentido, podríamos hablar también de diferentes niveles de complejidad en la comprensión. No me interesa hacer esto para decir sin más que unos son más complejos que otros. Me interesa para ser más conscientes del tipo de análisis que hacemos, sus implicaciones y sobre todo, para poder facilitar la realización de representaciones más complejas en el futuro. 

Para hacer el análisis, dado que son estructuras, podemos usar el modelo de Robert Fisher (2006). Brevemente (no quiero extenderme ahora mucho en este interesantísimo autor), para dicho autor la definición de desarrollo sería como un proceso en el que el sujeto “domina habilidades específicas, construye otras habilidades específicas a partir de las previas y transfiere habilidades de un dominio a otro” (Fisher, 1980, p. 483). Un tema fundamental es considerar que las habilidades se forman paso a paso, gracias a procesos de combinación y diferenciación se van formando habilidades progresivamente más complejas. Fischer identifica tres grandes tipos (escalones) de habilidad, (1) acciones sensomotoras, que son coordinadas a través de diferentes niveles de complejidad para formar (2) representaciones, que tras coordinarse de nuevo por medio de diferentes niveles dan lugar a (3) abstracciones y de ahí a (4) principios. Cada tipo o escalón, progresa a partir de cuatro niveles integrados, como se aprecia en la imagen del post, formando el siguiente ciclo: una estructura comienza con la distinción de elementos (acciones, representaciones, abstracciones, principios). A medida que dichos elementos se diferencian y coordinan forman un mapa o mapeado (que define la relación entre dos elementos), que a su vez se coordinan y diferencian para dar lugar a un sistema (la relación entre dos elementos subdivididos en más componentes) y por último dar lugar a un sistema de sistemas (que es la relación entre dos sistemas), que construye una nueva unidad que comienza el siguiente escalón. Se describe así un proceso simultáneo de progresiva diferenciación e integración que da lugar a nuevas estructuras. Podríamos describir así 10 niveles diferentes agrupados en cuatro escalones o estructuras cualitativas diferentes. 

Bien, apliquemos esto a nuestros mapas conceptuales. 

Para empezar creo que estaríamos todos de acuerdo que estamos en un tipo de habilidad abstracta. Es decir, los mapas conceptuales representan abstracciones. Cada elemento es una abstracción de información concretas. Desde ahí, debería ser posible hacer distinciones más precisas en función de la complejidad de la organización. 

Echad un vistazo a los mapas. Están puestos de manera deliberada en un orden específico, ¿algún patrón que emerja? ¿hay mapas más parecidos entre sí que con otros? Este es el tipo de preguntas que me planteaba mientras los analicé en la clase del último viernes. 

Para mí hay una relación de complejidad entre los mapas 1 y 2, 3 y 4, 5 y 6. Dejamos el 7 aparte de momento. 

El mapa 1 es más complejo que el 2 en cuanto a que tiene más información, así como más referencias teóricas y a la película. No obstante, todos esos elementos no están relacionados entre sí, más allá de que Javi está implicado en ellos. En este sentido, son elementos aislados. Para mí podría, entonces, ser una representación del tipo de un mapeado. El mapa 2, tiene menos elementos, hay menos información, pero hay un comienzo de buscar relaciones entre dichos elementos, aunque muy poco elaborado. En ese sentido de establece un mapeado, los veo estructuralmente similares. 

El mapa 3 y el 4 son mapeados más elaborados, sí hay explícitamente relaciones entre los elementos: En el mapa 4 los procesos de asimilación y acomodación parece que tienen relación con el paso de la etapa preoperacional a la de operaciones concretas (aunque no se dice cómo ni por qué), al igual que las tres experiencias que se mencionan (tal vez episodios donde se manifiestan de alguna manera dichos procesos de asimilación y acomodación). En el mapa 3 se conecta el miedo y la curiosidad (que se señala que es lo que facilita superar dicho miedo, aunque no se especifica ni cómo ni por qué). Aparece también una relación entre un símbolo como la telaraña y el tío de Javi, aunque esto no se conecta con lo anterior. En conclusión, otro mapeado, más elaborado al introducir algunas relaciones entre los elementos, pero poco elaborados aún. 

Los mapas 5 y 6 curiosamente cambian la estructura. El elemento principal, Javi, ya no se sitúa en el medio sino arriba, lo que genera otro tipo de relaciones (¿que estuviera en el medio antes podría limitar de alguna manera las representaciones?). Ahora ambas representaciones introducen el tiempo en su representación, leyéndose de arriba a bajo en el 5, o de derecha a izquierda en el 6. En el 5 predominan sobre todo elementos relativos a conceptos teóricos, sin conexiones explícitas con la película. El 5 es el mapa más abstracto, en el sentido de que exige mayor grado de interpretación a su lector, que tiene que dar sentido a todas esas etiquetas que aparecen (algo propio de todos los mapas, claro, pero aquí al no haber referencias con la película, hay que inferir cómo se conectan esos aspectos teóricos con la película). Sería mucho más completo si se hubiera especificado mucho más. Es un análisis demasiado global, demasiado sintético. El mapa 6 integra elementos de la película junto con elementos teóricos. Aparece un leve error conceptual, dado que la acomodación debería estar en la mitad de la representación y no al final, no obstante al igual que el anterior, es una representación muy amplia, con poca información concreta de qué se asimila y acomoda, y cómo, por ejemplo. De cómo de hecho tiene lugar esa transición de un estadio preoperacional a uno de operaciones concretas (que es el tema identificado por la mayoría, de manera acertada). ¿Supone la representación de los mapas 5 y 6 un sistema, o meramente un mapa más complejo? De momento me inclino más a considerarlos un sistema (la coordinación de más de dos mapeados, que integran más de dos elementos). 

