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El viaje de Telémaco

Necesitamos un funeral

Necesitamos un funeral

Ahora que parece que parece que vamos a cambiar nuestras costumbres con esos objetos tan preciados que son los libros, una vez empecemos a usar los libros electrónicos, quiero contar una anécdota que viví hace unos años, cuando todavía internet no estaba tan evolucionada, o su uso no era tan generalizado. 

Me encontraba haciendo una estancia en la universidad de West Virginia, en Estados Unidos. El primer mes me dedicaba por la mañana a seguir un curso de doctorado sobre Familias Americanas que impartía mi tutora, Carol Markstrom. Además, dedicaba el tiempo a leer, todos los artículos que me iba pasando, en general investigaciones sobre el desarrollo de la identidad, desde una perspectiva eriksoniana. En general lo que trataba de hacer era tratar de comprender qué quería estudiar en mi tesis. Me llevó unos dos meses encontrar una conexión entre la disciplina de la Antropología y la de la Psicología del Desarrollo. Qué simple y evidente me parece ahora, pero entonces no lo era tanto, la conexión fue los ritos de paso y los supuestos cambios de identidad que tienen lugar en los mismos. 

Por la tarde, me gustaba desconectar de todo esto. En general, sobre todo el primer mes, aparte de estar con Carol solía estar solo, que es una de las cosas de las estancias que más me gustan e inquietan: experimentar la soledad, pero ese es otro tema. 

Como parte de la desconexión, me gustaba visitar las maravillosas bibliotecas que tenía esa universidad. Me gustaba pasearme y explorar, a ver qué encontraba. Eran bibliotecas que tenían varios pisos, con estrechos pasillos con estanterías repletas de libros, de vez en cuando había mesitas con alguna silla, para sentarse a leer. Tuve mucho tiempo para recorrer y perderme en esos pasillos, un poco tétricos a la par de fascinantes.

Es como si todo estuviera ahí, cualquier cosa que quisieras. Y es gracioso, porque justamente los libros que más me marcaron, no estaban, ja... me los tuve que comprar en Amazon, fue la primera vez que lo usé.

Y ahí estaba yo explorando libros, artículos de revistas incluso vídeos. Estuve viendo grabaciones de terapia familiar, de Milton Erickson, de Margaret Mead, de Bateson, de Programación Neurolingüística, de Hipnosis, de todo lo que me llamaba la atención.

No obstante, cuando lo recuerdo ahora, destaco la experiencia que tuve cuando encontré dos libros en particular. Dos libros curiosos y raros. Y es gracioso, sobre todo porque, uno me lo llevé y lo leí, o mejor dicho, traté de leerlo. El otro, simplemente lo admiré, lo tuve entre mis manos como si sostuviera una reliquia del pasado, una obra de arte, pero lo deposité de vuelta en su estantería, sabiendo que si lo iba a leer, sería en otro momento.

El primer libro era "The laws of form" de Spencer Brown. Lo conocía por referencias de Watzlawick, de Bradford Keeney, de Gregory Bateson. Ese me lo llevé y lo traté de leer, cosa que no pude, imagino que no estaba preparado. Recuerdo la idea (por la que lo citaban), que se convirtió en una idea clave: traza una distinción. Entonces no sabía aún por qué le iba a dar importancia a esa frase.  Curiosamente, el mismo autor publicó otro libro, con un pseudónimo, en el que expresaba una experiencia de completo desamor trágico. Ese sí que lo leí completamente. Me llamó la atención cómo alguien tan técnico, formal podía expresarse y manifestar una experiencia tan radicalmente diferente. No recuerdo ahora el título, pero me llamó mucho la atención. 

El segundo libro era "Science and Sanity", la obra capital de Alfred Korkybski, el creador de la Semántica General. El libro es de lo más denso y complejo, y largo. Y ahí estaba yo mirándolo, sabiendo que no iba a tener tiempo para leerlo, qué lástima. Aún así sabía cosas sobre el libro, mencionado en general por los mismos de antes, y sobre todo por Richard Bandler y John Grinder, en su (para mi mejor libro) Estructura de la Magia I.