Mi representación es diferente a estas previas. Como decía en el post "Do the opposite Revisited", se caracteriza sobre todo por incluir información relacionada con la película. No incluye conceptos teóricos explícitamente, sí implícitamente, desde luego. Si el tema principal de la película es el paso de la infancia a la niñez, trata de reflejar justamente cómo se produce esta transición, consistente en pensar de manera mágica a pensar de manera lógica. Para ello hay un mecanismo fundamental que resulta clave: conectar sucesos entre sí, para explicar acontecimientos que no se entienden. Dos perros chingando, ayuda a construir el significado del concepto chingar, algo que se entiende mejor cuando escucha "chingando" a su madre y a su "tío" y que termina de entender cuando ve a su tía con el hombre de la casa misteriosa. De igual manera la experiencia de la muerte de su "padre" se conecta con la experiencia de la muerte de la madre de su amigo. ¿Cuál es la conexión? Los dos fueron suicidios (algo que no todos en clase entendieron, curiosamente). No termina aquí, además la experiencia de ver a su hermano peleando con un amigo por una chica, se conecta con la experiencia de su padre y su tío peleando por una chica, su madre. Aquí el tema es más complejo, ¿por qué pelean? ¿por chingar sin más o por algo más complejo? Si dos personas chingan puede ser que sea porque quieren estar juntos y se quieren (como su tía y el hombre misterioso, o su madre y su tío), pero además es que chingar puede dar lugar a tener un hijo, como sucede de hecho (algo que descubre al leer una carta de su otra tía). Sólo si se conecta todo esto puede emerger una comprensión más compleja del tipo: mi tío no es mi tío sino mi padre, y probablemente mi padre al enterarse de ello y de su relación con mi madre, se suicidó. Una implicación de esto, es que su hermano no es su hermano sino su hermanastro (una inferencia bastante probable, aunque no lo puedo decir con total seguridad). Este desarrollo cognitivo tiene implicaciones en el desarrollo socioafectivo (de ahí que pueda llevar a cabo una conducta con independencia de saber que será castigado, lo importante es lo que él quiere, lo que quiere conseguir que considera justo, es un buen ejemplo de moral instrumental de Kohlberg). Una moral diferente que la que rige a los tíos y a su madre, más pendiente de las reglas sociales del pueblo, ejemplo de una moral mucho más convencional. 

Todas estas nuevas conexiones lógicas, que reflejan la capacidad de representar la información de manera estable (como plantea Kegan con su estadio de categorías concretas), es el aspecto fundamental que yo creo que se podía representar. Me llama la atención que mi representación sea mucho más concreta, tiene más detalle organizado (es menos global y sintética) pero al mismo tiempo, su organización es más compleja.Hay un intento de coordinar tres grandes temas (explicaciones mágicas, explicaciones lógicas y conclusiones). Para mí es otro ejemplo de sistema, aunque más elaborado que los mapas previos. No creo que en ese momento tuviera la suficiente complejidad para ser un sistema de sistemas y entrar en el siguiente nivel de principios. Aún se podría organizar mucho más. 

Como hubo gente que no pudo venir a la clase de ese viernes, espero que esto le ayude a ponerse al día. Para el resto, es otra oportunidad para consolidar algunas de las ideas que estuvimos discutiendo. 

Un saludo

Alejandro

Oye, y Gloria.. ¿qué observa?

Oye, y Gloria.. ¿qué observa?

Esta pregunta me la ha formulado Silvia, una alumna de Psicología del Desarrollo, mientras conversábamos en la cafetería de la Escuela de Magisterio, en el transcurso de nuestra peculiar clase de hoy (por cierto, gracias Cristina, Patricia, Ana y Alicia por venir). 

Una primera respuesta rápida era: si escuchas nuestros metálogos podrás hacerte una idea, porque en ellos Gloria me pregunta cuestiones que se le han ido ocurriendo mientras estaba en clase. La segunda respuesta rápida era: espera que le llamo al móvil y se lo preguntamos ;)

No es raro que tenga algún invitado en clase, que quiera venir a observar. Por ejemplo Juanjo, Mary, Paloma, David y Carmenchu, han venido a clases que ya habían cursado y en las que ya no estaban matriculadas. Carmenchu y Gloria han realizado incluso seguimientos no ya de clases especiales, sino de una asignatura entera (atendiendo al proceso). ¿Tiene esto sentido?

Claro, si lo importante fuera el contenido, no tendría mucho sentido. ¿Repetiría alguien las clases de la autoescuela? Probablemente no. Ahora, ¿repetiría alguien una clase de inglés, de baile, de spinning, de teatro o de defensa personal? Puede que sí. Puede incluso que lo normal en estos casos sea justamente repetir.

En mi formación en DBM, que está basado en una metodología de aprendizaje experiencial, es común repetir cursos. Justamente repitiendo puedes avanzar en el desarrollo de las habilidades que se están enseñando. Además, un curso nunca es el mismo curso: porque siempre hay innovaciones, añadiduras, extensiones, porque la gente es diferente, porque uno mismo es diferente, etc...

Volver a participar de una formación que ya se ha realizado permite un nuevo nivel de aprendizaje o de análisis. Sobre la base de la experiencia anterior, se puede construir atendiendo a la nueva, consolidando distinciones o apreciando nuevos matices que antes pasaban desapercibidos. Cualquier persona que haya realizado formación experiencial entenderá muy bien esto.

No obstante, ante la pregunta, los aludidos en este post pueden contestar si lo consideran oportuno ;)

Un saludo

 

Alejandro 

Do the Opposite Revisited

Do the Opposite Revisited

El pasado 12 de Junio, David Herrero publicó en su blog un post muy interesante en el que utilizaba una escena de la serie Seinfeld (clicar en el enlace de "blog" para ver la escena subtitulada).

Cuando lo leí, tal y como le comenté, me percaté rápidamente de lo genial que era esa elección. Una escena tan breve pero tan repleta de posibilidades. David la usaba para explorar algunas distinciones procesuales, sobre todo la de feedback negativo. Y lo hacía francamente bien. 

Hace aproximadamente un mes, en una clase de Psicología del Desarrollo en Educación Primaria, nos vimos envueltos en una explicación que no había previsto. A partir de unos chistes basados en ciertas críticas a la teoría piagetiana, empecé a desarrollar algunas nociones procesuales que para mi resultan fundamentales para entender cómo se va pasando de un estadio a otro. Dichas nociones son las de asimilación y acomodación. En seguida, claro está, surgieron las distinciones de feedforward y fedback (positivo y negativo). Así que ahí nos centramos toda la clase, en tratar de aclarar estas nociones abstractas sin más. Enseguida comprendí que había que conectarlas con varios ejemplos y experiencias, para que no fueran sólo abstracciones técnicas, y así  pudieran empezar a convertirse en algo más cercano a conceptos. En mitad de la clase, tras varios ejemplos que se me fueron ocurriendo sobre la marcha, recordé el vídeo de David y lo busqué (tras explorar de nuevo los conceptos de feedforward y feedback pero esta vez sobre un evento en vivo, o dicho de otra manera, aplicándolos o desempeñándolos en la misma situación, tratando de predecir qué íbamos a hacer tras el descanso. Así podríamos tener buenos y cercanos ejemplos de feedback positivo y negativo (en función de si se confirmaban o no las predicciones). Esta es la primera historia acerca de este vídeo. 

La segunda historia de este vídeo tiene lugar en la asignatura Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad, del Master de Profesorado de Secundaria. Esta vez utilicé el vídeo al final de una sesión centrada en explorar algunas nociones básicas de la identidad personal (sobre todo los procesos de exploración y compromiso vinculados a la teoría de los estatus de Marcia). La tarea consistía en conectar dichas nociones con la escena. En la siguiente sesión, pudimos analizar en detalle la escena.  

Lo que quería hacer ahora es integrar ambos trabajos o ambas utilizaciones del mismo ejemplo, de la misma tarea. Sobre todo para tratar de "estabilizar" algunas de las comprensiones que pretendía. También para rellenar posibles lagunas o huecos (sobre todo de aquellos que no pudieran venir la última sesión del 5 de Diciembre). 

Lo que tienen en común ambas asignaturas es que comparten contenidos vinculados a la Psicología del Desarrollo (en los que profundizamos más en la asignatura de Primaria). También comparten, como acabamos de ver, que se ha utilizado la misma escena para clarificar conceptos teóricos similares. En el primer caso, en Educación Primaria, el análisis lo fuimos haciendo sobre la marcha, pensando a la vez (de hecho gracias a este procedimiento logré pensar cosas que nunca hubiera pensado viendo solo la escena, o eso creo, uno piensa más rápido si hay unas cincuenta personas mirándote ;) En el segundo análisis fue más secuencial, más descriptivo y menos téorico. Un análisis interesante creo que debería integrar ambos. 

Otra cosa que tienen en común es que con ambos grupos estoy tratando de practicar una competencia compleja: analizar casos desde una perspectiva evolutiva. Esto implica, por ejemplo, distinguir procesos de cambio a lo largo del tiempo, es decir, identificando momentos significativos a lo largo de una secuencia de acontecimientos. Lo fundamental es evitar descripciones globales, con interpretaciones generales, resumidas, que suelen estabilizar la comprensión y reducen demasiado la complejidad dinámica de los fenómenos. Por ejemplo esta competencia la hemos estado practicando con más detalle en Psicología del Desarrollo, analizando cómo va cambiando (y qué va cambiando) un niño de unos 9 años llamado Javi (de la película Secretos del Corazón). El lunes que viene analizaremos igualmente un caso complejo en el master de secundaria. Esta secuencia tenía el propósito de practicar con anterioridad a analizar casos más complejos. Si quieres enseñar una habilidad o competencia, desde luego, resulta fundamental practicarla (aunque al principio no sepas muy bien en qué consiste). 

Para mí hay tres niveles en el desempeño de esta competencia de analizar casos. En el primero simplemente se describe lo que ocurre, pero atendiendo sólo al contenido. En el caso de la escena simplemente habría que verla y poder contársela a alguien, algo así como ¿de qué va la escena? 

El segundo nivel consiste en conectar el contenido o contenidos de la escena con algunas teorías o modelos teóricos. Por ejemplo analizar la escena desde la teoría de la asimilación y acomodación piagetiana, los estatus de identidad de Marcia, la teoría del apego de Bowlby, las crisis del desarrollo de Erikson, los órdenes de conciencia de Kegan, etc... etc... La ventaja de este enfoque es que podemos detectar aquello que la teoría nos muestra, aquello sobre lo que estaremos más sensibilizados. La desventaja es que probablemente no notaremos aquello que no cubra la teoría. En otras palabras, más describir la teoría puede prescribir gran parte de lo que entendemos o interpretamos. Si la teoría no funciona, siempre podemos cambiar la escena para que se adapte a dicha teoría ;)

El tercer nivel trata de describir con mayor nivel de detalle lo que ocurre (en la escena o el fenómeno del que se trate, que muy bien podría ser también la propia experiencia). En este caso no se trata de aplicar ninguna teoría, sino de obtener una descripción lo más detallada posible del fenómeno, a fin de construir una comprensión de la misma. Evidentemente, como decía Kant (una cita que Kegan suele usar muy a menudo) "la percepción sin conceptos es ciega". Es una buena cita constructivista. Siempre veremos o percibiremos aquello que podemos distinguir con anterioridad (si no hace diferencia para nosotros, simplemente no lo notaremos). Este tercer nivel, por lo tanto, requiere que al describir explicitemos en qué nos estamos fijando y por qué (desde dónde estamos percibiendo o interpretando algo). Ahora bien, en vez de depender de ello, como en el segundo nivel, priorizamos lo que ocurre para que dicha experiencia sea lo importante (tratando de aceptar las excepciones, sorpresas que se puedan producir, y explorando justamente aquello que desconocemos, que nos llama la atención y que puede que vaya más allá de nuestros modelos teóricos de partida). De hecho, podríamos decir que habría un énfasis por describir lo más detalladamente, más que caer en interpretaciones. Y revisar dichas descripciones y lo que podríamos estar asumiendo sin ser muy conscientes. 