El libro, publicado en 1933, sentaba las bases, o contribuía a sentarlas, de una epistemología constructivista: " los seres humanos están limitados en su conocimiento por la estructura de su sistema nervioso y la estructura de sus lenguas. Los seres humanos no pueden experimentar el mundo directamente, sólo a través de sus abstracciones". 

La frase-idea más famosa es la de que "el mapa no es territorio", también es conocida (y recomiendo leer el artículo de Tim Ingarfield sobre este tema http://timingarfield.blogspot.com/2009/10/definir-o-ser-definido-2-el-hecho-que.html )la frase de que "el nombre de la cosa no es la cosa". 

La Semántica General trataba de desarrollar un mayor conocimiento acerca de los procesos de abstracción, cómo construimos una representación mental (mapa) de la realidad (territorio), y cómo toda representación es limitada, distorsionada etc... Esta idea, desde luego fue fundamental para el desarrollo inicial de la Programación Neurolingüística, y probablemente, una de sus limitaciones principales. 

Lo que me gusta de todo esto es que al tratar con fenómenos mentales, abstractos por necesidad, tienen que ir más allá explicaciones físicas, materialistas. Es algo que fui comprendiendo posteriormente y poco a poco. Sobre todo gracias al desarrollo posterior que ha aportado el trabajo de John McWhirter con su disciplina de la DBM, que es también otro asunto.

Hay dos citas que quiero mencionar en relación a este tema, que puede que aclaren un poco más algunas implicaciones de estas ideas previas. 

Una es de Gregory Bateson (1972, pp. 452-453), quien en su discurso acerca de "Forma, Sustancia y Diferencia" planteaba lo siguiente:

 

¿ Qué es lo que hay en el territorio que eventualmente será incluido en mapa? Sabemos que el territorio no pasa al mapa (...). Si todo el territorio fuera (absolutamente) uniforme, nada de él entraría en el mapa, salvo sus límtes, que son precisamente los puntos donde deja de ser uniforme en comparación con una matriz mayor. Lo que se incorpora al mapa, de hecho, es la diferencia, sea ésta una diferencia de altura, una diferencia en vegetación, diferencia en la estructura de la población, diferencia en la superficie o cualquier otra diferencia. Las cosas que pasan al mapa son las diferencias. ¿  Pero qué es una diferencia? Una diferencia es un concepto muy peculiar y oscuro. Ciertamente no es ni una cosa ni un suceso. Esta hoja de papel es diferente de la madera de este atril. Hay muchas diferencias entre ellos: de color, de textura, forma, etc... Pero si comenzamos a preguntarnos por la localización de esas diferencias, nos metemos en un lío. Es obvio que la diferencia entre el papel y la madera no está en el papel; es obvio que no está en la madera; es obvio que no está en el espacio que  media entre ellos y es obvio que no está en el tiempo que media entre ellos. (Precisamente aquellas diferencias que ocurren a lo largo del tiempo es lo que llamamos “cambio”).

 

Una diferencia, por lo tanto, es algo abstracto. En las ciencias exactas, los efectos son causados en general por condiciones concretas o sucesos bastante concretos: impactos, fuerzas, etcétera. Pero cuando se entra en el mundo de la comunicación y organización, se deja atrás todo ese mundo en que los efectos son producidos por fuerzas e impactos e intercambios de energía. Se entra en un mundo en que los “efectos” son producidos por las diferencias. Es decir, son provocadas por esa clase de “cosas” que proviniendo del territorio entran en el mapa. Esto es la diferencia. (...). De hecho lo que llamamos –la unidad elemental de información- es una diferencia que hace una diferencia". 