No hace falta que diga que este tercer nivel de análisis es complejo. Generalmente mucha gente se queda en el segundo (en el mejor de los casos), o en el primero. 

Mi propósito con este vídeo era justamente tratar de notar estos tres niveles.

El primero pues, implicaría por lo tanto, ver la escena de Seinfeld y disfrutarla sin más, con tal de poder contarle a alguien (o a uno mismo) de qué va, cuál es el argumento. Aquí el lector que no haya visto ya la escena lo puede hacer ahora. Si ya la ha visto que la recuerde sin más. 

El segundo nivel fue muy bien ejemplificado por una reflexión que me envió un alumno del Master de Secundaria (a quien francamente le agradezco el trabajo). Pongo a continuación un extracto de su reflexión:

"Nos encontramos ante un hombre que está atravesando una crisis de identidad. Está comparando su “yo” actual, la persona que es, con la persona que le gustaría ser. Según se deduce en el video, sí que le gustaba cómo era él en el pasado, pero en algún momento de su vida (no conozco el contexto del video) perdió aquello que le gustaba de sí mismo. Él mismo dice: “mi vida es totalmente lo opuesto de lo que quiero que sea”. Según la Teoría de la Identidad de Erickson, actualmente el protagonista del video, George, se encontraría en una posición de Difusión. No se siente a gusto con su vida, no quiere permanecer por más tiempo de esta manera, pero aún no ha comenzado la exploración de otras posibilidades. De momento, se ha detenido sólo a analizarse a sí mismo.

Con motivo de esta autodecepción comienza a no confiar en sí mismo. Entiende que sus elecciones, las opciones con las que se estaba quedando en la vida, no son las que en realidad quiere. Quizá esta idea nos indique que anteriormente su estatus de identidad fuese de Identidad Hipotecada. Ahora percibe y acepta que su vida no le gusta. Esto aparece plasmado en frases como: “Cada instinto que he tenido (…) fue erróneo. Cada uno de ellos”."

Este fragmento es un ejemplo muy bueno del segundo nivel del análisis, en el que prevalece una interpretación, guiada en este caso por la teoría de los estatus de Marcia. Además resulta creíble y está muy bien elaborado, al justificar dichas interpretaciones por ciertas frases. Algo que yo mismo de hecho, también estoy haciendo. 

Durante muchos años esto ha sido lo principal que muchos de mis alumnos han conseguido hacer en los análisis de casos que hemos ido llevando a cabo en mis asignaturas. Mi propósito ahora era explicitarlo para tratar de ir un poco más allá. No necesariamente para hacer el tercer tipo de análisis, sino al menos, para reconocer si nos acercamos o no a realizarlo. 

Vamos entonces, pues, a tratar de hacer este tercer análisis. Para ello, más que en contenidos, voy a tratar de centrar mi atención en describir algunos procesos y momentos claves. A partir de ahí podremos elaborarlo un poco más. La ventaja de dirigir nuestra atención y concentrarnos en algunos procesos es que facilitará el que podamos seguir la pista (to track) a lo que va pasando, respetando en la medida de lo posible su complejidad dinámica, tratando de ver agrupar algunas conductas para compararlas entre sí (incluyendo similitudes, diferencias) y tratando de ver si hay algún patrón

Una buena manera de empezar tiene que ver con identificar cuáles son los principales momentos de la escena. En otras palabras, dónde se producen cambios significativos (es interesante tratar de comprender por qué hacen una diferencia para nosotros dichos cambios, en función de qué). Además resulta útil mantener en secuencia cronológica dichos momentos (así sabemos qué ocurre antes y qué después, para ver si hay conexión entre los eventos). 

Dentro del continuo (analógico) de esta escena podríamos plantear que hay 9 momentos que podríamos diferenciar (digitalizar).

1. 0-56’’ Etiquetado como toma de conciencia inicial de que "mi vida ha sido lo opuesto de lo que quería" (vivido de manera poco placentera o cómoda). 

2. 57’’-1’ 21’’ Pedir un sandwich diferente (ejemplo 1 de hacer lo contrario, hacer algo diferente, una opción). 

3. 1’ 37’’ (la mujer mira)

4. 1’46-1’56’’ (los hombres calvos, sin trabajo y que viven con sus padres  no hablan con mujeres hermosas). 

5. 1’57-2’05. Deberías hacer lo opuesto (si te pides un sandwich diferente podrías hablar con personas diferentes). Sí, debería hacer lo opuesto. 

6. 2’06’’-2’23’’. Si tus instintos son incorrectos, entonces lo opuesto debería estar bien. "Haré lo opuesto, haré algo". 

7. 2’ 30’’-2’39 Conversación con la mujer (George sabe que ha pedido lo mismo que ella y por eso llamó su atención). 

8. 2’40’’ George respira, sube los hombros. 

9. 2’ 41’’- Final’ "Mi nombre es George, estoy desempleado y vivo con mis padres". Es sincero y la mujer sonríe y se presenta. 

¿Qué diferencia hay entre el momento 1 y el 2?

Aquí se presenta un cambio de conducta, dirigido a buscar una opción diferente, hacer algo diferente, en este caso en un ámbito muy concreto: salirse de su menú habitual. Para ello es clave que identifique que primero se queja, luego la camarera apunta al verle lo de siempre y él nota que eso es lo de siempre (de lo que se estaba quejando). Al identificarlo decide cambiar, reacciona al identificar que no quiere seguir haciendo algo que siempre le ha aportado lo opuesto de lo que quería. Y pide el sandwich más opuesto que puede. 

¿Qué similitudes/diferencias hay entre el momento 4 y el 2? ¿Y el 4 y el 1?

En este caso el momento 4 se parece más al 1 que al 2, en el sentido de que más que seguir el proceso de seguir aportando cambios, aparece una creencia o idea que resalta el seguir haciendo lo que siempre ha hecho (no hablar con las mujeres). Como plantearon varios alumnos (interpretando este momento según la secuencia) parece que "va hacia atrás". La diferencia es que se refieren a ámbitos vitales diferentes: toda la vida pasada (1), pedir algo en un bar (2), hablar con mujeres (4). Parece que el tercer ámbito es más "arriesgado" que el segundo (podríamos pensar que arriesgarse puede activar un sentido de seguridad y de ahí que haya cierto "retroceso"). 

¿Diferencias y similitudes entre 5 y 4? 

Se sigue en el tercer ámbito, pero esta vez hay cierto planteamiento para flexibilizar lo que se pensaba. "Debería hacer lo opuesto", algo que piensa gracias a que se le insiste en esta idea. No obstante por su manera de decirlo, sonriendo parece que no está todavía del todo convencido. 

¿Diferencias y similitudes entre 6 y 5? ¿6 y 2?

Sigue el mismo ámbito, ahora, al insistir y presentar un argumento lógico "si tus instintos están equivocados, entonces lo contrario a ellos será algo acertado" éste es aceptado, hasta el punto de que no se habla en condicional (debería) sino en futuro (haré...). En este punto se parece más al momento 2, pero igualándose la actitud de cambio en otro ámbito de actuación. 

¿Diferencias y similitudes entre 8 y 6?

Es un momento breve, como si estuviera reflexionando rápidamente, tomando una decisión. Acaba de escuchar a la mujer, la conversación fluye y parece que la idea de que lo hacer lo opuesto da resultado funciona. Es un momento interesante porque en 8, al estar decidiendo y siguiendo lo que ocurre en la interacción, es un momento de prueba, de poner a prueba la nueva idea, de explorar o experimentar. En este sentido se parece al momento 2, pero siendo más consciente de lo que hace. Cuando pidió el sandwich no hubo tanto tiempo para reflexionar, fue más una reacción. 

¿Diferencias entre 9 y 8? ¿9 y 2? ¿9 y 4?

Es sincero, está arriesgando como en el momento 2 (pero ahora arriesga más). Al confirmar que todo fluye, que la mujer sigue la conversación y parece que está a gusto se encuentra explorando justamente lo contrario que expresaba en 4 y que empezaba a expresar en 6? En este caso, la diferencia fundamental es que se ha sustituido la creencia expresada en 1 y mantenida en 4, por la idea expresada en 5, intensificada en 6, explorada en 8 y confirmada en 9. En este sentido el George que aparece al final de la secuencia es diferente al George del prinpio de la secuencia. Su manera de adaptarse a las circunstancias ha cambiado, dado que se rige por otro principio: en este caso "hacer lo opuesto de lo que haría normalmente". 

Una pregunta que se planteó al finalizar esta descripción más detallada fue qué se pensaba que ocurriría con este cambio a lo largo del tiempo. Viendo la secuencia es fácil observar que se ha sustituido una creencia X (todo lo que hago consigue el efecto opuesto de lo que quiero ) por una creencia complementaria Y (como todo lo que hago consigue el efecto opuesto de lo que quiero, haré lo opuesto de lo que haría normalmente). En sí se ha generado una creencia alternativa, ahí está el cambio fundamental. ¿Se mantendría el cambio? ¿sería este cambio un ejemplo de desarrollo, en el sentido de generar un cambio cualitativo en la manera de proceder?

El George del final es más complejo que el George del principio de la secuencia, en el sentido de que tiene dos creencias en vez de una sola (a la que estaba sujeto y no podía objetivar, manipular, cuestionar, explorar, verificar, etc...). Ahora tiene dos creencias, y por lo tanto puede oscilar entre las dos, saber cuándo actúa en función de la segunda o de la primera. Si hiciera eso, podría empezar a gestionar sus creencias en función de lo que aprende del mundo, en función de las cosas que le van ocurriendo. Entendiendo la dinámica entre ambas creencias podría ir más allá de ellas. No obstante, lo que parece que está ocurriendo es más bien que hay una sustitución de una creencia por otra. Al menos eso parece, dada la convicción que hay a la hora de mantenerla y/o verificarla. Si tal es el caso, más que desarrollo se está produciendo un mero cambio (aunque la situación implique más de algo, en este caso de creencias, el cambio no es cualitativo). 

El propio David, en su post que mencioné antes, concluye en su análisis algo similar:

"George, con la sugerencia de Jerry, decide dejar de "seguir sus impulsos" o, mejor dicho, decide seguirlos, pero en sentido opuesto. Esto añadirá un plus de humor a la comedia durante algunos capítulos, pero, en definitiva, no le será a George muy útil a largo plazo o, mejor dicho, no le será útil en un sentido desarrollativo, en el sentido de que la solución al problema también implique una solución en uno mismo con vista al futuro.