Para entender otras implicaciones y conexiones, voy a poner otra cita, con la que está muy relacionada, ésta de otro autor coetáneo de Gregory Bateson y todos los anteriores, me refiero al también constructivista Heinz von Foerster (2003, pp. 69-70)

"No puedes transmitir conocimiento. No se puede concebir como un objeto o una cosa que se pueda transferir desde A a B, como puedes hacer con el azúcar, cigarrillos o el café, con el fin de generar cierto efecto en un organismo. Tal y como lo veo, el conocimiento es generado por las propias personas. El principal factor es el de proporcionar las condiciones que permitan que dichos procesos de generación y creación tengan lugar. La imagen de estudiante que surge es muy diferente (…) Deja de ser pasivo. No son una caja vacía o un contenedor que alguna autoridad  sabia pueda llenar con fechas y datos (…) Desde esta perspectiva el aprendiz aparece como un constructor activo. Son los únicos capaces de crear su conocimiento”.

No sé si mis alumnos de la asignatura de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad estarán reflexionando las implicaciones que tiene esta cuestión en el mundo de la Educación. O si mis alumnos de Psicología de la Infancia y la Adolescencia, lo conectarán con lo que hemos estado haciendo en clase hasta ahora. 

No sé si este artículo o post generará algún tipo de diferencia. En sí no es más que un conjunto de formas en  negro, que resaltan sobre el blanco y gracias a eso se pueden distinguir. Además está el código alfabético, sintáctico y semántico en el que están organizadas y estructuradas. Pero todo eso no es nada si no hay una menta que lo interprete, y que lo haga a partir de lo que ya sabe, conoce, ha experimentado. No hay nada transmitido aquí, ni siquiera en esta frase. Entonces, ¿en qué consisten esos procesos de creación y generación de los que habla von Foerster? ¿qué tiene que ver la creación de diferencias con todo esto? ¿qué sería en este caso una diferencia? ¿y una diferencia que establezca una diferencia?

No son cuestiones sencillas, pero para mi, como profesor y estudioso del desarrollo humano, son cuestiones insoslayables. 

No obstante, no espero enterrar la metáfora de transmisión que subyace a tantas concepciones y prácticas educativas (incluso clínicas). En lo que respecta a la metáfora de la transmisición, o el mito de la transmisión, es como un cadáver putrefacto, que no puede descansar en paz, porque no deja de ser invocado mágicamente por tantos estudiantes y profesores, que así se sienten más tranquilos, pensando que han comprendido lo que ocurre cuando se aprende y se enseña. 

Por favor... enterremos la metáfora de la transmisión. 

Creo que tendríamos que organizar un ritual simbólico en el patio de la facultad, un tipo especial de ritual, un funeral. 

Ja

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

11 comentarios

Leonor -

Bueno, bueno qué nivel.... Claro el maestro ha suscitado esta rica y estimulante discusión. Y estáis en otro orden de conciencia. Y creo que es un buen ejemplo de la metáfora de la construcción. El aporte de la diversidad de miradas y participantes, el mapa que cada una/uno ha podido ir construyendo... Tal vez es un ejemplo para mostrar cómo se aprende más allá de la transmisión. Concuerdo con los comentarios, si lo enterramos, tal vez salga a luz muy pronto, cuando se estén buscando tesoros... O tal vez se refuercen con sentimientos de pérdidas, identidades... Ya vimos como para muchos docentes la identidad está con ese "objeto".. si se lo quitamos como tal a lo mejor no elaboran el duelo y terminan "idealizandolo aún mas". Nos queda el camino más difícil, intentar reconstruir desde lo más profundo esa concepción. Con alternativas, por ejemplo ésta... Y tantas otras pero claro no significan instrumentos o un nuevo manual de instrucción. Creo que hay muchas conexiones pero la visión del conocimiento es determinante y sin duda la comunicación´-interacción creo está en la base y es digno de explorarse. ¿Por qué es tan difícil?. Creo que dáis las respuestas en todos los comentarios.