George decide atender a sus impulsos, los que, según él, le han llevado a no tener trabajo, a tener que vivir en la casa de sus apolillados padres y a quedarse calvo. Así, cada vez que se enfrente con una situación donde tenga que tomar una decisión, pensará lo que haría él mismo, para así hacer lo opuesto. Pasa de actuar por puro instinto a centrar la atención en esos instintos. De cualquier forma, la atención no sale de sí para poder obtener otro tipo de información. Sigue, pues, dejando de contemplar el propio contexto donde se desenvuelve como una fuente de información diferente, y potencialmente útil, con la que decidir."

Si Seinfeld le hubiera preguntado cómo sabía que su creencia era cierta, que cómo podría comprobar o falsar (buscando excepciones) dicha creencia para ver cuándo su conducta producía de hecho lo opuesto de lo que quería (y por qué era el caso) o cuándo de hecho producía lo que quería (y por qué era el caso), se hubiera producido otro tipo de intervención, que generaría más autonomía en George (al menos a la hora de adaptarse a su entorno). Al intervenir de manera remediativa proporcionándole otra respuesta posible (dependiente o relacionada con la primera, al presentar una relación de oposición con ella), no facilita este desarrollo, como plantea David. 

Llegados a este punto podemos teorizar un poco más, ligando la descripción previa con algunas nociones abstractas que tal vez puedan empezar a cobrar más sentido. Dice Piaget en una entrevista (Bringuier, 1977)

"El verdadero problema es la creación de nuevas estructuras. Y allí interviene la génesis. Una génesis es la formación de una estructura, pero es un potencial de la misma estructura. Si no vemos que la estructura es siempre un sistema de transformaciones - que va de lo más simple a lo más complejo- no comprenderemos nunca el paso de una estructura a la otra(...) quien dice transformación dice construcción posible de estructuras nuevas, (...) la ampliación de la estructura inicial que viene a insertarse como caso particular en estructuras más amplias" p. 75. 

Se podría discutir hasta qué punto George ha generado una nueva estructura o si simplemente ha ampliado sin más la complejidad cuantitativa de una estructura previa (pero sin generar de hecho una estructura cualitativamente diferente, otro modelo de funcionamiento si se quiere). Los procesos de asimilación y acomodación están muy relacionados con experiencias de cambio como la que acabamos de describir:

"la asimilación es la prueba, justamente de que existen estructuras. Es el hecho de que un estímulo exterior, un excitante cualquiera, sólo puede actuar y modificar una conducta en la medida en que está integrado a estructuras anteriores. La asimilación es ante todo un concepto biológico. Al absorber alimento, el organismo asimila el medio; esto significa que el medio está subordinado a la estructura interna y no a la inversa" (p.79). 

Así visto, el momento 1 y el 4 serían un ejemplo de asimilación, especialmente el momento 4, en el que se especifica la creencia de que los hombres calvos, sin trabajo y que viven con los padres no hablan con mujeres (crencia relacionada con la de que nunca he obtenido lo que quería de la vida, sino lo contrario). Ambas creencias podrían verse como formando una estructura. Al adaptar e interpretar lo que ocurre en función de las mismas, siguiendo a Piaget, se está asmilando, se subordina lo que ocurre a la estructura interna (no voy a hablar con la mujer porque...). Evidentemente a partir de una estructura cognitiva determinada (entendiendo aquí como estructura cognitiva una serie de creencias y una manera de interpretar y dar sentido a las situaciones) se hacen toda serie de predicciones e hipótesis acerca de lo que se puede esperar. En otras palabras, cuánto más comprometido se está con un modelo, una creencias, una ideología (una estructura X) más fácil resulta predecir o esperar que ocurra algo que justifique o dé sentido a dicha estructura. Esto forma parte del mecanismo que mantiene (asimila) la estructura. Cuando George expresa su incomodidad en el momento 1, sin saberlo ya ha iniciado el proceso de cambio. Al ocurrir algo que no le gusta (aunque parezca que pruebe su modelo: siempre obtengo lo opuesto de lo que quiero) puede iniciar un proceso de exploración más activa (por ejemplo al planteárselo a otros y poder hablar sobre ello, o al pedirse otro tipo de sandchich). Aquí se conecta con los procesos de acomodación.

Como plantea Piaget "no hay asimilación sin acomodación, porque el esquema de asimilación es general y apenas se aplica a una situación particular, hay que modificarlo en función de las circunstancias particulares a las que el esquema debe ser aplicado (...) Eso es lo que yo llamo acomodación. Es el ajustamiento del esquema a la situación particular (...) La acomodación está determinada por el objeto, mientras que la asimilación está determinada por el sujeto"(p. 80). 

Los procesos de acomodación están bien representados en el momento 2, 3 y sobre todo 8. El momento 9 y 6 son procesos más convergentes, de consolidar procesos de cambio iniciados antes, en esa adaptación a la particularidad del momento, del objeto (sobre todo representada por la interacción con la mujer, o  también en el momento de pedir el sandwich). 

Viéndolo en secuencia se aprecian cualidades interesantes de muchos fenómenos evolutivos, tales como la fluctuación. No se avanza de manera lineal progresiva, sino más bien con cambios repentinos, abruptos y también presentando regresiones a estados anteriores (que no son realmente momentos anteriores, sino otro momento). 

En la entrevista a Piaget que he mencionado se le pregunta si se producen regresiones a estructuras previas, cuando se ha conseguido estabilizar una más compleja. Lo que responde es lo siguiente: "si un hecho demasiado nuevo no puede ser integrado de golpe por ajustamiento de estructuras, puede haber regresiones momentáneas (...) cuando no hay reequilibrio rápido puede haber luego regresión con una nueva partida" (pp. 86-87). Lo interesante de las regresiones, es que vistas desde una perspectiva más amplia, pueden ser la antesala de un cambio mayor. Como vimos, en el momento 4 George vuelve a una estructura previa, dado que el contexto es más arriesgado, no reequilibra aún su manera de pensar, de ahí que asimila lo que ocurre a la manera de pensar y no al revés. Pero es la antesala del cambio siguiente, fortalecido sobre todo en el momento 8, que es probablemente cuando más reorganización (acomodación) se produce, que es verificada en el momento final (momento 9), surgiendo otra estabilización por la adaptación a lo que ha ocurrido (todo ha ido bien, por lo que cabrá esperar en adelante es que siga funcionando eso de que hacer lo contrario de lo que haría generará un efecto positivo).