Alejandro -

Hola

Me parece que este es un claro ejemplo en el que el artículo ha sido ampliamente superado por los comentarios.

Mil gracias a todos los que lo habéis leído, y a los que además habéis compartido vuestras ideas. Gracias Gloria, Paloma, David, Antonio, Miriam, Carmen, Bárbara y Pilar.

Además, lo que más me gusta es que nos hemos juntado personas provenientes de lugares de lo más diversos: de la asignatura Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad en el Master de Secundaria, de Psicología de la Infancia y la adolescencia en Psicopedagogía, de ex alumnas de Psicopedagogía y alumnas en tránsito que no son aún ni alumnas ni ex-alumnas ;), además de compañeros de cursos de formación más allá de la universidad. Qué combinación más genial.

Si tengo que sacar una conclusión provisional, es la de que desde luego estoy equivocado con lo de la metáfora del entierro. Gracias por sacarme del error. De acuerdo, nada de entierros, o al menos nada de contextos fúnebres y funestos. Todo lo contrario, apliquemos otro tipo de principios tales como "si quieres enderezar algo, primero aprende a retorcerlo aún más" o "matar a la serpiente con su propio veneno" o desde luego "apagar el fuego añadiendo leña".

Partamos del mito de la transmisión, ya que está y usémoslo, añadiendo más cosas.

El viernes pasado, en un taller en Sigüenza sobre psicología y aprendizaje (podría denominarlo también "variaciones sobre un mismo tema") estuvimos cerca de dos horas discutiendo de manera animada (acalorada incluso) sobre este tema, me gustaría escribir más sobre esto, porque me dio mucho que pensar. Y desde luego me di cuenta ahí, o al menos más cuenta, de mi error. Nada de entierros y funerales. Al contrario, conozcámoslo con más precisión y detalle.

En todo caso cuánto he disfrutado leyendo vuestros comentarios. POr cierto Miriam, la referencia a Magritte es genial, no lo había conectado. Y Carmen, lo que mencionas sobre los límites, los umbrales es súper interesante, sobre todo desde modelos de transiciones como los que uso a la hora de trabajar. Como planteaba Paloma, no es fácil desvinlarnos de ciertas ideas (pensando las ideas como objetos preciados que nos pertenecen y con los que a veces nos identificamos y/o nos identifican), son procesos complejos. Así que a lo largo de lo que queda del cuatrimestre, tendremos tiempo de seguirle la pista a esto.

Sería interesante profundizar en lo que entendemos por comunicación, en el que el nivel de transmisión sólo es eso, un nivel, hay más. Creo que resultaría conveniente explicitarlo más en detalle.

Gracias por mostrarme mi error.

Un saludo

Alejandro

Pilar -

No quería dejar de asistir al ritual, así que pido permiso y me presento también como allegada del reconocido difunto.

Cuando leí este post, estaba trabajando un programa de formación de habilidades con varios grupos de forma simultánea. Había de fondo una cuestión de cómo avanzaba con cada uno de ellos y consecuentemente de estándares y medidas del grado de avance, de la comprensión y progreso que cada grupo y persona iba consiguiendo. Reflexionar nuevamente sobre el mito de la transmisión ha sido un ejercicio más que estimulante a pesar de tratarse de un funeral.

El mito o la falacia de la transmisión sigue funcionando. Acaso y en términos “Debemianos” funciona como una estructura emergente que no podamos “borrar”, pero sobre la que sí podemos añadir nuevas estructuras, aprendizajes más efectivos. Aunque personalmente siga notando su presencia. Al fin y al cabo, han sido muchos años viviendo el mito como aprendiz y no ocultaré, como enseñante.

Así que cuando aún noto esa presencia y esa forma, soy consciente de necesitar conectar con otras posibilidades, otros recursos. El aprendizaje en el tiempo: lo que cada uno y cada grupo aprende, crea, o está en vías de generar, hacer o conseguir; El proceso de enseñanza como ejercicio para crear mejores condiciones, superando cualquier simplificación causa-efecto. La atención a sus propios procesos y diferencias; los estándares: cómo lo mido, con relación a qué, cómo percibo las diferencias, el movimiento, el avance. La cuestión del esfuerzo pedagógico, o la elegancia en el hacer, porque a veces el mito de la transmisión, o del “transferir” nos lleva a poner excesivo esfuerzo, consiguiendo mucho menos; la curiosidad y el interés por explorar, porque sin ello no habría comprensión posible. Estos son ejemplos y cuestiones que posibilitan para mí un nuevo espacio pedagógico, una forma de avanzar junto con otros.

Gracias Alejandro, y a todos los participantes en el evento

Pilar

Barbara Rita Musso -

¡Ostia!, este artículo realmente me ha hecho pensar,
Coincido contigo, desconectarse y experimentar la soledad es una de las cosas que más gusto me producen, ya que me permite ahondar en mis propias reflexiones y tratar de ordenar el caótico mar de pensamientos que a diario- para fortuna mía- crece sin saber hoy su magnitud, no pretendo afirmar que sé mucho, porque sé que hay otros “mares“ cuyos límites superan ampliamente al mío, sin embargo, aunque según mi apreciación, no es tan amplio, ¡vaya que es una tarea titánica!, que exige mucho tiempo y mucha dedicación, por desgracia con la vida moderna tan agitada cada vez menos me puedo permitir ese lujo tan agradable.
Intentaba hacer un comentario de este artículo, párrafo por párrafo, sin embargo, me di cuenta que no podía separarlo porque es una idea total lo que me aporta y que presumo pretendes transmitirnos, me ha producido tal lluvia de ideas que espero coger algunas y presentarlas de manera más o menos ordenada y coherente.
La diferencia, dentro de la transmisión del conocimiento es muy importante ya que el receptor solo cogerá algunas de estas diferencias, para internamente forme su propio mapa, actuando como el constructor activo que mencionas, abstrayendo su “forma y substancia” del territorio.
Lo cual me plantea la pregunta ¿Será por eso que nos cuesta tanto describir un objeto?, es decir, si fueras por la calle preguntado ¿qué es una mesa?, la gente contestará en términos de utilidad “eso donde apoyamos los platos para comer” o usando cualquier otro argumento para explicarnos que es una mesa, sin embargo, pocas o ninguna nos contestara que es una superficie limitada, plana, paralela al suelo y que tiene uno o más soportes.
¿Es acaso por eso que en otras disciplinas, donde es importante modelar los objetos de la realidad nos es tan complicado analizar y plasmar su esencia?
¿Es por eso que el conocimiento se ha expandido tanto, al recrearse continuamente en cada uno de los que lo recibe y que ha impedido su estancamiento?
¿Y son esas diferencias las que han enriquecido el conocimiento que actualmente posee la humanidad?
En verdad, que reflexionando en todo esto, las implicaciones son variopintas en la educación.
Ja, si hiciéramos el funeral, sería fenomenal, sin embargo, como en la creencia popular del pueblo de México, a pesar de enterrarlo, tendríamos un difunto que cada año nos visitaría y caminaría entre nosotros.
Un saludo
Barbara

Carmen -

Hola Alejandro!:

Paseando por el blog he visto el guiño que haces a nuestras metáforas. Ves como te leemos... ;)

Estoy asombrada de la participación que ha habido de los compañeros. Según me iba asomando y veía como las metáforas crecían y se enriquecían (parece un anuncio de caldo, perdón), pensaba en que la motivación nos mueve, a todos.

Te leo cuando dices que el modelado metafórico tiene limitaciones debido a su imprecisión, las luces y sombras,... ummh ¿Tu crees que es una desventaja?