Puede que todo este intento de tercer análisis no sea más que un análisis tipo 2 más elaborado y/o detallado. No es lo mismo decir que George está en un estado de difusión, que decir que George está en un estado de difusión porque no explora ni se compromete con nada, que decir que George está de hecho activamente asimilando y acomodando y ver cómo de hecho lo hace, con un buen nivel de detalle. Lo importante es el detalle, porque luego si dices que acomoda puedes especificar cuándo lo hace y entender por qué. La etiqueta verbal "acomoda" se vuelve una distinción conceptual y no sólo una abstracción sin más (que conviene memorizar más o menos). Igualmente etiquetas tales como difusión, moratoria, cerrazón (que son muy globales) pueden entenderse en la interacción de una persona dando sentido mientras se adapta a su contexto (e incluso, por qué no, participa en el significado de dicho contexto). Tales etiquetas agruparían, clasificarían muchas conductas, planteando una generalización (así se va de la información concreta a una mucho más abstracta). Así también, de hecho, se pierde mucha información (útil en potencia). El problema es cuando usas este tipo de etiquetas sin una experiencia compleja y detallada que les da sentido. Es entonces cuando generan una sensación de comprensión (cuando es fácil que de hecho, más que guiarte por las experiencias, te guías por tus etiquetas abstractas, más o menos teóricas).

Bueno, esto es una descripción (o un intento al menos) de una competencia compleja, un intento de modelado de la misma. Posiblemente no se puede pasar al nivel tres sin pasar por el dos. Así que cuando más practicamos el dos, más fácil resulta notar que podemos ir más allá (incluso menos allá). 

Quiero terminar citando de nuevo a un clásico como Piaget (Bringuier 1977, p.153-154), que habla acerca del fenómeno de toma de conciencia. Es un fenómeno curioso, es cuando de repente comprendemos algo (que estaba medio aprendido antes). George tiene más o menos tres en esta secuencia. Es el famoso "eureka" de Arquímedes, ejemplificado por ejemplo cuando un niño comprende cómo resolver un problema o descubre un secreto ;)

Piaget: la toma de conciencia está muy lejos de reducirse a una simple iluminación, que simplemente como una linterna haría ver lo que uno no ve pero sin transformar nada (...)

Entrevistador: Hacer ver aquello que uno había hecho. 

Piaget: Sí, eso es. De hecho la toma de conciencia es una reconstitución conceptual de lo que ha hecho la acción.

Entrevistador: Y bien, ¿no es lo mismo?

Piaget: No, reconstitución quiere decir que allí hay mucho más.

Entrevistador: ¿Y qué hay de más?

Piaget: La conciencia de las conexiones, la generalización, etcétera...

Entrevistador: Las relaciones entre los diferentes momentos de la acción...

Piaget: Sí. O sea, la acción tiende hacia un fin y se satisface cuando se alcanza el fin. Está dominada por lo que yo llamaría el logro. Mientras que la toma de conciencia implica además la comprensión:se trata de saber cómo se logró (...) La toma de conciencia es la interpretación y la explicación de la acción. En la acción misma la comprensión está centrada en el objeto y no en los mecanismos que permitieron alcanzarlo (...) En la medida en que se comprende lo que se hizo se abren nuevas posibilidades, pero por otra parte, en tanto modelo explicativo, es el punto de partida de una serie de otras conceptualizaciones.

No me extraña, tras leer esto, que un autor como Kegan se centrara en analizar justamente el desarrollo de la conciencia a lo largo del ciclo vital. La relación dialéctica entre sujeto (la estructura de la que no somos conscientes y desde la que construimos sentido a nuestras experiencias) y objeto (aquello a lo que puedo atender, organizar, estructurar, manejar, etc..) es deudora de estas concepciones planteadas por Piaget. En esta cita se aprecia claramente la relación entre el aprendizaje y el desarrollo. Al aprender y tomar conciencia (pudiendo interpretar y explicar lo que se hace, cómo se hace y por qué se hace) una también se transforma (y claro, esto es así gracias a la adaptación dinámica con el entorno mediante procesos de asimilación y acomodación). Es en los conflictos con dicho entorno donde fallan nuestras estructuras asimiladoras, y por esa brecha (conflictiva, incómoda) tal vez es por dónde podemos empezar a encontrarnos con nosotros mismos, o con aspectos de nosotros mismos, que simplemente, antes ignorábamos porque ni siquiera podíamos notarlos. 

Bueno, no está mal para una secuencia de Seinfeld. A ver qué tal las siguientes. 

 

 

Bringuier, J. C. (1977). Conversaciones con Piaget: mis trabajos y mis días. Barcelona: Gedisa. [edición de 2004]

 

 

 


 

Sobre Kegan

Sobre Kegan

Creo que llevo unos 7 años leyendo y usando en mis clases los textos, ideas y teorías de Robert Kegan. De hecho, estas dos semanas ya he introducido algunos de estos temas en mis asignaturas de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad, y desde luego en Psicología del Desarrollo en el Grado de Educación Primaria. 

Mi interés inicial se remonta a un libro que me regaló Juanjo Zacarés allá por el 2003. Me regaló su libro "Desbordados" con la creencia de que yo le sacaría partido. Y creo que se lo he ido sacando. Tengo a mi lado dicho ejemplar con la firma de Juanjo y la fecha de marzo 2003. Creo que si tuviera que salvar cinco libros de mi biblioteca en caso de incendio, éste sería uno de los que rescataría (sería interesante pensar cuáles serían los otros 4...). 