Verás por qué te lo digo. Hay algo, en arquitectura, que a mi me gusta mucho y que es el umbral. Ese espacio en el que se desdibuja el borde, en el que al desplazar un pie pasas del espacio interior al exterior. Entonces, tu experiencia espacial cambia completamente con un ligero desplazamiento o, ni siquiera, sólo con asomarte. Cambia la luz que recibes, el aire que te envuelve, se aleja tu “techo”, hay otro olor, tu horizonte se mueve,... Pues bien, es ahí, en la resolución de esos espacios intermedios, donde muchas veces he visto los proyectos más interesantes. Innovaban en la concepción de un espacio de borde que, como tal, no existe si alguien no le da forma. Construían la transición entre lo que está dentro y lo que no. Decidían sobre si es un lugar al que se entra o que invita a salir. Se hacía uso de la luz, la sombra y la penumbra que son impresionantes marcando o desdibujando límites sin materia.

Creo que la imprecisión es una ventaja para pensar y avanzar en el aprendizaje. Parece poco riguroso ¿verdad? , y a lo mejor lo es, pero es que cuanto mayor es el grado de definición, más sesuda la explicación, más acotaciones veo en los márgenes,... También veo menos creatividad, menos innovación, más repetición ¿O quizá es que hay que repetir los modelos que ya se ha demostrado que sirven? Pero, ¿Quién dice cuál es el modelo que sirve?¿Qué modelo sirve a quién? Si yo vi que funcionó allí y lo traspongo aquí ¿Sigue valiendo? ¿Si te sirve a ti, me sirve a mi?

Ahh! Sobre tus muertos y ritos funerarios: prueba a ocultar algo enterrándolo y llegará alguien a remover la tierra buscando un tesoro y, emergerá de nuevo. Creo que, en general, las cosas se pudren mejor al aire y por exposición que no por ocultación.

En todo caso, cuando decidas hacer tu rito funerario, no cuentes conmigo. No me gustan, nada.

Un saludo,

Carmen

Miriam -

Hola Alejandro

Según leía la descripción que haces de las bibliotecas, trataba de imaginármelas, aunque no intencionalmente. Pero claro, la representación que haga yo de ellas no tendrá nada que ver con cómo sean en realidad, ni con tu representación mental de las mismas.

Cuando leí por primera vez la frase “el mapa no es el territorio” me acordé del cuadro de René Magritte “esto no es una pipa” (Ceci n’est pas une pipe)
Al verlo, en una primera impresión, vi un cuadro. Cuando me fijé en los elementos que contenía, vi el dibujo de una pipa y unas grafías. Cuando me fijé en el significado de las grafías, reflexioné.
¿Cómo que no es una pipa? ¡Claro que no es una pipa! Es la representación de una pipa.
Nuestras representaciones mentales de lo exterior, no son lo exterior.

La frase de Heinz von Foerster “el conocimiento es generado por las propias personas” me ha hecho reflexionar sobre cómo vamos conociendo nuestro entorno según nos vamos relacionamos con el mismo.

¿Damos significado a nuestro entorno porque disponemos de lenguaje?
Creo que el lenguaje nos ayuda a avanzar en nuestras representaciones, pero si no nos beneficiásemos de él para la construcción del mapa, quizá nuestro mapa gozase de menos conexiones, menos caminos, menos rutas…

A través del lenguaje pueden viajar ideas, pero no viajará un mapa… Viajarán ideas que cuando lleguen a otra persona, esta persona interpretará en base a su mapa.
¿Transmitir conocimiento? ¿Transmitir un mapa? “No puedes transmitir conocimiento” como decía Heinz von Foerster, no podemos transmitir un mapa, tendremos que construirlo.

Un saludo.
Miriam.

Antonio -

"Los muertos que vos matáis gozan de buena salud"

Dices que enterremos al muerto, que rompamos con la idea de transmisión del conocimiento, que acabemos con la convención clásica. Mas ¿qué oponemos a cambio? ¿y por qué ese cambio?

Os acusamos a los psicólogos y pedagogos de haber acabado con la escuela clásica, con complicar las cosas de un estado natural anterior a vuestra influencia y la razón es por textos y reflexiones como ésta.

Porque si está fenomenal acabar con las estructuras arcaicas – malditos destructores de las civilizaciones :D – está mucho mejor crear unas nuevas más avanzadas y evolucionadas.

Y ese yo creo que es el gran problema ¿dónde está nuestra alternativa? ¿dónde quedan las nuevas ideas? ¿qué presentamos a cambio?

El salto o paso debe ser a algo. No podemos quedarnos en el aire flotando - a pesar de que "aquí abajo todos flotamos" que diría Pennywise :D. O si hago caso a mi formación no podemos estar permanentemente en un estado indefinido de indeterminación.

David -

Surfeando intencionadamente por tu post (la "diferencia" entre el tiempo que necesito y el que tengo ya te digo yo que es real), me parece que, de tener lugar tal ritual, el número de huérfanos que se podrán encontrar por nuestra facultad crecerá increíblemente, aunque habiendo enterradores dispuestos a idear y llevar a cabo tales rituales, quienes además suelen escribir post de lo más sugerentes en sus blogs, podemos estar agradecidos.

Saludos, y gracias pues.
David.

Paloma -

Hola.

Coincido con Gloria en que el post está "repletito", en que varías personas encontrarían diferentes aspectos y añado que varias lecturas también aportan múltiples posibilidades: bilbliografía, formas de actuar ante la experiencia, contenidos sobre pscología...etc. Es caleidoscópico, aunque como dice Tim Ingarfield, decir esto, no significa que haya entendido realmente lo que aquí se expone.

Bien, desde ahi, me gustaría relacionar este post con el anterior. (No con el de la foto, ¡por Dios!:( con el del boli vinculante).Allá voy.

Una vez, enterrada la idea
¿ Quë hacemos con el vínculo que tenemos hacia esa idea?¿Es suficiente el rito para que la idea desparezca?¿Cómo haremos para convencer y convencernos de que esto no es así?

Releyendo la cita de Heinz von Foerster(...)"Proporcionar condiciones que permiten que dichos procesos de generación y creación tengan lugar".

Si está tan claro...¿Por qué no lo intentamos?¿Tenemos miedo de vaciarnos de una idea sólo porque la conocemos hace más tiempo?¿Eso es un índice de calidad, el tiempo que llevo practicando una idea?

Antes de irme a pensar sobre esto, una sugerencia:

Podemos enterrar la metáfora de la transmisión como en esos países exóticos donde la idea de morir supone pasar a mejor vida y todos los asitentes lo celebran bebiendo, comiendo y cantando durante varios días ¿Qué tal?

Aquí dejo mi negro sobre blanco.

Un abrazo
Paloma

Alejandro -

Hola Gloria

Por favor, no dejes de escribir tu artículo. Si no lo escribes porque yo he escrito éste, menuda influencia la mía...;)

Gracias por contestar.
En el segundo cuatrimestre tendremos tiempo de explorar algunas de estas cuestiones, y lo haremos con bastante detalle. Estoy preparándolo y ja... habrá sorpresas.

Hay metáforas actuacionales, son las más interesantes para mí. Su efecto es probablemente mayor.

Emplear metáforas para conocer un fenómeno X en términos de otro, es una manera familiar y habitual de modelar, de construir un modelo sobre una experiencia determinada. En ese sentido, modelo y mapa son términos equivalentes. En ese sentido, muchos rituales son actos performativos (performative acts), actos que consiguen efectos (en un nivel físico, mental y social). El filósofo Austin, con su obra "Speech Acts" supuso una revolución a la hora de interpretar los rituales en su sentido pragmático.

El modelado metafórico tiene sus ventajas, pero también sus limitaciones, generalmente sirve como aproximación inicial, pero no es muy preciso, ilumina ciertos aspectos y oscurece otros. La ventaja es que puede favorecer conexiones, conscientes e inconscientes.