Kegan me interesó desde el principio porque integraba de manera coherente el desarrollo cognitivo (no por nada se considera un neopiagetiano) con el desarrollo social y afectivo (incluyendo aquí también el desarrollo moral). Kegan estuvo, al trabajar en Harvard, muy vinculado a otros psicólogos evolutivos igualmente interesantes tales como Lawrence Kohlberg, Bill Perry y Daniel Levinson. Igualmente era interesante para mí la fascinación que tenía, no sólo por Piaget sino también por autores más olvidados (al menos en España, con la excepción de cómo lo han trabajado en la universidad de Valencia Emilia Serra, Juanjo Zacarés, Manuel Millán, Mª Carmen Abengózar, Paz Viguer, entre otros) como Erik Erikson. Esa integración siempre me ha resultado necesaria. Integración que por otra parte está también fundamentada en un teórico-docente que además practicaba la terapia y que por supuesto investigaba. De esta manera es un autor que aúna la docencia, la intervención terapéutica y la investigación (esto no suele ser muy común). 

Por supuesto no me considero keganiano ni nada por el estilo. Eso sí, creo que es un autor que sigue siendo interesante y con el que mantengo una relación de crítica abierta y constructiva. Por ejemplo me parece que a su teoría le falta añadir la importancia de la mediación social que tanto aportó Vygotsky, incluso el papel de la cultura aportada por autores más actuales como Jaan Valsiner. En su famoso modelo de la relación entre el sujeto y el objeto, siempre he notado la ausencia de una estructura mediadora. Otros autores como Engeström desde la teoría de la Actividad han explorado mucho más este tipo de estructuras mediadoras (bien sean reglas, la comunidad y desde luego la introducción de diferentes instrumentos, algo fundamental también desde Vygotsky, y algo muy desarrollado en nuestro contexto nacional por gente muy valiosa como Cintia Rodríguez, de la Universidad Autónoma de Madrid). 

Siguiendo con la crítica también creo que las obras fundamentales de Kegan se escribieron a comienzos de los años 80 (The Evolving Self) y a principios de los 90 (In over our heads, el único libro traducido al castellano hasta la fecha, con el título de Desbordados). Tal vez eso podría explicar que inexplicablemente aún no sea muy conocido en nuestro país todavía. 

Aún recuerdo el primer trabajo de investigación dirigido por Juanjo Zacarés a Ignacio Muñoz Climent, probablemente la primera persona en España en realizar una investigación desde el modelo de Kegan. Tuvo algunos problemas, en parte porque en mi opinión los miembros del tribunal no entendían la complejidad teórica y metodológica del trabajo (que por otra parte era cualitativo). 

Las obras posteriores de Kegan, en mi opinión no están a la altura de estas dos que acabo de mencionar. How the way we talk can change the way we work (2001), Change Leadership (2006) e Inmunity to Change (2009) son más bien aplicaciones de su teoría del desarrollo de los órdenes de conciencia, en el campo de la educación y la consultoría organizacional. Como tales aplicaciones, para mi simplifica mucho también lo que podría hacerse entendiendo la complejidad de su aportación inicial. 

A ver qué tal lo vamos elaborando este año. 

Ahora quería compartir uno de mis fragmentos preferidos del libro "Desbordados", que creo que refleja también uno de los rasgos del autor, su sentido del humor. En el prólogo (como decía mi profesor de Literatura de 3º de bachillerato, lo que se escribe al final para que se lea al principio y no se lee ni al final ni al principio) Kegan (p. 10) escribe lo siguiente:

"A los treinta escribí ’The evolving self’, un trabajo en el que proponía una visión del ser humano como creador de sentido. Allí exploré la experiencia interna y las formas externas de nuestras transformaciones de conciencia a lo largo de la vida, y aunque el libro fue publicado hace más de una década, aún es raro que pasen dos semanas sin recibir correspondencia relativa a él. Hace algunos años le dije a mi padre que habían traducido el libro al alemán y al coreano, a lo cual respondió, <<¡Qué bien hijo! pero... ¿cuándo va a ser traducido al inglés?"

Ja... con un padre así quién quiere críticos, ja.. No obstante lo mejor viene ahora. Este fragmento se lo dedico a aquellos que hayan experimentado que la lectura de Kegan es compleja:

"A decir verdad, en la interminable lista de cartas, cada tanto reaparece este mismo tema:

Estimado Dr. Kegan

Hemos leído su libro en nuestra clase de Psicología. No puedo creer que los editores permitan publicar textos en esas condiciones. Nadie en nuestra clase entendió lo que  usted dice ahí, ni siquiera el profesor ¡y fue él quien lo propuso! ¿A quién trata usted de impresionar con toda esa palabrería? Me molestó tanto leer su libro que estuve tentado de ir a Boston y partirle los dientes.

Atentamente

[quien firma]

Y yo aprecio el "Atentamente" de este señor" (p.10)

 

En fin, espero que nadie tenga ganas de partirme los dientes por proponer estas lecturas, y sobre todo espero que le saquemos partido a la hora de seguir reflexionando sobre este complejo tema de cómo nos vamos desarrollando y sobre todo, qué es lo que de hecho se desarrolla. 

Un saludo

 

Alejandro

Breve paréntesis para un lunes imposible

Como estamos recordando la banda sonora de nuestra adolescencia (me lo estoy pasando muy bien leyendo nuestra wiki al respecto), quería compartir una de mis canciones (aparte de las tres que mencioné). Asi trato de hacer un paréntesis, a ver si salgo del bloqueo en el que estoy a estas horas... creo que lo mejor será hacer un descanso...