Por cierto, un problema de la PNL es que no ha evolucionado mucho en los últimos años, entre otras cosas porque desde la separación de los dos fundadores, no ha progresado de manera muy uniforme, como una disciplina que se desarrolla. Es mi opinión. Creo que el fin de semana pasado hubo un congreso en Barcelona, sobre la PNL en España. Hay autores como Michael Hall que puede que hayan tratado de ir más allá de los modelos estructurales (provenientes de la gramática transformacional de Chomsky, incluido por Grinder en los inicios), incluyendo modelos provenientes de una perspectiva "pragmática". Pero en general creo que se sigue enfatizando revisar ideas ya planteadas en los 80, y un excesivo énfasis en una visión tecnológica.

Bueno, esto ahora es lo de menos, lo importante, creo es que vayáis conociendo más opciones.

Este comentario está especialmente diseñado para mis alumnos del Master de Secundaria, tendrá especial sentido para ellos, ja... espero. Al menos si lo leen. Pero es igualmente relevante para otras asignaturas.

Bueno, de nuevo gracias por comentar y ah... si hay ritual funerario, ya te llamaré para que formes parte de la comitiva fúnebre.

Un saludo

Alejandro

Gloria -

Sé que me puedo quedar en la más simple superficie cuando, en mi comentario, quede patente lo que más me ha llegado de este artículo.
Ni que decir tiene que, como casi siempre, Alejandro, la riqueza y variedad de contenidos que, bien mezclados, componen tus intervenciones, puede dar para reflexionar varios días, con los correspondientes largos párrafos de palabras que, si nos atreviéramos a escribirlas, suscitan.
Es aquí precisamente donde me pregunto si entra en juego ese mapa que, cada uno tenemos de ese gran territorio que, si bien quizá nunca llegaremos a explorar en su vasta inmensidad, está disponible ante nosotros. Podremos leer este artículo tres, cinco, ocho, doce personas, y cada uno encontraremos algo, más nimio o más elaborado, que nos activará: por nuestra concepción del mundo, por nuestras experiencias previas y recientes, por nuestro estado de ánimo o por no sé cuántas más variables.
Y es que... cada uno tenemos un mapa, ¿no?

La semana pasada fue la primera vez que tuve la oportunidad de que me hablaran de la Programación Neurolingüística y... me llamó mucho la atención. De hecho, desde entonces, e incluso en las situaciones más jocosas, el tema sale a relucir una y otra vez con dos de mis compañeros.
Lo que se me grabó esa tarde fue una de las frases de la ponente: “Nuestro mapa no es el territorio”. Tanto me hizo pensar que esa noche, al llegar a casa, me puse a escribir en word un artículo para mi blog con ese título (en realidad: “Porque mi mapa no es el territorio”); tenía en mente algunas de las cosas que quería escribir, pero comencé a divagar, no sé por qué, sobre las metáforas; para mí... esta frase-idea es una, y preciosa. Y es que es curiosa la potencia que las metáforas pueden llegan a tener; cómo, en ocasiones, nos resulta más fácil (y sin duda, también más placentero) recurrir a asociaciones, a un lenguaje figurativo de significados implícitos, a la hora de expresarnos. Y... ¿también a la hora de actuar...? me pregunto si un “ritual simbólico” (me apunto a la propuesta) no es en realidad una metáfora que, saliendo del plano de las palabras, pasa al de los hechos..

En definitiva, que de tu artículo me he quedado enganchada con la PNL y con la DBM, dos conceptos nuevos para mí, pero espero que no por mucho tiempo, sobre los que ya he tenido ocasión de fantasear gracias a mi amiga la de los slalom, en la que siempre encuentro alguien con quien hablar e ilusionarme por futuros aprendizajes.

P.D. Ah!! Mi artículo ya no lo publico, que se me podría acusar de plagio :)